La juez del caso Mediador no tiene la grabación con la entrega de los móviles por un error técnico

En esos cuarenta minutos de grabación debería haber estado recogida la negativa de su anterior abogado, Plácido Alonso Peña Fumero y la renuncia de su cliente a contar con sus servicios

Guardar

Marco Antonio Navarro Tacoronte, 'el Mediador', cerebro de la presunta trama corrupta. / EFE
Marco Antonio Navarro Tacoronte, 'el Mediador', cerebro de la presunta trama corrupta. / EFE

La juez que instruye el caso Mediador ha comunicado al abogado de Marco Antonio Navarro que no tiene la grabación del momento en el que su cliente entregó los móviles que dieron lugar a esta investigación por un error técnico. 

Según ha afirmado Rachid Mohamed al medio EFE, en esos cuarenta minutos de grabación también debería haber estado recogida la negativa de su anterior abogado, Plácido Alonso Peña Fumero y la renuncia de su cliente a contar con sus servicios. Según afirma, cuando este último letrado declaró como imputado hace escasas semanas la juez le aseguró que la grabación existe y que se la haría llegar, pero ahora la grabación no aparece por ningún lado por un supuesto fallo.

Sin rastro 

Las investigaciones del caso Mediador se centran en la existencia de presuntos sobornos de empresarios a políticos a cambio de la obtención de favores y ya cuenta con cerca de una veintena de imputados y un sumario de más de mil folios.

La causa surgió tras declarar Marco Antonio Navarro Tacoronte por un delito de estafa en otro caso y, según ha manifestado, fue obligado a entregar sus móviles en los que guardaba datos que dieron lugar al caso Mediador.

La importancia de la grabación 

La grabación de lo ocurrido en aquellos cuarenta minutos es considerado “fundamental” para demostrar que efectivamente la vía utilizada para hacerse con los móviles “no fue muy ortodoxa”, como relata el abogado.

Por ello, desde principios del mes de junio este letrado ha comenzado a presentar diversos escritos en los que cuestiona e indaga la forma en la que se inició esta investigación. “Habría que saber si hubo consentimiento, si mi cliente fue presionado o amenazado con mandarlo a prisión y la influencia que en su estado de ánimo pudo tener haber permanecido tres días en el calabozo”, señala.

En esos cuarenta minutos, Navarro Tacoronte pasó de estar imputado por estafa a declarar como testigo, "sin garantías" pero con la obligación de decir la verdad por el contenido de los teléfonos, y luego citarlo al día siguiente como investigado con la asistencia de un letrado de oficio por esta misma trama.

A la espera de respuesta

El letrado actual del Mediador está a la espera de que se le responda a varias diligencias de investigación presentadas sobre lo ocurrido entre el 26 al 28 de enero pasados y más concretamente en los minutos en los que los terminales fueron entregados, para decidir qué medidas tomar, entre ellas pedir la anulación.

“Tras conocer la versión de mi cliente, del anterior abogado suyo y estudiar el sumario tengo clarísimo que lo ocurrido fue supergravísimo, más aún que la causa en sí. A nadie en su sano juicio se le ocurre entregar voluntariamente unos móviles para que lo imputen”, añade.

Más incongruencias

Aquel 28 de enero también se habría producido otro hecho inusual, según Mohamed, como fue la expulsión del anterior abogado por, según su defendido, “recomendación” de la magistrada, lo que ha sido considerado “muy grave” y que también será planteado como motivo de anulación.

Este paso podría darlo cuando se esclarezcan todas las circunstancias de lo ocurrido aunque la impresión que tiene es la de enfrentarse a “un monstruo descomunal como es la Administración de Justicia”.

Dudas no resueltas

“¿Porqué había tanto interés en esos teléfonos y porqué hubo tantas molestias para echar al anterior abogado a empujones hasta el punto de que ni siquiera pudo entrevistarse con su cliente?”, afirma el letrado.

Hasta ahora las respuestas que ha recibido este letrado es que todo momento se ha respetado la legislación y los derechos fundamentales, tal y como también mantiene la Fiscalía.

Apunta que su cliente era citado continuamente por los policías para “aconsejarle” lo que debía declarar y que en el momento de hacerlo contaba con la asistencia de diferentes abogados de oficio, lo que tampoco se acomodaría a la normativa sobre justicia gratuita.

Archivado en: