El 17 de septiembre llegaba a Tenerife un enorme cayuco multicolor con 83 personas a bordo, el 9 de octubre cuatro más con 423 ocupantes y el pasado miércoles otro con 72, y su presencia comienza a inquietar a las autoridades al mando de la nueva crisis migratoria que sufre Canarias: sugiere que pueden haber empezado a activarse las salidas desde Senegal.Los veteranos de la crisis de los cayucos de 2006-2008 entre los distintos servicios de emergencia suelen acertar con la procedencia de los cayucos en cuanto los ven: los más austeros y pintados de blanco proceden de Nuadibú, en Mauritania; los más grandes, los decorados con abigarradas figuras multicolores, vienen de Senegal.Fuentes de los servicios de Seguridad han confirmado a Efe que sospechan que gran parte de los cayucos que están llegando a Tenerife en las últimas semanas partieron de Senegal, y no de Mauritania ni del sur del Sahara, como en los últimos meses.Y un miembro de una ONG en contacto directo con los inmigrantes lo corrobora: ha hablado con algunos de los ocupantes de uno de los últimos cayucos llegados a Tenerife y le han contado que salieron de Saint Louis, ciudad de casi 280.000 habitantes situada al norte del país, en la desembocadura del río Senegal, en la frontera con Mauritania.A las dos personas que han hablado con Efe sobre este asunto desde el ámbito de la seguridad y desde la sociedad civil les inquieta lo que ese flujo sugiere. Si las salidas de Senegal se activan de forma masiva, la ruta canaria, donde los flujos de inmigrantes ya venían creciendo desde hace tiempo a un ritmo del 600 % internanual, puede dar un salto de proporciones difíciles de calcular.
Mirada a la crisis de los cayucos
Basta con mirar al ejemplo de la crisis de los cayucos de hace una década: en sus dos años álgidos, 44.156 personas (31.678 en 2006 y 12.478 en 2007) llegaron a Canarias en pateras y cayucos, básicamente en estas últimas embarcaciones en principio destinadas a la pesca, que pueden transportar hasta 180 o 190 personas.Si la ruta pasa a estar protagonizada por cayucos, en vez de por pateras, las llegadas de inmigrantes ya no se contarán de 20 en 20 o de 50 en 50, sino de 100 en 100 o de 150 en 150. Además, algunos informes publicados sobre lo que ocurrió en la crisis de hace 14 años, como el del Internacional Peace Institute (Nueva York, 2016), sostienen que la mitad de las personas que arriesgaron la vida en el Atlántico rumbo a Canarias eran senegales.