En esta historia, Superman creció entre plataneras, con el Teide al fondo y el alisio en la cara. No es broma. Es la nueva versión del superhéroe creada por El Típico de Tenerife, un artista gráfico que ha conquistado Instagram con unas viñetas que reinterpretan al hombre de acero con mucha ironía y acento canario.

En su universo paralelo, San Borondón no es un mito, sino el planeta natal de Superman. Pero igual que en los cómics clásicos, fue destruido. El único superviviente cayó en el norte de Tenerife, donde lo adoptaron Don Jonás y Doña Marta Kent, agricultores que le pusieron por nombre Clark-Acaymo.

Criado en la isla

Desde pequeño, supieron que el niño era especial —especial tipo levantar una guagua con una sola mano—. Por eso decidieron ocultar sus poderes, mientras crecía rodeado de plátanos, arena negra y cariño. Con el tiempo, Clark-Acaymo se convirtió en un pibe tinerfeño más, con su degradado perfecto, sus gafas de sol atadas con cuerdita y sus bermudas —vamos, el típico outfit de festival—.

Cuando creció, y como buen superhéroe, quiso estar cerca de la información, así que encontró trabajo como periodista en un periódico local. Eso sí, le tocó cubrir lo más duro: las colas infinitas de la TF-5. Lo hacía sin que nadie sospechara que, cuando era necesario, salía volando para rescatar a alguien... aunque la calima dificultara un poco su visión.

El refugio del Teide

Para escapar del estrés, Superman se construyó su fortaleza de la soledad en el lugar más mágico del archipiélago: el Teide. Un rincón donde poder enamorar a su chica, Lali Lane, entre mar de nubes y atardeceres imposibles. Allí no necesitaba capa. Solo bastaba el paisaje para sentirse invencible.

Pero todo cambió. Lo que antes era un paraíso, hoy está “masificado a muerte”. Miradores que parecen discotecas, coches por todas partes, quads invadiendo senderos y turistas sin respeto. Superman empieza a sentirse como muchos canarios: desplazado en su propia casa. Y entonces aparece su peor enemigo.

Lalo Lapa, el villano

En esta historia no es Lex Luthor quien amenaza su mundo, sino Lalo Lapa, el antagonista perfecto. Su misión no es conquistar la Tierra, sino turistificar las Islas Canarias hasta el extremo. Quiere convertir playas y montes en decorados vacíos, expulsar a los locales con precios imposibles y vender cada parcela a quien venga de fuera con dinero y pocas ganas de integrarse.

Clark-Acaymo ya no lucha solo contra terremotos o meteoritos, sino contra una realidad que parece imparable. “¿Es una pardela? ¿Es un Binter? Ni idea, yo no veo nada con la calima esta”. El humor no es gratuito. Es una crítica con capa, una llamada a la acción disfrazada de broma viral.

Un cómic con mensaje

No es la primera vez que El Típico de Tenerife publica una serie de viñetas críticas con la realidad actual de Canarias. Con un estilo gráfico colorido y una narrativa ágil, este artista logra tocar la fibra de muchos canarios que se reconocen en la historia. Porque detrás de las risas hay un mensaje muy serio sobre identidad, pertenencia y sostenibilidad.

¿Puede un superhéroe salvar un territorio del turismo descontrolado? ¿O hace falta más ciudadanía consciente, más leyes valientes y más responsabilidad colectiva?

Defensa con humor

Con esta parodia local, Superman se convierte en símbolo. No de fuerza sobrehumana, sino de lo que muchos sienten: amor por su tierra y miedo por perderla. Porque detrás del humor hay dolor. Y detrás de cada dibujo, una defensa feroz del paisaje, la cultura y la gente que hace únicas a las islas.

Quizá Clark-Acaymo no pueda vencer solo a Lalo Lapa. Pero al menos nos ha recordado que todos, incluso sin capa, podemos ser parte del cambio.