La reciente decisión de Florida de eliminar la vacunación obligatoria en las escuelas ha encendido las alarmas en la comunidad científica internacional. Desde Canarias, el pediatra y técnico de la Dirección General de Salud Pública, Abián Montesdeoca, recuerda que en España la vacunación infantil no es obligatoria por ley, y que este hecho constituye “un valor a preservar”.
A su juicio, lo esencial es que la población perciba “la bondad o lo importante que son las vacunas más que obligarlas”, ya que las imposiciones suelen generar resistencias. “Es más importante que la gente decida de forma voluntaria vacunarse porque entienda que es un bien para su salud. Eso me parece una relación mucho mejor con la población y las vacunas”, señala.
Un riesgo demostrado
Montesdeoca advierte de que, si se relajan las coberturas, los riesgos son inmediatos: “Si se deja de vacunar, las vacunas que no estén erradicadas y a día de hoy solo lo está la viruela, reaparecen. En cuanto bajan las coberturas, aparecen brotes de sarampión, aparecen casos de polio”.
El pediatra recuerda que en Estados Unidos ya se han detectado brotes importantes de sarampión y casos de polio en los últimos años, en parte asociados a zonas con coberturas bajas. “Si esto sirve para que las coberturas bajen más, las enfermedades infecciosas van a reaparecer sí o sí”, sentencia.
Vigilancia constante
Preguntado sobre si estos brotes podrían suponer un riesgo para Canarias, Montesdeoca explica que el archipiélago cuenta con protocolos potentes de vigilancia epidemiológica. “Con mucha frecuencia tenemos casos importados de enfermedades infecciosas de otros lugares. Canarias es un lugar de paso muy importante de millones de personas”, expone.
El especialista aclara que se han registrado casos de sarampión vinculados a viajeros de países europeos como Alemania, Inglaterra o Rumanía, donde las coberturas son más bajas. “Afortunadamente, como en Canarias tenemos ese escudo protector que es la cobertura alta de vacuna, se impide que aparezcan brotes a partir de esos casos”, añade.
Detectar y contener
La clave, explica, está en reforzar la capacidad de detección en el sistema sanitario. “Todos los días sabemos que puede entrar cualquier persona con una polio, con una varicela, con un sarampión. Por eso informamos al personal sanitario para que esté atento. Una vez detectado un caso, se inicia todo un procedimiento de aislamiento, control y búsqueda de contactos para evitar que haya brotes”, afirma.
Montesdeoca subraya que “nuestro principal escudo es que la mayor parte de la población está vacunada”. Sin embargo, advierte: si los grupos antivacunas lograran convencer a la ciudadanía, “las enfermedades transmisibles volverían a aparecer”.
Un mensaje a las familias
Por último, el pediatra lanza un mensaje a los padres que dudan. “Gracias a la vacuna nos hemos olvidado de muchas enfermedades como el sarampión. Es normal que unos padres tengan dudas, no hay problema en ello, pero les pediría que acudan a fuentes fiables: su pediatra, su enfermera, su médico de familia”.
Montesdeoca insiste en que las vacunas son “uno de los instrumentos más seguros y eficaces que tenemos a nuestra disposición”.
