Un estudio revela que las comunidades de peces de arrecife del archipiélago están cambiando debido al aumento de las temperaturas / CABILDO DE GRAN CANARIA
Un estudio revela que las comunidades de peces de arrecife del archipiélago están cambiando debido al aumento de las temperaturas / CABILDO DE GRAN CANARIA

Más peces tropicales y la desaparición de otros: así afectan las olas de calor a las aguas Canarias

Un estudio del grupo BIOECOMAC de la Universidad de La Laguna revela que las comunidades de peces de arrecife del archipiélago están cambiando aceleradamente debido al aumento de la temperatura del océano

ariadna

Las aguas del Atlántico que bañan las costas canarias se están calentando más de lo debido, y los peces lo están notando. Un estudio publicado este mes en la revista Marine Biology — titulado Five-year assessment of reef fish communities in the Canary Islands—revela que, en tan solo cinco años, los ecosistemas marinos de Canarias han sufrido cambios profundos en su composición y equilibrio, con la llegada de especies tropicales y la retirada progresiva de peces de aguas frías.

El trabajo, realizado por el equipo del grupo BIOECOMAC de la Universidad de La Laguna, liderado por Sergio Moreno-Borges, junto a Alberto Brito y Sabrina Clemente, analizó más de veinte enclaves submarinos en El Hierro, Tenerife y Lanzarote entre 2016 y 2021. Los resultados muestran un aumento de la temperatura media del agua y una mayor frecuencia de episodios de calor extremo, con consecuencias directas en la biodiversidad marina.

Altas temperaturas

Durante ese periodo, los investigadores llevaron a cabo 958 censos visuales, registrando más de 370.000 peces pertenecientes a 67 especies. El seguimiento se realizó tanto en verano como en invierno, con el objetivo de analizar los patrones estacionales y espaciales de las comunidades que habitan en los arrecifes.

Además, el estudio identificó varios episodios de olas de calor marinas durante el periodo analizado, especialmente entre 2016 y 2017, coincidiendo con un evento de El Niño. En esos años, las temperaturas del mar fueron inusualmente altas y las especies tropicales aumentaron su presencia. Según los científicos, estos episodios actúan como “ventanas de oportunidad” para las especies cálidas, que aprovechan los periodos de altas temperaturas para reproducirse y establecerse en nuevas zonas.

Tropicalización bajo el agua

Estos episodios, así como el calentamiento del mar de por sí, están impulsando una tropicalización de las comunidades de peces del archipiélago, es decir, las especies típicamente atlánticas están siendo sustituidas por otras propias de aguas más cálidas. Peces loro, meros tropicales y algunas especies de corales blandos se están asentando en fondos donde antes predominaban viejas, pejeverdes o abades.

De las 67 especies registradas, 14 fueron clasificadas como tropicales, 42 como templado-cálidas y 11 como templadas. El estudio confirma que las islas occidentales, como El Hierro, albergan comunidades más tropicales, mientras que las orientales, como Lanzarote, mantienen especies propias de aguas más frías. Este patrón es causa del “gradiente térmico natural” del archipiélago, es decir, las temperaturas superficiales del mar aumentan de este a oeste por efecto del afloramiento sahariano. 

Los modelos estadísticos empleados (GAM) por el equipo demostraron que las fluctuaciones en la temperatura superficial del mar fueron el principal factor que explicó los cambios observados en la abundancia y distribución de las especies. Los resultados también mostraron que la profundidad influye, con especies tropicales y templadas más comunes por debajo de los 10–15 metros, mientras que las templado-cálidas predominan en zonas someras.

Consecuencias

La tropicalización del ecosistema marino canario podría tener efectos en cascada, según alertan los investigadores de la ULL, desde la alteración de cadenas tróficas, desplazamiento de especies locales a cambios en la productividad pesquera. Lo que significa un modificación de la estructura funcional de los ecosistemas costeros de las islas. 

Necesidad de vigilar 

El archipiélago canario, con su particular gradiente térmico —más cálido en el oeste y más frío en el este—, se consolida como uno de los observatorios más valiosos del cambio climático en el Atlántico.

El equipo subraya la necesidad de mantener programas de monitoreo a largo plazo para entender mejor la dinámica de estas comunidades, distinguir entre fluctuaciones naturales y alteraciones climáticas, y diseñar estrategias de conservación adecuadas.

El estudio fue financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación de España, el programa europeo INTERREG MAC 2014–2020 y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) Canarias.