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Grietas en las paredes del centro de Educación Especial de Siete Palmas y la piscina cerrada / AH

Educación no tiene alternativa para los 100 niños del centro de Educación Especial Siete Palmas

Las familias han presentado un escrito a la Consejería expresando su frustración por las condiciones en las que se encuentra el centro, desde deficiencias graves en agua y luz hasta grietas en las estructuras

Las familias del alumnado del Centro de Educación Especial Siete Palmas se han organizado para presentar un escrito a la consejería de Educación y mostrar su “indignación y enfado” ante la decisión de reabrir el colegio sin garantizar las condiciones óptimas para los niños y niñas después de las obras que se están llevando a cabo. 

Desde la Asociación de Familias del Alumnado (AFA), aseguran que se sienten frustrados por la mala gestión que se ha producido y afecta a sus hijos e hijas, que presentan necesidades especiales. Educación asegura que esta decisión se ha tomado ante la imposibilidad de una alternativa, pues “no hay ningún centro que pueda albergar a 100 alumnos y alumnas con discapacidad”. 

Sin acudir al centro

En la circular enviada a las familias desde el centro, se advierte que falta limpieza tras las obras y que el suministro de agua será inestable en los primeros días. Ante esto, la dirección ha dado la libertad a las familias de decidir si consideran oportuno llevar o no a sus hijos e hijas al colegio. 

Eso ha dado pie a que “muchos padres no han enviado a sus hijos e hijas al centro hoy. Quienes lo han hecho es porque trabajan y otros que han tenido que dejar de trabajar para poder quedarse con ellos”, cuenta Demelza Romero, presidenta de la AFA. 

No cumple las condiciones

Romero señala que el centro “no está para abrirlo”: “Han tenido que pedir refuerzo de limpiadoras porque está todo sucio de las obras; hay herramientas en los baños, por lo que algunos no se pueden utilizar y los niños están teniendo que compartir, cuando de habitual hay un baño operativo por aula. Y como siguen las obras, tienen que estar abriendo y cerrando la llave de paso”. 

No obstante, esto no solo se debe a las últimas obras hechas. En el escrito a la Consejería, las familias apuntan que el colegio no reúne las condiciones mínimas para acoger a sus hijos de por sí, pues presenta “deficiencias graves en agua y luz, grietas en las estructuras, suelos levantados, espacios inseguros… y, como llevamos denunciando desde hace años, una piscina cerrada desde 2010 que es imprescindible para los niños con necesidades específicas, y que sigue inutilizable”.

Se trata de una situación especialmente delicada al ser un colegio que atiende a niños y niñas con necesidades educativas especiales. “Son dependientes y tienen todo tipo de discapacidad, como parálisis cerebral o problemas pulmonares y cardiacos”, expone la presidenta de la AFA, quien añade que todo el movimiento de las obras supone un trastorno para el alumnado. 

Baños con herramientas y sin terminar / AH

Falta de compromiso

Las familias consideran que la actuación de Educación demuestra el abandono hacia el centro, profesorado y los propios niños y niñas. “El colegio intenta hacer todo lo posible por el alumnado porque los niños lo necesitan, pero la consejería se ha limpiado las manos”, asegura Romero. 

No han ofrecido ninguna alternativa para intentar ubicar en este tiempo a los niños en otro sitio, mientras se arregla todo”, añade a la vez que indica que el centro ha puesto varias quejas — “sin recibir respuestas claras ni soluciones” — y las familias van a presentar un escrito en la Consejería. “Esta falta de compromiso y sensibilidad hacia nuestros hijos, los más vulnerables, es inaceptable”, recoge el documento redactado por la AFA. 

Ninguna alternativa

Educación asegura que “lamentablemente no hay alternativa”, ya que “no hay ningún centro que pueda albergar a 100 alumnos y alumnas con discapacidad”. No obstante, aseguran que “si se les ha permitido continuar es porque pueden llevarse a cabo las clases”. 

Asimismo, apuntan que “el mantenimiento y limpieza de los Centros de Educación Especial corresponde a los ayuntamientos”, pero que en este caso, la consejería ha asumido las obras “de manera excepcional para agilizar los trabajos”. 

Según afirma el área gestionada por Poli Suárez, “la empresa de fontanería estuvo trabajando toda la Semana Santa en el centro, incluidos los días festivos (jueves, viernes, sábado y domingo)” y que “limpiaron”, aunque “quedó algo de polvo” del que se encargaría la empresa de limpieza del centro. 

Una de las nuevas tuberías instaladas en el centro tras las obras / AH

“Abandonados”

Para Romero, esta situación refleja la realidad del apoyo y atención que recibe la educación especial en las islas. “Nos tienen abandonados en todos los sentidos, tanto en los centros educativos — desde el estado de las infraestructuras y los recursos — como en la oferta, por ejemplo, de cursos de verano”. 

En este sentido, describe que el centro contaba con una aula sensorial y han tenido que emplearla como otra aula más para poder ubicar a los alrededor de 139 niños y niñas que acuden al colegio, a pesar de que el ratio es de unos 90 a 95 estudiantes. Una demanda que se ve reflejada en los campus de verano, ya que “solo hay seis plazas hasta los 13 años para tantos niños”, cuenta la presidenta de la AFA. 

Posibles concentraciones 

“Como padres nos sentimos bastante mal y frustrados porque hay muy poca ayuda para nuestros niños”, reitera Romero, que señala que “hay más centros en esta situación”. “Queremos que se nos escuche para que nuestros niños tengan calidad de vida en el colegio, el profesorado pueda atenderlos en condiciones y las familias nos podamos quedar tranquilas”, concluye. 

En el escrito exponen que “están al límite” y si se sigue ignorando la situación, tomarán las “medidas necesarias”, entre ellas la convocatoria de concentraciones y movilizaciones, así como acudir a la vía judicial “si llegado el momento fuese necesario”.