"La primera ola fue un sprint, pero hemos aprendido que la pandemia es una maratón, hay que dosificarse", comenta Natacha Sujanani, gerente del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Santa Cruz de Tenerife.La maratón española contra el coronavirus empezó en este hospital a finales de enero: fue el centro sanitario que tuvo que gestionar la primera muestra del primer caso de coronavirus del país, procedente de La Gomera, y que entonces se remitió al Instituto Carlos III.La Candelaria fue también el hospital que tuvo que lidiar a finales de febrero con la primera crisis sanitaria relevante en España, que alcanzó los titulares de los medios internacionales, cuando hubo que aislar y medicalizar un hotel de Adeje, en el sur de Tenerife, donde se diagnosticaron varios casos.Después, como en todas partes, llegaron los primeros ingresos en planta y en cuidados intensivos, los contagios y la merma de personal, los turnos doblados, las carencias en equipos de protección y también los primeros fallecidos."Fueron tiempos frenéticos, llegó a haber 51 pacientes en cuidados intensivos y 160 en planta de manera simultánea, implementamos un plan de contingencia con una UCI ampliada", con 82 UCI con respirador y hasta 102 en total, pero "por suerte no hubo que llegar a eso", relata Sujanani.El agotamiento del personal fue manifiesto, pero a partir de abril empezó a bajar la curva y en junio se retomó la actividad normal, aunque reforzada para recuperar la actividad quirúrgica y diagnóstica retrasada.
Segunda ola adelantada
En esta segunda ola que empezó en agosto la situación es diferente, la presión no es tanta y es similar en La Candelaria a la de los otros tres grandes hospitales de referencia de Canarias, la comunidad española menos afectada.En las 932 camas del centro hospitalario hay 83 pacientes covid. Quince de ellos están en UCI (de 63 unidades con respirador, con 30 de ellas sin ocupar) y 68 en planta (de las 867 plazas disponibles, con 284 libres). Las cosas se pueden torcer, así que hay un plan de contingencia listo, "sabemos como activarlo" en función de la evolución de la pandemia, "esperamos lo mejor pero estamos preparados para lo peor", explica Natacha Sujani.Entre otras medidas, las plantillas se han reforzado desde marzo, con 600 contrataciones, que se suman a los 6.200 efectivos habituales. Sobre todo se ha contratado enfermeros, aunque hay mucha escasez en España, auxiliares de enfermería y técnicos de laboratorio, pero también se han reforzado los servicios de limpieza y lavandería y personal de servicio.Además, se emplean todos los fondos necesarios para sufragar el material y las infraestructuras para luchar contra la covid, y hasta el momento han sido necesarios no menos de 20 millones de euros. Natacha Sujanani afirma que pese a las dificultades en ningún momento hubo escasez de equipos de protección individual (epi) en el hospital. Hubo preocupación porque se iban agotando, pero no hubo que hacer "inventos caseros", sostiene.🏥Los pacientes puntúan a La Candelaria con un 8,79 en la encuesta de satisfacción al Alta Hospitalaria 2019.Alrededor de 600 personas encuestadas destacaron positivamente la calidad de la atención médica y enfermera recibida➡️Más info: https://t.co/dTkZgSNKZ6
— Sanidad Gobcan (@SanidadGobCan) November 16, 2020