¿Conoces la osteopatía cráneo sacral?

¿Quieres saber si la osteopatía cráneo sacral es para ti?

Te presentamos esta técnica manual que, por medio de una leve presión de manos, y a través de la percepción sutil de los movimientos del líquido cefaloraquideo, puede detectar y mejorar los desequilibrios del sistema cráneo-sacral causantes, según numerosos expertos y defensores de esta terapia, de disfunciones sensitivas, motoras o neurológicas.

El director del Centro Intergral de Terapias Naturales Atlantaria, Francisco Díaz, ha explicado al medio digital AtlánticoHoy que esta terapia se basa en regulaciones de las articulaciones de los huesos del cráneo. "Las personas con disfunciones muestran ciertos movimientos articulares de los huesos del cráneo que no son correctos en compraración con los que presentan las personas sanas", comenta el experto.

Por estar relacionada con el cerebro y la médula espinal, y estos órganos ser el centro coordinador del todo el organismo, "al actuar en él podemos mejorar estas disfunciones y, consecuentemente, actuar en la salud y el bienestar del cuerpo entero", asegura.



La osteopatía cráneo sacral es una terapia "bastante sutil", que implica "sentir los movimientos articulares del cráneo y ver qué disfunción tiene, para posteriormente regularlos", explica.

Las terapias naturales parten de la base de que el cerebro es un conjunto. "Pensamientos, sentimientos, vida diaria, trabajo, todos los aspectos de tu vida van a influir en tu estado anímico, físico y a todos los niveles", afirma Díaz. Así, cuando cualquier aspecto de tu día a día te afecta, "va a disfuncionar la energía, lo primero, por lo que ya empieza a disfuncionar a todo tu cerebro y la estructura de alrededor, que es el cráneo", matiza. Este es el patrón que va a marcar algún tipo de problema.

Cuando tenemos precoupaciones, los pensamientos "van a estar involucrados en ellos, ya sea al nivel del consciente o del subconsciente y, por consiguiente, el cerebro va a involucrar a los movimientos de los propios huesos del cráneo", prosigue el director de Atlantaria, quien especifica que en el cráneo existen articulaciones para hacer ligeros movimientos "o, de lo contrario, serían todo macizo".

Tensiones cotidianas
"Cuando hay tensiones, las articulaciones de los huesos del craneo se contraen, lo que puede repercutir en cualquier parte del cuerpo, pues en él se reflejan todas las partes". Este concepto se basa en las teorías holísticas, que defienden que "en cualquier parte esta la representación del todo". De este modo, un terapeuta puede trabajar "en cualquier parte, el todo, y en eso se basan todas las reflexologías, como la podal, la auriculoterapia, etc.", añade.

"Cuando hay tensiones, las articulaciones de los huesos del craneo se contraen, lo que puede repercutir en cualquier parte del cuerpo, pues en él se reflejan todas ellas"
Díaz matiza al respecto que en "cualquier tipo de patología lo debe diagnosticar y tratar un médico", y que en Atlantaria lo que hacen es "mejorar dolencias".

Asimismo, cuentan con un profesional de la medicina que supervisa todas acciones. Aparte, el director de la escuela explica que son muchos los alumnos médicos, algunos ya profesionales de renombre, que acuden a formarse allí en acupuntura.

Por otro lado, el responsable matiza que "las personas que defienden estas terapias lo hacen porque ven los resultados". Sin embargo, asegura que los que las critican no suelen tener mucha idea de en qué consisten".

 "El paciente es el que debe hablar o no de la eficacia de las terapias, no nosotros", remarca.




Procedimiento

• La sesión de terapia cráneo sacral se desarrolla normalmente en un lugar tranquilo, privado y, con temperatura y luz agradables.
  
• Durante la sesión, el terapeuta evalúa y corrige las restricciones que puedan existir dentro del sistema craneosacral mediante maniobras muy sutiles.
• En algún momento se puede sostener o flexionar alguna parte del cuerpo para facilitar un proceso de liberación de posibles tensiones acumuladas en los tejidos.
• Las percepciones durante la sesión son diferentes en cada persona. Se puede sentir una relajación profunda e, incluso, llegar a dormirse. Esto forma parte del mecanismo natural del organismo para recuperar la movilidad y funcionalidad de las estructuras.