El envejecimiento y la falta de relevo generacional son dos de las dificultades con las que se encuentra el mercado laboral. España afronta un déficit de casi 3,5 millones de jóvenes menores de 30 años, mientras que el 31 % de la población ocupada supera los 50 años, según el último informe del Observatorio de la Formación Profesional de CaixaBank Dualiza y Orkestra Instituto Vasco de Competitividad.
Canarias es una de las comunidades donde más se ha agravado la brecha. En los últimos 10 años, el déficit de jóvenes se ha disparado un 168,3 %, un hecho que no parece ir a mejor en un futuro, pues se calcula que en el año 2033 habrá dos mayores de 64 por cada joven menor de 16 años.
Desequilibrio generacional
El índice de envejecimiento en las islas —que mide la relación entre mayores de 64 y menores de 16— ha pasado del 93,8 % en 2014 al 142,6 % en 2024. Las previsiones apuntan a que en 2033 alcanzará el 199 %, lo que significa que habrá dos mayores de 64 por cada joven menor de 16 años.
El mercado laboral refleja este mismo desequilibrio. El déficit de jóvenes en Canarias se ha disparado un 168,3 % en la última década, al pasar de 56.574 en 2014 a 151.788 en 2024. El crecimiento de esta brecha es uno de los más altos de España, solo superado por Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, y casi duplica la media nacional (+98,5 %).
Por sectores
El informe refleja que, a nivel nacional, solo el 15 % de la fuerza laboral es menor de 30, mientras que el 31 % de los ocupados supera los 50 años. Este desequilibrio se refleja en todos los niveles educativos y sectores productivos, aunque en algunos es especialmente grave.
Los artesanos y trabajadores cualificados de industrias manufactureras registran un déficit de medio millón de jóvenes, mientras que en las ocupaciones elementales faltan 430.000. Incluso en los puestos de directores y gerentes, por cada joven existen once trabajadores mayores de 50 años.
La situación es aún más acusada en la Administración Pública, donde por cada 100 jóvenes hay 690 empleados mayores de 50. En contraste, sectores como la hostelería, la información y comunicaciones y las actividades recreativas y culturales son los únicos donde la brecha generacional no alcanza el 100 %, gracias a su mayor capacidad de atracción de jóvenes.
Norte envejecido
En el mapa autonómico, el desajuste generacional se acentúa en el norte de España. Asturias encabeza la tasa más elevada, con un número de trabajadores mayores que triplica al de jóvenes.
Le siguen Castilla y León, Cantabria y Galicia, mientras que el País Vasco destaca por la fuerte brecha en personas ocupadas con baja cualificación y el mayor envejecimiento entre quienes tienen estudios de FP, sobre todo de grado Medio.
Reto canario
Así, como a nivel nacional, Canarias afronta la combinación de una población que envejece con rapidez y una falta creciente de relevo generacional en el mercado laboral. Por lo que, ante más jubilación a la vista y menos jóvenes para cubrir las vacantes, brota el riesgo de escasez de mano de obra cualificada, lo que podría frenar el crecimiento económico y aumentar la dependencia de trabajadores externos.
El informe concluye que la Formación Profesional será un pilar esencial para revertir esta tendencia, en especial en los grados medios vinculados a sectores estratégicos como la construcción, la industria manufacturera, el comercio y los cuidados, ámbitos donde se concentrará gran parte de la demanda en los próximos años.

