Aparato del SCS para realizar resonancias magnéticas nucleares. / Consejería de Sanidad
Aparato del SCS para realizar resonancias magnéticas nucleares. / Consejería de Sanidad

Dos meses de espera para una resonancia urgente: “No es falta de radiólogos, sino de máquinas”

La sobrecarga asistencial, la falta de equipos operativos y la ausencia de sustituciones complican aún más el trabajo de los radiólogos en las Islas

ariadna

Aunque en las últimas semanas se ha insistido en que la sanidad pública sufre una escasez de radiólogos, sobre todo de cara al problema de los cribados de mama en Andalucía o el panorama de Madrid, la situación de Canarias no centra el problema solo en la falta de especialistas. La situación es más compleja, según señala el secretario general del Sindicato Médico en Canarias, Levy Cabrera

“No es que en Canarias haya ahora mismo un déficit tan acusado de radiólogos como ocurre, por ejemplo, con los médicos de familia. El mayor problema es que hay aparatos averiados que impiden trabajar con normalidad y eso eleva las listas de espera”, afirma.

Máquinas averiadas

Cabrera pone de ejemplo la problemática que está atravesando el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Tenerife. De sus tres máquinas de resonancia magnética, una lleva más de un año fuera de servicio y otra presenta fallos frecuentes, según denuncia el Sindicato Médico. Esto ha provocado que una resonancia urgente pueda demorarse hasta dos meses. 

Para ilustrar la gravedad de la situación, Cabrera expone que si el neurólogo sospecha de un cáncer cerebral en un paciente, no puede esperar dos meses para una prueba clave. Y, cómo ocurre en muchos otros ámbitos de Sanidad, la solución ha sido derivar los estudios a la privada, pero los hospitales privados también están desbordados: “Quirón, Rambla y Parque están saturados por las citas que se conciertan de la pública. Lo que antes se hacía en 15 días ahora puede tardar meses”. 

Y esta situación se repite en otras áreas, como la oncología radioterápica, donde, a pesar de tener “unos aceleradores geniales”, uno de ellos lleva cinco meses averiado “y no han podido arreglarlo”, dificultando la atención a pacientes oncológicos. 

Una radióloga realizando una resonancia / AH
Una radióloga realizando una resonancia / AH

Falta de profesionales

La falta de medios en condiciones se sobreponen así a la cantidad de especialistas. No obstante, desde el Sindicato de Médicos se insiste en que no hay suficientes radiólogos en las Islas. En los hospitales terciarios de Canarias trabajan entre 20 y 30 radiólogos, mientras que en los centros de islas no capitalinas apenas hay dos o tres. Ahí todo bien, pero se agrava si se tiene en cuenta la feminización de la especialidad, apunta Cabrera. 

Aunque un avance positivo, el sistema patriarcal continúa provocando que las mujeres sean las que más solicitan la reducción de jornada por cuidado de mayores, personas dependientes o menores, lo que repercute en la organización laboral. Es así que, por ejemplo, en la Candelaria casi un tercio de la plantilla tiene reducción de jornada. Estos huecos, como los causados por las bajas o permisos, no puede cubrirse “porque casi todas las listas de contrataciones de especialistas están vacías, entre ellos los radiólogos”. 

Especialidad importante

El problema tiene un contexto estatal: España cuenta con un 15% menos de profesionales sanitarios que la media europea mientras las pruebas de imagen — ecografías o TAC — no paran de crecer, impulsadas por el envejecimiento de la población, los cribados preventivos y la cronificación de enfermedades.

Los radiólogos, al ser “una especialidad transversal, esencial para que otras áreas hospitalarias puedan funcionar”, juegan un papel importante, pues “si no hay informe de las pruebas, no se puede operar ni realizar intervenciones”, explica Cabrera. 

Mucha carga actual 

Además de informar radiografías, TAC, resonancias o ecografías, los radiólogos son clave en programas como el screening de cáncer de mama — como se pudo ver en el caso de Andalucía —, cuya eficacia depende de la interpretación de las imágenes. 

Los radiólogos que tenemos no son suficientes para la carga actual”, tanto por la saturación de pacientes como demandas como la de ampliar el screening de cáncer de mama a mujeres menores de 50 y mayores de 69 años, debido al aumento de casos que se han visto en estas franjas de edad. 

No obstante, “tampoco sirve de mucho incorporar más si las máquinas no funcionan”, recalca Cabrera, que reitera que lo primero es garantizar equipos operativos y renovados. Sin eso, no se puede reducir la lista de espera, que se sitúa, según los últimos datos de la Consejería de Sanidad canaria a 30 de junio, en 56,08 días de demora media para TAC y 122,41 días de espera media para ecografías simples.