Carlos Díaz dimitió como director del Servicio Canario de la Salud (SCS) el pasado 23 de julio argumentando "razones personales". Este jueves, un mes después de abandonar el cargo, ha conseguido una plaza como técnico titulado superior en la Dirección de la Gerencia del Hospital de Nuestra Señora de la Candelaria (Tenerife).
Su nuevo puesto, que corresponde al área de atención especializada, aparece reflejado en una resolución a la que ha tenido acceso Atlántico Hoy. Díaz estaba inmerso en una oferta pública de empleo (OPE) —a la que podía optar al ser titulado en Economía— que le costó algunas críticas por ser juez y parte del proceso cuando era el máximo responsable del SCS.
Proceso selectivo
El texto donde se le adjudica la plaza —firmado por José Ángel González, el director general de Recursos Humanos del organismo público— recoge que se trata de un proceso selectivo excepcional de estabilización del empleo temporal de larga duración. Dentro, eso sí, del cupo de plazas vacantes.
Pero la cosa no queda ahí, porque también está constituido por un concurso de méritos. Merece la pena resaltar que Díaz ha logrado la plaza dentro de la categoría ADE / Grupo A1, que está relacionado con la gestión y servicios.
Cronología
El plazo para presentar los méritos comenzó en agosto de 2024 y terminó en septiembre. Una vez pasó el tiempo, el economista de formación pudo comprobar los resultados provisionales de la fase de concurso el 14 de febrero de este año y las plazas ofertadas se conocieron el 4 de julio, tan solo dos semanas antes de que dimitiera del cargo.
En cuanto a su gestión como director del SCS a lo largo de dos años, además de estar inmerso en negociaciones junto a los sindicatos, trabajó con el objetivo de sacar adelante un procesador de datos más potentes para unificar la información de los pacientes canarios con los datos del resto del Estado.
Listas de espera
Es un procedimiento que, como informó este periódico, sacó a licitación en la Plataforma de Contratación del Estado. La reducción de las listas de espera también ha estado entre sus prioridades consiguiendo, por ejemplo, reducir el tiempo de espera para una cirugía en casi un mes, situándose en los 122 días.
Llegó a poner sobre la mesa que "lo importante a la hora de gestionar la lista de espera es intervenir al paciente lo antes posible, de ahí que evitar la demora cobre una relevancia especial en la planificación establecida".
La polémica
Una de las principales polémicas que lo rodearon fue, precisamente, que se presentara a la oferta de empleo público siendo director del SCS. Su incompatibilidad estaba relacionada con sus tareas de planificar los acuerdos relacionados con el procedimiento.
Los grupos de la oposición le solicitaron hasta en tres ocasiones que respondiera preguntas sobre este asunto en la comisión de sanidad, pero ninguna de las veces se presentó.
