España tiene un plazo máximo de doce semanas desde el inicio de la erupción del volcán de La Palma, para solicitar que la UE active el Fondo de Solidaridad creado para intervenir ante catástrofes naturales graves, y seis semanas y media después del comienzo, todavía no lo ha pedido.
En caso de que no lo hiciese a tiempo, perdería la posibilidad de que el Fondo de Solidaridad se pusiese en marcha, ha indicado la directora de la Representación de la Comisión Europea en España, María Ángeles Benítez, quien ha destacado que podría haber matices sobre en qué momento comenzó la catástrofe, si cuando el volcán entró en erupción, o cuando la lava comenzó a correr, por ejemplo.
Para activar ese mecanismo de solidaridad, las autoridades españolas deben presentar una solicitud y demostrar que los daños directos totales provocados por la catástrofe superan el 1,5% del Producto Interior Bruto medio de la región afectada.
En el caso de las regiones ultraperiféricas, como Canarias, pueden solicitar recursos cuando los daños asciendan al 1% de su PIB, que en el caso de este archipiélago supone 457 millones de euros.