Imagen del último seísmo entre Gran Canaria y Tenerife / IGN
Imagen del último seísmo entre Gran Canaria y Tenerife / IGN

El Involcan descarta cambios volcánicos pese al repunte sísmico en Canarias

El instituto considera normal la actividad registrada entre Tenerife y Gran Canaria durante la última semana

Atlantico Hoy

El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) ha asegurado que la sismicidad registrada durante la última semana en el archipiélago es “ligeramente superior al promedio”, pero no supone un indicio de cambios en la actividad volcánica ni en Tenerife ni en Gran Canaria.

En una publicación difundida en sus redes sociales, el organismo dependiente del Cabildo de Tenerife explica que los recientes movimientos sísmicos —algunos perceptibles por la población— entran dentro de la normalidad de la actividad tectónica del territorio canario.

Actividad sísmica habitual 

El Involcan recuerda que Canarias se asienta sobre la placa tectónica africana, una zona sometida a una ligera actividad sísmica permanente debido a la existencia de varias fallas que atraviesan las islas y generan una sismicidad de fondo persistente.

Durante los últimos cinco años, el número medio semanal de terremotos ha sido de 26,8 en Tenerife, 1,1 en Gran Canaria y 8,1 en el canal que separa ambas islas, según los datos del instituto.

Seísmos recientes

Entre el jueves 16 y el domingo 19 de octubre, los equipos del Involcan detectaron más de 15 pequeños terremotos frente a la costa de Las Eras (Tenerife), con magnitudes máximas de 2,0 y profundidades situadas entre 15 y 25 kilómetros.

Asimismo, el 18 y el 21 de octubre se registraron dos sismos de magnitud 2,8 y 2,7, respectivamente, en el canal entre Tenerife y Gran Canaria, con hipocentros a unos 23–26 kilómetros de profundidad.

En Gran Canaria, el lunes 20 de octubre se detectaron seis pequeños temblores en las proximidades de Agaete, a unos dos kilómetros de profundidad, siendo el mayor de magnitud 2,2.

Un fenómeno recurrente

El Involcan recordó que “en ocasiones estos terremotos pueden alcanzar magnitudes suficientes para ser perceptibles”, como el ocurrido el 9 de mayo de 1989, localizado entre Tenerife y Gran Canaria, con una magnitud de 5,2, que fue sentido claramente en ambas islas.

Aun así, el organismo insiste en que los episodios recientes no son anómalos ni representan señales precursoras de actividad volcánica, sino que se enmarcan dentro de los patrones habituales del archipiélago.