Las lluvias torrenciales vuelven a poner en duda la preparación de las ciudades canarias

Pedro Dorta, director de la Cátedra del Riesgo de Desastres de la Universidad de La Laguna, explica la problemática del Archipiélago ante un fenómeno meteorológico que "siempre ha existido"

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Lluvias torrenciales en Fuerteventura. / Efe
Lluvias torrenciales en Fuerteventura. / Efe

Las recientes lluvias torrenciales acaecidas en las Islas Canarias han vuelto a poner de relieve los problemas generados por estos episodios de gran acumulación de agua en las distintas zonas del Archipiélago, concretamente en las más urbanas y pobladas.

Es el caso, como último ejemplo, del importante socavón provocado por las lluvias en el municipio de La Laguna este martes, que pone de manifiesto una vez más la cuestión de si las infraestructuras de las grandes regiones urbanas están adecuadamente preparadas para recibir estos fenómenos meteorológicos.

 

 

Problema global

“La preparación nunca es suficiente”, expone a Atlántico Hoy el director de la Cátedra de Riesgos de Desastres de la Universidad de La Laguna (CRRD), Pedro Dorta. “No hay ningún lugar en el mundo que esté libre del problema derivado de lluvias intensas y, mucho menos, si es un territorio en pendiente, que es nuestro caso”, añade.

Canarias se caracteriza por tener grandes pendientes y las escorrentías son importantes, por lo que acaba generando graves problemas como se ha sufrido en estos días. “Tenemos un territorio densamente poblado con una elevada pendiente donde el suelo se ha sellado de forma masiva”, contextualiza Dorta, antes de concretar que “el suelo ha sido ocupado por asfalto y hormigón y eso aumenta el riesgo”.

Así, este experto esgrime que “cuanto mayor sea la ocupación del suelo mayor va a ser el riesgo y esto se puede gestionar trabajando y estudiando los fenómenos y, al máximo posible, el territorio. Pero es muy difícil que esto no ocurra cuando tenemos lluvias muy intensas”.

"Ha ocurrido siempre"

A pesar de la creencia que ha generado debate sobre el aumento de grandes episodios pluviales en los últimos años en Canarias, Pedro Dorta lo niega y recuerda que, “precisamente”, el clima de Canarias se caracteriza por la intensidad de la lluvia, por la torrencialidad de la precipitación y que ha ocurrido siempre. “Que quede claro: esto no es nuevo, ha ocurrido siempre”, aclara con firmeza. “El problema es que la densidad de población y el número de infraestructura que tenemos sobre el territorio es cada vez mayor. Con lo cual, nuestra exposición a la lluvia es cada vez mayor y, evidentemente, las lluvias intensas van a continuar generando problemas”, añade el director de la CRRD.

En este sentido, Dorta recuerda que no hay que olvidar que “Santa Cruz de Tenerife es una de las capitales de provincia con mayor cantidad de lluvias en 24 horas, con uno de los volúmenes de precipitación entre los más altos de España, y eso en un territorio en pendiente”. Una realidad que afecta a toda Tenerife, pero cuyos problemas se acentúan en Santa Cruz y La Laguna, “que es donde se concentra gran parte de la población, igual que en Adeje y Arona”.

El socavón abierto en La Laguna afectando a un vehículo . / Imagen de la red
El socavón abierto en La Laguna afectando a un vehículo . / Imagen de la red

Barrancos y cambio climático

Asimismo, señala que se sigue sin respetar a los barrancos. “Hay muchas desembocaduras de barrancos, muchas llanuras de inundación y hay muchos lugares inundables que están ocupados”, aunque expone que no es un fenómeno exclusivo de Canarias. “Hay millones de personas en España que viven en llanuras de inundación”.

Además, subraya que también hay que tener presente, “al menos en el subconsciente”, el cambio climático. “No estamos trabajando en gran medida por mitigar ni adaptarnos al cambio climático”, apostilla.

Planificación del territorio

Por todo ello, Dorta cree que la manera “más eficiente” para preparar a un territorio ante amenazas de inundaciones es a través de la ordenación del territorio. “Es planificar el territorio de acuerdo al medio que nos encontramos, pero volvemos al principio. Tenemos un territorio densamente poblado, especialmente las islas de Gran Canaria y Tenerife, y en algún lugar tenemos que vivir. Entonces, para evitar problemas derivados de este tipo de cuestiones es fundamental hacer una reordenación del territorio acorde con el régimen de precipitaciones que tenemos”, argumenta.

Además, resalta que la mayor parte de la población de Canarias “se sitúa en el litoral, muy cerca de las costas, que es normalmente donde terminan las inundaciones” y finaliza recordando la “previsible” subida del nivel del mar como consecuencia del cambio climático. “Las costas son las más vulnerables”, sentencia.

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