Aunque parezca mentira, la crisis de la vivienda que está azotando a todos los rincones de Canarias está afectando a la educación. La correlación es más directa de lo que podría pensarse en un primer momento, ya que hay profesores en las Islas que han renunciando a sus plazas por la falta de vivienda y hay otros que aceptan plazas a cambio de vivir en malas condiciones habitacionales.
Este martes comienza el curso escolar y con él muchos profesores afrontan graves problemas para hospedarse. “Hemos llegado a conocer casos de docentes que han tenido que vivir en furgonetas o en residencias municipales saturadas porque simplemente no había alternativas”, explica María Perera, presidenta del sindicato ANPE en la provincia de Las Palmas.
A corto plazo
Esta situación se da especialmente para los profesores que cubren bajas y quienes prácticamente no pueden negarse a asumir el puesto. “En muchas ocasiones han acondicionado vehículos, han camperizado coches”, explica Gerardo Rodríguez, portavoz del sindicato STEC sobre este problema. “Un profesor tiene que estar en su puesto de trabajo al día siguiente de ser nombrado. Es muy difícil encontrar una vivienda así”, valora el portavoz.
Según explica Rodríguez, en nombramientos por un año entero sí que los profesores se ven más abocados a buscar un alquiler, aunque tengan que asumir precios más altos, pero en el caso de sustituciones cortas, hay docentes que optan por vehículos como una solución ante los altos precios y la falta de vivienda. “Conocemos a gente que lo ha hecho, que ha tenido que quedarse en infraviviendas, por decirlo así”.
Para ANPE esto representa una “barrera real” para el profesorado, esencialmente para quienes no tienen una plaza fija, ya que cuando se le adjudica plaza en otra isla “se enfrenta al reto enorme de buscar casa en muy poco tiempo, sin conocer la zona y con precios desorbitados”. Una situación que, según explica Rodríguez, se viene registrando desde hace “cinco o seis años”.
Constante aumento
El precio de la vivienda en alquiler no ha parado de aumentar en los últimos años. Según los datos del portal Idealista, en agosto de 2015 el precio de la vivienda en alquiler rondaba los 6,7 euros por metro cuadrado. Una década después, el precio alcanza los 15 euros por metro cuadrado. La cuestión es que esta situación se agrava en determinados territorios aún más, como las islas no capitalinas y las zonas turísticas.
Pero no solo es la vivienda en alquiler, también son los precios de la vivienda compartida, que se han disparado un 54,1% en los últimos cinco años, según un estudio realizado por el portal inmobiliario Fotocasa publicado recientemente.
Un sueldo para el alquiler
Según explican desde ANPE en islas como Lanzarote, Fuerteventura, y en el sur de Tenerife o de Gran Canaria, los alquileres superan el 40% o el 50% del sueldo de un docente interino. También destacan que hay zonas rurales, como en El Hierro, donde se da esta casuística. “Con esta situación, algunos profesionales se ven obligados a renunciar a plazas por la imposibilidad de encontrar alojamiento o de asumir su coste”, denuncia Perera. En el caso de La Palma, Rodríguez explica que la zona oeste, a raíz de la erupción, también está suponiendo un gran reto para los docentes, debido a los precios "desorbitados".
“Hay que tener en cuenta que muchas veces los nombramientos son para sustituciones cortas, por lo que no compensa pagar un alquiler tan elevado por el sueldo que se percibe por los pocos días o meses que se esté trabajando. En otros casos, los docentes interinos nombrados desconocen cuánto tiempo van a estar trabajando, lo que complica la situación”, explica la presidenta de ANPE.
Soluciones
Esta situación ha llevado a este sindicato a reclamar medidas urgentes porque consideran que la indemnización por residencia que reciben es “insuficiente”. Lo que reclaman es “un complemento retributivo pensado específicamente para afrontar la dificultad de encontrar vivienda a un precio razonable, como en Baleares, así como bolsas de viviendas públicas para docentes y la utilización de residencias escolares cuando haya plazas libres”.
Asimismo, exige que se facilite que los docentes trabajen “lo más cerca posible” de sus municipios de residencias, como solución a los problemas que están sufriendo a la hora de encontrar una vivienda. Desde STEC lo que reclaman es que la propia administración regional ponga en marcha una bolsa de viviendas específica para docentes, como ya ha puesto en marcha el propio sindicato. “La administración tiene más recursos para contactar con determinados propietarios y que haya una bolsa de vivienda destinada al profesorado”, apunta el portavoz.
“Lo que está ocurriendo supone un retroceso en nuestras condiciones laborales y, además, repercute directamente en el alumnado, pues cuando se queda sin profesor a veces no se encuentran sustitutos, lo que afecta a su aprendizaje”, denuncia Perera, quien resume que para garantizar una enseñanza de calidad se debe afrontar “este problema estructural”.
