Las tres claves de un organismo alcalino que nos protege frente a virus y bacterias

Un pH alcalino es aquel que se sitúa en torno al 7,4. En este artículo, te damos las tres claves principales para conseguir dicho objetivo

AtlanticoHoy / EFE

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El origen de la salud está en nuestra propia naturaleza. Concretamente, en elpH de la sangre, es decir, en el índice que mide su acidez o alcalinidad en una escala del 0al 14, siendo el nivel idóneo el situado en torno al 7,4.

No obstante, diversos factores, tales como la contaminación atmosférica, los malos hábitos alimenticios o el estrés acidifican el cuerpo y alteran el pH. Con el fin de compensar este desequilibrio, la sangre reacciona y le roba nutrientes al resto de órganos vitales. 

Enrique González, director técnico de Bioenergía Humana (BHU) y nutricionista terapéutico, afirma que “la sangre es el director del organismo. Siempre procurará que su índice de pH no se mueva del 7,4 y, si se lo ponéis difícil, ya se encargará de robar minerales y nutrientes para que la cifra permanezca”. 

Ante este "saqueo de nutrientes", pueden aparecer síntomas en el cuerpo como el cansancio, dolores de cabeza, problemas digestivos, y desmineralización de las uñas y el cabello, entre otros. El experto afirma que si pasa mucho tiempo y no se pone remedio a esta situación, pueden aparecer enfermedades como la artrosis, la artritis, el cáncer, etc. 


CLAVES DE UN ORGANISMO ALCALINO

Un organismo alcalino funcionará bien por mucho tiempo, pues si  se mantiene en su estado natural, es decir, ligeramente alcalino (con el pH ligeramente por encima de 7), estará protegido frente a todo tipo de enfermedades. 

El nutricionista explica que si se tiene un pH óptimo, “no va a tener que ceder ningún tipo de sustancia y va a propiciar un clima poco favorable para virus y bacterias”. Por consiguiente, se tendrá un sistema inmunitario fuerte y preparado para combatir a agentes externos.

Las principales claves para tener un organismo alcalino, son las tres que se muestran a continuación:

Nutrición

La popular frase "somos lo que comemos", del filósofo alemán Ludwig Feuerbach, nos da a entender que si queremos gozar de un organismo alcalino con todos los beneficios que ello conlleva, hay que ingerir alimentos alcalinos.  

Según afirma el nutricionista, lo ideal es “compensar con más alimentos alcalinizantes -ricos en potasio, magnesio y/o calcio- para que el cuerpo no tenga que sufrir robando minerales para alcalinizar la sangre”. De esta manera, lograremos equilibrar la cifra del pH. 

De entre los principales alimentos alcalinos se encuentran la frutas, las verduras, las legumbres, los frutos secos, semillas y las algas. En la siguientes tabla, se expone una lista de los principales alimentos ácidos y alcalinos:

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Principales alimentos ácidos y alcalinos | EFE

Actividad física

Un cuerpo vago o sedentario realiza sus funciones con mucha más lentitud. González aconseja hacer deporte adaptado a la edad y el nivel de preparación física de cada uno para “mantener el cuerpo vivo”. Así, se activa el metabolismo, se eliminan toxinas y se favorecerá, por consiguiente, a la alcalinidad del organismo.

Asimismo, la actividad física aporta múltiples beneficios para la salud mental, pues al mantenernos activos favorecemos la segregación de endorfinas, las cuales son comúnmente conocidas como las "hormonas de la felicidad". Por consiguiente, la actividad física tiene una influencia directa en el buen estado de ánimo. 

Equilibrio emocional

"Mens sana in corpore sano", y viceversa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud implica bienestar físico y psíquico, así como bienestar emocional, ambiental y social. El estrés emocional provoca que ciertas hormonas nos tensionen y dejen residuos en el organismo. González asegura que “necesitamos un estado de salud mental y emocional adecuado que nos ayude a lograr un cuerpo alcalino”.

Para favorecer el equilibrio emocional se pueden realizar infinidad de actividades que favorezcan nuestra paz mental y equilibrio, tales como la meditación, la relajación y el yoga o simplemente el concretarnos en actividades que nos gusten y nos proporcionen bienestar, tales como leer, cocinar, plantar, hacer ejercicio, bailar, etc.

En definitiva, un pH alcalino resulta esencial para nuestra salud física, mental y emocional. Por tanto, mediante el cuidado de nuestra dieta, ingiriendo el mayor número de alimentos alcalinos posible, mediante la realización del ejercicio físico moderado con regularidad y mediante la realización de actividades que favorezcan nuestro equilibrio emocional, tendremos muchas posibilidades de gozar de un pH óptimo, el cual será clave para combatir virus y otros agente infecciosos.