Tratar de cumplir todo lo que se pide en las cartas a Papá Noel y los Reyes Magos es la misión de las Navidades y para ello hay que enfrentarse al aluvión de gente que repleta las tiendas y centros comerciales. Colas infernales y una multitud frenética caracteriza a los comercios en estas fechas.
‘Cada maestrillo tiene su librillo’ y ‘a quien madruga, Dios le ayuda’ pueden ser dos refranes perfectos para las personas que se apilan en las puertas de las tiendas de la calle Triana antes, incluso, de que estas abran. Como un ejército, esperan a que el reloj dé las 10 y las puertas de los comercios se abran para dar paso y poder realizar las compras que completen sus regalos para estos días especiales.
Aprovechar las primeras horas
Lefties es una de las tiendas donde la gente se apelotona esperando que se haga la hora de apertura. Quedan entre unos 5 y 10 minutos para que las dependientas abran las puertas al público y fuera ya hay más de 10 personas esperando. Algunas de ellas llevan uniforme de trabajo. Aprovechan antes de que comience su turno, para hacer las compras que tienen pendientes. Cualquier momento es bueno para ir tachando los regalos que quedan.
Otras personas prefieren ir pronto para tratar de evitar encontrarse con demasiado barullo, así como las aglomeraciones y colas que se producen más tirando a la tarde del día. Lo importante es entrar, golisnear, comprar y salir ileso de la tarea con los menores inconvenientes posibles.
Cambios y devoluciones
Zara es otra de las tiendas que también cuenta con sus propios feligreses esperando en las puertas a escasos minutos de que abran. Esperan a una distancia prudencial, muchos en los bancos de enfrente, en los que algunas señoras apoyan las bolsas con el nombre del comercio de Amancio Ortega y revisan los tickets para poder hacer los cambios y las devoluciones. La intención, al igual que quienes esperan en Lefties, es evitar las colas y tratar de realizar todo rápido y sencillo.
Una de las dependientas le hace una seña desde fuera a sus compañeras para que le abran. Desde dentro, entornan la puerta para que la empleada entre a su turno; desde fuera, las personas miran corriendo ante el mínimo movimiento esperando que sea que ya pueden acceder para buscar entre los percheros el conjunto y la talla ideal.
Colas de tráfico
Las personas por fuera de los comercios y dentro de ellos no es lo único que se aglomera en estas fechas. Las colas de coches hacia los centros comerciales más concurridos de la capital también son un básico de las navidades, más allá de las luces y las castañas.
La entrada al C.C. Las Arenas desde Las Palmas de Gran Canaria por la GC-2 (dirección Norte) es un ejemplo de estas aglomeraciones de vehículos que forman una cola sinfín, incluso llegando a la intersección con direcciones hacia el túnel del luengo, Guanarteme y el Hospital Doctor Negrín.
Igual ocurre con el C.C. Los Alisios, donde los coches se apilan uno tras otro en la GC-3, dirección San Lorenzo, Arucas, Teror, para coger la entrada hacia el centro comercial.
Gastos navideños
El Black Friday dio paso a las compras navideñas y estas serán previas a las rebajas de enero. Todo un combo de consumo al que la mayoría de la ciudadanía canaria se enfrenta con los bolsillos ajustados, dándole importancia sobre todo al precio de los productos y pendientes de las ofertas disponibles en un periodo caracterizado por el alza de los precios.
En esta época, las familias incrementan sus gastos entre regalos y cenas, viéndose más afectadas las familias con menos ingresos tras afrontar el verano, la vuelta al cole y ahora la última cuesta del año. Destinando gran parte de su presupuesto a cubrir lo esencial, recurren a estrategias de ahorro y, en el peor de los casos, a endeudarse para poder hacer frente a los gastos navideños.
Un ejemplo es como las familias canarias se adelantan a las compras navideñas, sobre todo de juguetes. Según el Informe sobre la Compra de Juguetes en España 2024 de ALDI, el 75% realiza estas adquisiciones con al menos un mes de antelación, superando en 13 puntos la media nacional, motivadas por evitar agobios (60%), aprovechar precios más económicos (59%) y planificar mejor su presupuesto (42%). Además, el 58% se informa a través de folletos, destacándose 9 puntos por encima del promedio nacional, mientras que un 40% admite haber hecho cola para adquirir los juguetes deseados.
Todavía queda la recta final previa a las Navidades, a unos 10 días del 24 de diciembre, la llegada de Papá Noel y con los Reyes Magos en sus camellos a la vuelta de la esquina, con algunas tarjetas bancarias quizás ya algo cansadas.


