CleceVitam, la residencia donde los mayores hacen lo que realmente les gusta

El centro aplica unas terapias personalizadas para cada residente que les ayudan a ser más resolutivos y autónomos, ralentizar su envejecimiento y no olvidar

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Magadalena, residente de CleceVitam Vía Ronda, teje un chaleco para su nieto. / AH
Magadalena, residente de CleceVitam Vía Ronda, teje un chaleco para su nieto. / AH

“Yo trabajaba dando clases de confección. Tenía dos máquinas de coser, una industrial y otra transportable”, cuenta Magdalena, usuaria de la residencia CleceVitam Vía Ronda de La Laguna, mientras muestra la prenda en la que está trabajando con sus agujas de punto.

Magdalena lleva unos días hilando un chaleco para su bisnieto. Tras toda una vida dedicándose a confeccionar prendas, tejer es uno de sus pasatiempos favoritos en la residencia en la que vive desde hace menos de un año.

Actividades personalizadas 

CleceVitam Vía Ronda abrió sus puertas en octubre de 2022 y entre sus objetivos estaba el de darle una vuelta a las ocupaciones clásicas que realizan los residentes habitualmente en un centro de mayores.

Cuando llegan nuevos usuarios, se recopilan todos los datos relevantes sobre las aficiones que han tenido a lo largo de su vida, sus gustos, en qué trabajaban o qué preferencias tienen. Con esta valoración, un equipo multidisciplinar hace un perfil de cada residente y comienza a trabajar en un programa de ocio minuciosamente personalizado para ellos.

“Cogemos su historia de vida y elaboramos actividades centradas en la persona”, cuenta a Atlántico Hoy, Verónica Pérez, directora del centro. Eso es lo que, a su juicio, diferencia al centro de otras residencias.

Talleres de todo tipo

El equipo está compuesto por una psicóloga, una fisioterapeuta y una técnica de actividades socioculturales. Juntas dividen a los residentes en subgrupos y personalizan el entretenimiento de los usuarios para que sea de su agrado y favorezca sus habilidades físicas, cognitivas y sociales.

Pero tejer no es lo único a lo que dedica su tiempo Magdalena. “Hacemos talleres de pintura, leemos, escribimos…”, narra. Los usuarios también hacen talleres de teatro o de cine. Ella tiene una libreta en la que anota las cosas en las que piensa cada día, y en la que se ha lanzado a escribir algún relato de ficción.

Ylenia, la técnica de funciones socioculturales del centro, explica que esa iniciativa en concreto se ha puesto en marcha porque entre los residentes hay algunos que llegaron a publicar novelas hace tiempo.

Fiestas temáticas

Para el mes que viene, el equipo está preparando una fiesta temática de bailes mexicanos. Algo que a Magdalena le hace mucha ilusión porque sabe que ella será parte de quienes se encarguen de confeccionar los trajes.

Una residente de CleceVitam Vía Ronda participa en una actividad junto a una empleada del centro. / AH
Una residente de CleceVitam Vía Ronda participa en una actividad junto a una empleada del centro

Todos los meses, el equipo organiza alguna celebración especial como esta. En junio, por ejemplo, prepararon una gala para elegir al mister y la miss de la residencia, en la que precisamente Magdalena fue parte del jurado y en la que también participaron familiares.

Mejorías tangibles

De cuando en cuando, la residencia, además, organiza salidas en grupos reducidos. No solo por La Laguna, sino a distintos lugares de la isla. Todas estas actividades personalizadas tienen enormes beneficios psicológicos y físicos para cada usuario en esta etapa de sus vidas.

Su ánimo mejora, son más autónomos, resolutivos y atentos, ejercitan la memoria… Y los resultados son palpables. Durante los últimos meses, la residencia ha estado organizando también sesiones de debate en las que se ofrece una temática a los participantes y estos pasan horas exponiendo sus puntos de vista y argumentándolos.

“Les hace sentir que son útiles y que su opinión se tiene en cuenta”, explica Ylenia, que también habla de otras actividades terapéuticas como la risoterapia, para hacerles reír a carcajadas, o la musicoterapia, para recordar a través de la música.

Ubicación estratégica para una necesidad insular

Ahora mismo, CleceVitam Vía Ronda acoge a 78 residentes. La mayoría son tinerfeños, pero algunos se han desplazado de otras islas e incluso de otros países. 

Con una capacidad de 167 usuarios y menos de un año desde su apertura, las expectativas de futuro del centro son muy positivas. Verónica Pérez, su directora, explica a Atlántico Hoy que la llegada de CleceVitam Vía Ronda ha servido para responder a la demanda de camas residenciales que existe en Canarias, y asegura que el centro está teniendo muy buena acogida.

Su localización, junto al Seminario Diocesano de La Laguna, y la amplitud de sus instalaciones y jardines hacen de la residencia un lugar idóneo para atender a las necesidades no solo del área metropolitana, sino de toda la isla de Tenerife.