Jacob Lorenzo: "Yo me preocuparía más de la gripe que tenemos que de este coronavirus"

¿Nos está despistando el coronavirus de vigilar más otras enfermedades? Analizamos la neumonía china con uno de los científicos que controla la alerta sanitaria en Canarias

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Jacob Lorenzo es el director del Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias, mismo centro investigador que quiso aportar sus servicios durante la crisis del virus del Ébola y que se ofreció a realizar los análisis y los diagnósticos del coronavirus de Wuhan en el Archipiélago, en un plazo máximo de 24 horas, tras saltar la alarma internacional. Asimismo, Lorenzo ha sido incluido recientemente en el comité de científicos que controla la alerta por este coronavirus en Canarias.

Este experto, con una dilatada carrera científica en el campo de las enfermedades tropicales y emergentes, afirma que la actuación en el caso positivo por coronavirus del turista de La Gomera ha sido "excelente" y recuerda la importancia de contar con más inversión en ciencia pues "cuando nos enfrentamos a situaciones como la actual, queremos respuestas" y "debemos darnos cuenta de que tenemos que reforzar e invertir muchísimo más dinero en lo importante".

En esta entrevista a AtlánticoHoy, este doctor en Biología con mención de doctor europeo por la ULL analiza esta y otras posibles amenazas para la salud pública en las Islas, incluso más cercanas que la temida neumonía china, pero de las que apenas se habla, a la vez que comparte las investigaciones en las que está centrado actualmente el Instituto Universitario de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias.

Jacob Lorenzo

- En los últimos años nos sobresalta los virus o nuevos virus (gripe aviar, del cerdo,etc.) ¿Se están dando algún tipo de condiciones para que estas situaciones alarmantes se produzcan?
Las condiciones son consecuencias de un desarrollo no sostenible. Tenemos el cambio climático, tropicalización de muchas áreas, hay mucho movimiento migratorio… Todo esto permite que determinados microorganismos, que incluso están infectando a animales como el murciélago, como sería el caso del ébola y lo que pasa también con el coronavirus, salgan de esa zona que estaba antes restringida y se pongan en contacto con humanos y con otros animales. Y ese es el principal problema. La mayoría son virus zoonóticos, virus que afectan a determinados animales, pero han coseguido adquirir esta capacidad de infectar también a humanos.

- Que es justo lo que ha pasado entonces con el coronavirus de Wuhan (China)...
Sí, con el coronavirus de Wuhan, el ébola, la gripe aviar y otros.

"A veces no tenemos medios, no se ha invertido, y nos acordamos de estos casos cuando pasa algo y entonces quieren respuestas. Creo que este tipo de situaciones nos sirve para reconsiderar que hay que invertir más en ciencia"

- En este caso se está avanzando rápidamente y ya se conoce el genoma. ¿Cuándo puede dejar de ser una amenaza para la salud pública?
Me gustaría responder con un plazo, pero lo único que puedo decir es lo que estamos viendo. Las autoridades sanitarias chinas están controlando bastante las salidas de la población, sobre todo en la zona de Wuhan, aunque en toda China las salidas están restringidas; la población se toma la temperatura todos los días; solo puede salir una persona de cada familia, una vez a la semana, a comprar comida, etc. Se está intentando controlar la situación para que haya menos infectados. Hay coordinación de todas las autoridades sanitarias a nivel mundial, incluida la nuestra, de tal forma que los casos que salgan de China se controlan y diagnostican rápidamente. El ejemplo clarísimo lo tenemos ahora con el caso de La Gomera. ¿Quién iba a pensar que nos llegara un virus de una persona en China, concretamente de los padres de una chica de Shanghái, que salieron de Wuhan y contagiaron a esta chica, que se fue a Alemania y posteriormente, dio una charla a cuatro alemanes, de los que uno se vino de vacaciones a La Gomera y dio positivo? Lo bueno es que desde el principio se dio la alarma. El día anterior a que se diera la alarma, esta persona estaba volando hacia Tenerife en un vuelo de una aerolínea alemana y por la mañana estaban las autoridades alemanas poniéndose en contacto con las nuestras para detectar a esta persona. Entonces, el sistema funciona. Ahora, ¿cómo vamos a conseguir controlarlo? Esperemos que poco a poco con las medidas que se están dando.

- Su contagio se puede producir antes de que aparezcan los síntomas. Un caso como el de La Gomera exigió localizar a todas las personas que hubieran estado en contacto con el turista, lo que implica una gran dificultad. ¿Podemos saber a ciencia cierta que nadie más va a desarrollar la neumonía china? ¿Es posible controlar a tanta población que pudo haber estado en contacto con esa persona?
Por ahora no se sabe muy bien. Esto lleva desde diciembre. Tras un mes de conocimiento del virus se está desarrollando el conocimiento científico muy rápido. Sí se estima que la tasa de infección no es tan alta como se pensaba que era antes. Con la tasa de infección me refiero a la capacidad de una persona infectada de transmitir la infección. Ahora mismo se habla de que una persona infectada puede infectar a 1,5 o dos personas. Entonces, tampoco tiene una tasa de infección muy alta. Un ejemplo claro lo tenemos de nuevo con este señor de Alemania. Estaba conviviendo con cinco personas más y dieron negativo.

"Uno de los grandes asuntos a resolver ahora por los científicos es por qué este virus, siendo de la misma familia, es tan diferente"

- Usted forma parte del comité de expertos que controlan la alerta. En Canarias hemos tenido el primer caso de coronavirus confirmado del territorio español. ¿Cómo valoraría la actuación en este caso?
La actuación ha sido excelente. Se han coordinado todo tipo de secciones: Sistema Canario de Salud, el servicio de Epidemiología, la consejería de Sanidad, los laboratorios de las universidades... Se ha mantenido informada en todo momento a toda la sociedad y creo que la serenidad y el control con el que se ha llevado todo el proceso ha sido espléndido.  Es que ya tenemos hasta montados los sistemas de diagnóstico en los principales hospitales de Canarias. Creo que podemos estar satisfechos.

Todas las secciones están bien coordinadas y preparadas. Ahora, las autoridades superiores deben considerar si deben invertir más financiación en este asuntos. A veces no tenemos medios, no se ha invertido, y nos acordamos de estos casos cuando pasa algo y entonces todos quieren respuestas. Creo que este tipo de situaciones nos sirve para reconsiderar que hay que invertir más en ciencia. Tenemos un centro excelente y super equipado, con una maquinaria de última generación, aunque cada vez hay menos investigadores, no se invierte en ciencia, no solo a nivel canarias sino a nive linternacional. Tenemos personal muy bien formado que se va fuera porque se lo rifan.

"Se estima que la tasa de infección del coronavirus no es tan alta como se pensaba que era antes. Con la tasa de infección me refiero a la capacidad de una persona infectada de transmitir la infección. Ahora mismo se habla de que una persona infectada puede infectar a 1,5 o dos personas"

- ¿Qué factores de lo que está sucediendo con el coronavirus está sorprendiendo más a los expertos? ¿Es muy diferente a lo que conocían?
Por ahora, la mayor sorpresa es que, pese a ser de la misma familia de coronavirus, son bastante diferentes genéticamente. Los más famosos son los del SARS, que ya causó una epidemia en el año 2000, y también el MERS, que tenía una tasa de letalidad del 30 %. Pues estos dos virus, primos hermanos del coronavirus de Wuhan, son diferentes de él genéticamente. Esta ha sido la gran sorpresa. De hecho, uno de los grandes asuntos a resolver ahora por los científicos es por qué este virus, siendo de la misma familia, difiere tanto.


- ¿Nos está despistando el coronavirus de Wuhan de preocuparnos por la gripe o por otras enfermedades?
Por supuesto. De gripe, los últimos datos que hay dependiendo de los países, si estamos hablando de países desarrollados, es de 200.000 muertes al año. En países no desarrollados hablamos de medio millón de personas que mueren en el mismo plazo de tiempo. Creo que en la última epidemia de gripe en Canarias hubo 50 muertes y ahora estamos por la decena de muertes por gripe en el Archipiélago. Si lo comparamos, yo me preocuparía más de esta gripe que del coronavirus. Se propaga rápidamente en China, seguramente por el contacto, que además puede haberse visto beneficiado por el Año Nuevo Chino, todo muy familiar, con todo el mundo pegado, y ese contacto físico estrecho ha facilitado que el virus se expanda. Yo me preocuparía más de otro tipo de patógenos, o de la gripe, y ya del ébola nos olvidamos, pero sigue activo en otros países y a todo el mundo le da igual. Ahora mismo hay una plaga de langostas en Etiopía y no se puede andar por la calle. Está expandiéndose por toda África y puede que nos llegue, pero nos preocupa más el coronavirus de China.

- Quizás por el miedo que nos genera el desconocimiento...
Creo que sí. Una parte es el miedo a lo desconocido y creo que, en este caso, con el desarrollo de todos estos sistemas informatizados, las redes sociales, la información transparente que se ha dado a nivel internacional, estamos informados. De hecho, todos nos despertamos por la mañana y vemos cómo va el coronavirus desde hace casi ya un mes. Pero otros problemas son la mayoría de los bulos que están saliendo por redes sociales. En el caso de La Gomera, cuando se hizo el comunicado oficial, eran las diez y media u once de la noche y ya estaban los ciudadanos en Facebook, Twitter, etcétera diciendo: "esto es el holocausto", "nos vamos a morir todos porque el virus este va a mutar y a matar a todo el mundo". La gente se cree eso. Hemos pasado de unos años atrás en los que escuchábamos a los expertos y ahora, cualquiera en Facebook pone: "Yo opino esto" y la gente se lo cree. Hay que tener mucho cuidado. El bulo más famoso era que se trata de un virus creado en un laboratorio y salió, incluso, una publicación de alguien en La India, diciendo que podía estar relacionado con el HIV. Menos mal que ha salido profesionales de la Universidad de Stanford, expertos en genética de virus, que han dicho que esto no tiene sentido.

"Ahora mismo hay una plaga de langostas en Etiopía y no se puede andar por la calle. Está expandiéndose por toda África y puede que nos llegue, pero nos preocupa más el coronavirus de China"

- ¿El ser un territorio aislado nos hace especialmente sensibles por el turismo o nos protege?
Todo tipo de viajes y movimientos nos afecta porque puede llegar aquí gente de cualquier punto del planeta. Estamos en un punto estratégico. A medio camino entre África y Europa y también hacia el continente americano. Siempre digo que deberíamos aprovechar la situación de donde estamos y ser punto de referencia, incluso, a nivel mundial. Deberíamos tener más sistemas de alarmas y de control, que están funcionando, pero deberíamos reforzarlos. Creo que lo positivo de este tipo de situaciones es que tenemos que darnos cuenta de que tenemos que reforzar e invertir muchísimo más dinero en lo importante, que es montar un centinela sanitario de control para este tipo de alertas. En centros como el Instituto de Enfermedades Tropicales ahora mismo tenemos un laboratorio de alertas biológicas y hay que mantenerlo. Yo lo reforzaría. En vez de tener un técnico, tener cinco, porque cuando nos enfrentamos a situaciones como la actual queremos respuestas y, al final, somos humanos.

- ¿Recomendaría a la población tomar algún tipo de precaución más allá de las habituales contra la gripe?
Lo principal es el lavado de manos para intentar controlar no solo a este coronavirus, sino otro tipo de virus, como el de la gripe, recomendaciones que se dan todos los años. Son pasos muy sencillos. ¿El asunto de las mascarillas? Si no estás en una zona en la que haya personas infectadas, de nada te sirve. De nuevo es fruto del alarmismo y no tiene sentido. Recomendaría lavarse las manos frecuentemente para evitar contagiarnos en el caso de que hubiera algo, pero no hay contacto directo con personas infectadas, por lo que más allá de esas medidas no es necesario hacer nada más. 

"En el Instituto de Enfermedades Tropicales también nos centramos en la prevención de la 'ameba come cerebros' y en su tratamiento. El número de casos, está aumentando y la preocupación es alta. Ahora mismo no hay tratamientos efectivos al 100 por 100 a nivel mundial"

- Con respecto al mosquito del dengue en Canarias, ¿está erradicado de forma definitiva?
Por ahora se supone que se consiguió erradicar su introducción. En el Instituto de Enfermedades Tropicales tenemos un laboratorio que se denomina Entomología Médica con el estudio de todo este tipo de vectores, entre ellos los transmisores de enfermedades, que está metido dentro de un programa que se denomina de vigilancia epidemiológica. Se controlan todos los puertos y aeropuertos de Canarias para detectar si existen estos mosquitos o no. De nuevo, vuelvo a que hay viajes constantes, muchas importaciones de países asiáticos, americanos e incluso africanos y, quieras o no, pueden traer algún mosquito o algún huevo de mosquito que pueda liberarse al miedo y, si el mosquito consigue completar su ciclo de vida, nos pasa lo que nos pasó en Fuerteventura. De nuevo, gracias al sistema de vigilancia, se pudo detectar y erradicar.

- Aparte de en el coronavirus de Wuhan, ¿en qué está centrado ahora el Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública de Canarias?
El Instituto tiene 18 laboratorios diferentes, algunos en genética molecular, otros bacteriología, otros específicos para malaria, un laboratorio solo de zoonosis, otro de amebas de vida libre, que dirijo yo, etc. Somos un centro de referencia a nivel nacional y, con respecto al tratamiento de amebas, es quizás el laboratorio más potente a nivel internacional.

Ahora mismo estamos con la 'ameba comecerebros', que ha salido mucho en prensa, pues hubo un caso en Toledo hace año y medio (El Instituto ha participado en la identificación del primer caso registrado en España de Meningitis Amebiana). Se transmite cuando hacemos actividades de riesgo como zambullirnos en la piscina o en parques acuáticos. Estas amebas son capaces de vivir sin necesidad de un hospedador, en el ambiente. Cuando nos metemos en el agua y nos entra agua por la nariz, la ameba es capaz de fijarse y migrar hacia nuestro cerebro causando una encefalitis que son mortales, siendo, además, el principal grupo de riesgo los niños menores de once años, porque tienen un sistema inmune menos desarrollado. El problema que estamos viendo con este grupo de amebas es que, por ejemplo, debido al calentamiento global, las aguas están cada vez más calientes y estas amebas se multiplican mucho más rápido en este tipo de aguas calientes. Entonces la prevalencia, el número de casos, está aumentando y la preocupación es alta. Sobre todo nos centramos en la prevención y en el tratamiento porque ahora mismo no hay tratamientos efectivos al 100 por 100 a nivel mundial.