Imagen de unos churros con chocolate y una lata de Clipper / AH
Imagen de unos churros con chocolate y una lata de Clipper / AH

En la churrería más antigua de Canarias los churros se mojan en Clipper: "Pues está bueno"

La histórica Churrería Melián, con más de 60 años en Telde, revive su popularidad tras un vídeo viral que muestra su tradición, su receta original y la sorprendente costumbre de mojar churros en Clipper

Irene Cartaya

Hay lugares que parecen resistir al paso del tiempo. Rincones donde el aroma, el ruido de la sartén y la calidez de un saludo familiar funcionan como un puente directo hacia la infancia. En Telde, uno de esos espacios sigue encendiendo recuerdos cada mañana: Churrería Melián, un pequeño local que lleva más de medio siglo preparando el mismo desayuno que tantas generaciones han convertido en ritual.

Aunque su historia ha trascendido de boca en boca durante décadas, su popularidad se multiplicó recientemente gracias a un vídeo que devolvió al establecimiento una visibilidad que nunca buscó, pero que ha vuelto a situarlo en el mapa de churrerías de Canarias.

Un vídeo inesperado

La publicación llegó desde la cuenta de TikTok @Guachinchesmodernos, que recorrió el interior del local mostrando su barra estrecha, el fogón encendido y la rutina de quienes llevan toda una vida sirviendo churros. Lo que llamó la atención del público no fue solo la estética del lugar, sino un gesto que para muchos resultó sorprendente: en esta churrería, los churros se mojan en Clipper, una costumbre que en la grabación califican como “obligatoria”.

La combinación, tan insólita como auténtica, despertó una ola de curiosidad. Para algunos fue un descubrimiento y para otros, una puerta abierta a la nostalgia.

Medio siglo de historia

La Churrería Melián abrió en 1959 y desde entonces ha sobrevivido a transformaciones urbanas, cambios de tendencia y momentos en los que la cocina tradicional parecía destinada a un segundo plano. A lo largo de tres generaciones, el local ha mantenido una misma línea: conservar la receta original y el trato cercano que lo caracterizó desde su fundación.

Sin ampliaciones, sin estética pensada para redes sociales y sin reinvenciones forzadas, este negocio familiar ha permanecido fiel a su esencia. Parte de su magia reside en esa resistencia al artificio, en la calidez de lo cotidiano y en un precio que también forma parte de su identidad: por 3,50 euros, los clientes pueden disfrutar de una ración generosa de churros recién hechos.

@guachinchesmodernos Alucinando nos quedamos con la costumbre de mojar los churros en @refrescoclipper que tienen en Churreria Melián, pero más sorprendidos estamos cuando nos han escrito cientos de personas para decirnos que eso lo hacen en Granadilla “de toda la vida también ”😂 De locos!! 👉Churrería Melian tiene 3 generaciones y data de antes de 1959 📍C/Lagunetas 3. Telde, Gran Canaria ⏰Abre de Jueves a domingo ☎️928695033 💳No hay datáfono Gracias a Paco y Celina, por el ratito que pasamos y por ese arte que tiene. La verdad no sabemos el precio porque no nos quiso cobrar, no esperábamos su gesto y se lo agradecemos mucho. 🙏No conocemos ninguna que sea más antigua que esta ¿y tú?. ¿Te animas a mojar el churro en clipper de fresa😂? . #churrería #grancanaria #churros #clipper #islascanarias ♬ sonido original - Jonay&Joana

Una fama renovada

La reacción al vídeo viral confirma algo que muchas veces pasa inadvertido: en un escenario gastronómico saturado de propuestas modernas, menús fotogénicos y locales diseñados para el impacto visual, siguen existiendo espacios donde la tradición ofrece un valor que trasciende la moda.

El público no solo ha celebrado la curiosa mezcla de churros con Clipper, sino también la supervivencia de un establecimiento que sigue funcionando exactamente igual que hace décadas. La conversación generada en redes se ha extendido por barrios, municipios e incluso otras islas, demostrando que lo cotidiano también puede emocionar.

Un símbolo local

Churrería Melián se ha convertido, quizá sin proponérselo, en un símbolo de la vida de barrio. Su éxito no responde a una estrategia de marketing ni a una renovación estética, sino a una manera de hacer las cosas que conserva el sabor de lo auténtico. Los vecinos de Telde lo saben, pero ahora también lo reconocen miles de personas que han descubierto el local a través de una pantalla.

Ese es quizá el mayor logro del vídeo: mostrar que la gastronomía tradicional sigue teniendo un espacio relevante en la cultura popular y que, incluso en la era de las redes, hay desayunos capaces de despertar emociones que no caducan.

Un valor que permanece

El fenómeno viral no ha cambiado la esencia del negocio ni aspira a hacerlo. Los responsables continúan trabajando como siempre, atendiendo a clientes habituales y a curiosos que llegan atraídos por la mezcla de historia, sencillez y una receta que no necesita grandes artificios para convencer.

Lo que sí ha logrado la repercusión es recordar que, en Canarias, todavía existen lugares donde el día comienza con el olor a masa frita, el sonido de una radio encendida y la certeza de estar entrando en un espacio que ha acompañado a varias generaciones.