Imagen de un charco en El Hierro / HOLA ISLAS CANARIAS
Imagen de un charco en El Hierro / HOLA ISLAS CANARIAS

Las cremas solares ponen en riesgo la vida marina en los charcos de Canarias

El biólogo Eduardo Martín alerta del daño de los protectores solares en los ecosistemas costeros de las islas, donde los compuestos químicos alteran el ADN de los peces y afectan al fitoplancton

Alberto Ley

En Canarias, los charcos marinos son un atractivo natural que combina ocio y biodiversidad. Sin embargo, lo que muchos bañistas desconocen es que su crema solar puede convertirse en una amenaza silenciosa para estos ecosistemas cerrados, donde el agua se renueva lentamente.

El biólogo Eduardo Martín, conocido en redes sociales como @edu.martin05, ha viralizado en TikTok una advertencia: “Casi el 25% de la crema solar se desprende en el agua y acaba impregnada en las rocas, los sedimentos o el propio charco”. El problema, subraya, está en los compuestos químicos presentes en la mayoría de estos productos, como la oxybenzona o el oxinozato, “que han demostrado ser dañinos para la vida marina e incluso están prohibidos en países como Hawái”.

@edu.martin05 Cuando hablamos de charcos costeros, mucha gente piensa en piscinas naturales. Pero en realidad son ecosistemas frágiles llenos de vida: larvas de peces, algas, pequeños crustáceos… auténticas guarderías marinas y la casa de muchas especies de animales y de plantas. El problema es que cada vez que nos bañamos en ellos con crema solar, liberamos parte de esa crema al agua. (Hasta un 25 %). Y ahí se quedan sus componentes: oxibenzona, octinoxato, nanopartículas de zinc o titanio… sustancias que han demostrado ser tóxicas para la vida marina. Algunos de estos filtros solares han sido prohibidos en Hawái por alterar el ADN de los peces, inhibir el crecimiento del fitoplancton y afectar incluso a mamíferos marinos por bioacumulación. Y no, ni siquiera las cremas “eco-friendly” están libres de culpa. Estudios del CSIC y de la Universidad de Alicante han demostrado que ciertas cremas con filtros inorgánicos, como el óxido de zinc, pueden inhibir hasta en un 97 % la eclosión de larvas de crustáceos como Artemia salina. En los charcos, donde no hay renovación constante del agua, el impacto es aún mayor. Por eso es tan importante tomar conciencia y actuar. En este vídeo te explico cómo evitarlo de forma sencilla: con camisetas UV, aplicando la crema tras el baño o simplemente recordando que ese charco no es tuyo. Es hogar de muchas especies que no tienen otro lugar donde vivir, y otras para las que es la primera etapa del resto de su vida. #tenerife #canarias #charcos #curiosidades #vlog ♬ sonido original - Edu Martín~Un fisco de ciencia

Alteración del ADN 

Las investigaciones citadas por Martín apuntan a que estas sustancias químicas alteran el ADN de los peces, inhiben el crecimiento del fitoplancton y afectan a los mamíferos marinos al introducirse en la cadena trófica. Un impacto que, en el caso de los charcos canarios, se intensifica: “Al ser lugares cerrados, donde apenas hay recirculación de agua, la concentración de estos compuestos es mayor y sus efectos se multiplican”.

La advertencia coincide con estudios internacionales que señalan que los filtros químicos presentes en los protectores solares pueden contribuir al blanqueamiento del coral, la reducción de la fertilidad en algunas especies y el desequilibrio de las comunidades marinas en aguas costeras.

Alternativas más sostenibles

Aunque el diagnóstico es preocupante, Martín ofrece soluciones prácticas para los bañistas que quieran disfrutar de los charcos sin comprometer su salud ni la del medio marino. Recomienda leer las etiquetas y optar por protectores solares que no incluyan compuestos químicos dañinos, usar camisetas o licras de protección solar, y aplicar la crema después del baño en lugar de antes.

“Los charcos no son tuyos, son de quienes viven en ellos”, recuerda el biólogo, apelando a una responsabilidad compartida en la conservación de este patrimonio natural.

El reto de la concienciación

El vídeo ha generado debate en redes y ha alcanzado a miles de usuarios que, en muchos casos, desconocían el vínculo entre el turismo de sol y playa y la degradación de los charcos marinos. Para los especialistas, el siguiente paso pasa por fomentar la educación ambiental y regular el uso de químicos en zonas sensibles, siguiendo el ejemplo de otros destinos turísticos.