"Hay quienes no tienen 5.000 euros para luchar contra la termita de Tacoronte"

La directora técnico comercial de Seranca, Ruth Bolaños, analiza los peligros de las plagas más frecuentes en verano así como la lucha para erradicar la nueva termita invasora

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Con el periodo estival empieza la época de más trabajo para las empresas de control de plagas. Las cucarachas, las moscas y mosquitos, roedores, hormigas y termitas, entre otros, aumentan en número provocando no solo la repulsión de muchos, sino otro tipo de problemas que pueden llegar, incluso, a ser graves: contaminaciones alimentarias, transmisión de enfermedades, destrucción de mobiliario, etc., por lo que constituyen una preocupación especialmente seria para los establecimientos hoteleros o el sector de la restauración. 

En el calor y la humedad típicos de estos meses encuentran el hábitat perfecto para reproducirse, causando serios problemas en muchas ciudades, motivo por el que muchos ayuntamientos invierten importantes partidas de forman periódica para mantener las plagas a raya, porque exterminarlas del todo parece imposible. Hay que tener en cuenta que solo una cucaracha pone hasta 50 huevos en un mismo proceso de gestación y a lo largo de toda su vida dará a luz entre 200 y 600 crías.

hormiga y mosquitoAlgunos de los insectos que más abundan en verano | SERANCA

Aunque todas las plagas son indeseables, la última en llegar, la de la termita localizada principalmente en Tacoronte (Tenerife), que corresponde, según diversos estudios, a la especie invasora Reticulitermes flavipes, originaria de Estados Unidos, es la que más preocupación causa entre los expertos, pues se está expandiendo a una velocidad considerable y ha obligado a las empresas profesionales del sector a recibir formación especializada para contenerla ante su evidente poder destructivo y su resistencia a los tratamientos habituales .

Otro tipo de plagas llegaron el año pasado a rozar, en la capital tinerfeña, los niveles máximos de presencia, como es el caso de las ratas, especialmente en ciertos puntos del centro y en el Distrito Suroeste, a causa de la abundancia de solares. Sin embargo, cuando Seranca, la adjudicataria de este servicio, comenzó a actuar en Santa Cruz se pasó de 60 incidencias al mes con ratas y cucarachas a la mitad. He aquí una pequeña muestra de cómo la presencia de profesionales puede dar la respuesta más adecuada a un problema de salud pública. 

Seranca es una empresa de servicios especializada en Higiene Alimentaria y Ambiental, presente en toda Canarias, que prioriza la eficiencia, la sostenibilidad y el respecto medioambiental. Al frente de su equipo comercial y técnico se sitúa Ruth Bolanos, quien responde a las preguntas de AtlánticoHoy para conocer, de primera mano, los peligros que acarrean las plagas en salud pública, cuáles son las principales amenazas en Canarias y la importancia de la prevención.

Ruth Bolaños
Ruth Bolaños | IMAGEN DE LA RED

- ¿Cuáles son los principales problemas o plagas que reportan los clientes con más frecuencia durante el verano en las Islas?
En verano, sobre todo las cucarachas, que están todo el año, pero en esta época se multiplican más. También nos piden muchos tratamientos de avispas, de insectos xilófagos, sobre todo de nuestra termita, no la detectada en Tacoronte, sino la de la madera seca, porque también hay bastante presencia de la misma. En esta época de calor a la hormiga le salen alas, motivo por el que nos piden muchos tratamientos contra ellas, sin olvidar contra las chinches en hoteles, que también está muy a la orden del día.

- ¿En verano las plagas se reproducen más?
Claro. El calor hace que a los insectos se les acelere el ciclo vital. También es la época de reproducción de las termitas, las aladas, y además, de las hormigas.

"Hay quienes lo están pasando muy mal. Los tratamientos de este tipo contra la termita de Tacoronte pueden llegar a los 5.000 euros perfectamente por una sola casa. Hay personas que no tienen ese dinero para este tipo de tratamientos"

- ¿Han notado concretamente en Tenerife un incremento de uno de los insectos más odiados: las cucarachas?
Sí, pero eso también toca mucho el tema del mantenimiento por parte de los ayuntamientos. Sobre todo con la cucaracha americana, que es la que vuela, la que sale del alcantarillado. En lo que respecta a la cucaracha alemana, la que llamamos la germánica, es más la de bares, la de alimentación. Esa se ve más en verano, en furgones de reparto. Nosotros llevamos las principales fábricas, como Coca Cola, Dorada, Libbys, Fonteide, Celgán, etc., y ahí no están los problemas, en absoluto, sino que los mismos ocurren muchas veces en el propio reparto. Van con los camiones llenos de mercancía y empiezan a recoger los envases vacíos para hacer las reposiciones en bares donde sí que está el problema. Meten cajas con cucarachas en los furgones y ya te dejan a ti lleno, a ti que antes no tenías. Suele pasar en los barriles también. Es un tema, sobre todo, de reparto.

"Antiguamente, a un controlador de plagas le decían que era un 'mata cucarachas'. Ahora es un trabajo muy digno. Alguien decía ¿qué sería del mundo sin nosotros? Muchos edificios importantes no existirían porque estarían comidos por las termitas. Hasta la comida sería toda artificial, por las plagas en la agricultura"

- ¿Esto lo hace más difícil de controlar?
Lo que tuvimos en Canarias fue un problema con la cucaracha alemana. Las empresas estábamos preocupadas porque se había producido en ellas una aversión a los geles. Para los grandes productores como Bayer, este sector es algo muy pequeño, pues ellos se centran más en medicamentos, productos fitosanitarios, etc. Hubo un proveedor, un fabricante catalán, que estudió el tema. Nosotros le llegamos a mandar cucarachas de diferentes puntos de Tenerife y Gran Canaria. Hicieron estudios que demostraron, efectivamente, la avesión que tenía la cucaracha a los azúcares. Cuando se hace la mezcla en los geles, cuanto más tiempo llevan en el bote, aunque no estén caducados, estos productos empiezan a generar unos azúcares que hacían que la cucaracha no se comiera ese gel. Pero gracias a este fabricante, que sacó un producto sin azúcar, se vio que este problema se solucionaba. Sí que hubo aversión a los geles. Hasta ese momento las empresas del sector estábamos preocupadas porque veíamos que no había manera, no se solucionaba.

serancaProfesionales de Seranca | SERANCA / AYTO SANTA CRUZ

- Entonces, ¿no se están volviendo resistentes a los venenos? ¿El problema era el rechazo a los azúcares?
Hay que cambiar la materia activa, pero con los geles no existía ninguna resistencia. Lo que se daba era eso, aversión a los azúcares. No se lo comían por eso. No es que no les hiciera efecto, es que no se lo llegaban a comer, por lo que no es una cuestión de resistencia. Ya eso se ha resuelto. 

- ¿Los hoteles y el sector de la restauración son clientes habituales? ¿Estas empresas prestan un buen nivel de atención a este aspecto?
Sí. Están muy, muy concienciados, no solo en materia de plagas, sino también en lo que respecta a la prevención de legionella, una bacteria cuyo hábitat natural es el agua y mata. Prácticamente llevamos a todas las cadenas hoteleras. Tenemos un buen nivel de control en estos sectores, con cada vez más clientes. Hemos cogido más municipios y la gente se está concienciando cada vez más de que tiene que haber más presupuesto para que los ayuntamientos puedan controlar, sobre todo, el tema de las ratas.

"Las cucarachas no se están haciendo resistentes al veneno. No es que no les hiciera efecto, es que no se lo llegaban a comer por la aversión a los azúcares, por lo que no es una cuestión de resistencia. Ya eso se ha resuelto"

- ¿Ha cambiado mucho el sector recientemente?
El sector se ha profesionalizado mucho más. Antiguamente, los técnicos necesitaban un carnet de 20 horas, aplicador de plaguicidas en la industria alimentaria y ambiental, que era el que daban para poder aplicar estos productos. Esa Ley se derogó y nosotros, que llevábamos tiempo en el sector, pasamos a tener un certificado profesional, se nos auditaba nuestra formación y se nos daba el certificado profesional. Pero ahora, si queremos contratar a técnicos nuevos, tienen que tener unos ciclos de formación superiores, un FP II; por eso insisto en que se ha profesionalizado más. Ya no es "voy a poner veneno". Ahora, al ver una cucaracha, nos planteamos mucho más allá, como por qué llegó hasta allí. Al ver un ratón, no tengo que poner veneno. Pongo una trampa de toda la vida. Luego al cliente se le recomienda poner un burlete debajo de una puerta o sellarlo y ya lo tengo resuelto. Nosotros analizamos por qué vino el ratón, de dónde, por qué entró, y logramos que se apliquen menos insecticidas, etc. Por lo menos nosotros así lo hacemos. El tema de los insecticidas, el aplicar por aplicar, no es bueno para la protección medioambiental, pues eso le afecta. Lo que conseguimos con todo este planteamiento es ayudar al medioambiente, profesionalizar más el sector etc.

"La gente se está concienciando cada vez más de que tiene que haber más presupuesto para que los ayuntamientos puedan controlar sobre todo el tema de ratas"

Antiguamente, a un controlador de plagas le decían que era un 'mata cucarachas'. Ahora, ser un controlador de plagas merece su respeto, es un trabajo muy digno y alguien decía "¿qué sería del mundo sin nosotros?" Hasta muchos edificios importantes no existirían porque estarían todos comidos por las termitas. La comida sería toda artificial, por las plagas en la agricultura. Para mí, somos una de las profesiones más importantes.

- ¿Han llegado especies nuevas que les estén preocupando?
Sí, la termita que tenemos en Tacoronte. Nosotros, además, nos hemos formado contra ella. Hemos hecho ya pruebas en una casa en Tacoronte y con expertos de la Península también porque aquí hubo una empresa que se lanzó a la piscina, mientras que a nosotros nos llamaron y les dijimos que no teníamos la experiencia. Que hablaran con empresas de la Península, que ya estaban en contacto con el Gobierno. Hay gente que lo está pasando muy mal. Los tratamientos de este tipo pueden llegar a los 5.000 euros perfectamente por una casa. Hay personas que no tienen ese dinero para este tipo de tratamientos y están pidiendo préstamos. Es una pena que, a día de hoy, el Gobierno no haya hecho prácticamente nada.

- ¿Cuándo debe un cliente llamarles? ¿Cuándo es recomendable que soliciten la ayuda de profesionales como ustedes?
Yo lo recomiendo absolutamente. Piensa que estamos en Canarias y a las plagas le favorece el clima. Deben tenerlo en cuenta casi como cuando van a contratar la luz o el agua. Te lo digo de verdad. Yo hablo más de la prevención, pues siempre será más económico prevenir que luchar contra el problema. Es como un seguro. Contratas un seguro no esperando que vayas a tener un accidente, sino que, si lo tienes, estés cubierto, pero evitar tenerlo. Recomendamos que, cuando vayas a sacar el seguro de la vivienda y contratar luz y agua, cuentes con nosotros.

"En las fábricas no están los problemas, sino que los mismos ocurren muchas veces en el propio reparto. Van con los camiones llenos y empiezan a recoger los envases vacíos para hacer las reposiciones en bares donde sí que está el problema. Meten cajas con cucarachas en los furgones y ya te dejan a ti lleno de cucarachas, a ti que antes no tenías"

El problema de la termita la nuestra, la que vive en la madera, es muy grave también. Cuando empiecen a ver unas bolitas como huevitos, son sus excrementos. Losa ciudadanos no lo saben y lo limpian y ya está. Desde Seranca recomendamos que, desde que vean algo así, nos llamen, aunque no sea el insecto. Desde que vean algo anormal, que nos llamen, que tenemos diagnóstico gratruito y les asesoramos sin compromiso alguno. Siempre es mejor arreglar las cosas antes de que sucedan, no esperar a tener un problema de insectos real. Hay que atacar al primer indicio.