La nutricionista Laura González analiza las propiedades de estos alimentos. Varios de ellos son alimentos fermentados que se han empleado desde hace cientos de años en un proceso que aumenta la acidez y que favorece la conservación de los mismos durante un período más prolongado de tiempo.
Entre los beneficios comunes de los mismos, destacan por contener un elevado número de bacterias vivas, las cuales contribuyen al asentamiento de la flora intestinal saludable. A continuación, se detallan las principales propiedades de los alimentos anteriormente mencionados:
Sopa de miso y tofu | PIXABAY
Miso
Es una pasta aromática, originaria de China y Japón, elaborada a base de semillas de soja que se puede acompañar de algunos cereales como el arroz, la cebada o el centeno.
Concretamente, en su elaboración se cuecen las habas de soja con el cereal elegido, se incorpora un hongo, se añade sal y se deja fermentar. La intensidad que posea su sabor depende del cereal elegido para la mezcla y del tiempo de fermentación.
El miso destaca por albergar todas las propiedades de la soja y, además, los beneficios de los fermentados, por lo que tiene propiedades enzimáticas y antioxidantes. No obstante, su elevado contenido en sal, lo hacen poco adecuado para personas que padecen hipertensión.
El tempeh
Es también un producto derivado de la soja y, al igual que cualquier legumbre, es rico en proteínas y vitaminas y tiene un alto contenido en fibra. Sin embargo, a pesar de que el tempeh de soja es el más común, también se elaboran a base de otras legumbres como es el caso de los garbanzos. Destaca, por consiguiente, por su alto aporte en proteínas.
Como explica la nutricionista, es apto para personas con intolerancia al gluten, ya que no contiene esta proteína, y se puede utilizar para elaborar recetas muy diversas. Simplemente cortando a dados para ensaladas o para preparar pinchos, en lonchas o salteado como acompañamiento de otros platos a modo de carne vegetal. Asimismo, se puede tomar en bocadillos o cocinado con verdura y arroz.
El tofu
El tofu es un alimento originario de China, que se elabora a base de semillas de soja remojadas, trituradas y filtradas al que se le añade un coagulante. No tiene las mismas propiedades que los alimentos fermentados, puesto que, a pesar de que durante su elaboración se produce una fermentación, en el producto final no hay bacterias vivas.
Es muy utilizado en las dietas vegetarianas porque su textura es similar a la de la carne y, al igual que cualquier preparado a base de soja, presenta un alto contenido en proteínas y minerales. Sin embargo, su contenido en fibra es más bajo que el de otros alimentos preparados a base de la mencionada legumbre, ya que lo que se utiliza es la bebida vegetal extraída de la misma. Es bastante fácil de digerir y su forma de bloque permite trocearlo de diferentes formas, y su sabor neutro permite utilizarlo en muchos platos.
Sushi
Se trata de una comida típica de la cocina japonesa con un gran aporte nutricional gracias a sus ingredientes principales, los cuales son los siguientes: arroz aliñado con vinagre, pescado crudo, mariscos, verduras, alga nori, aguacate, pepino, etc.
El sushi, explica González, combina alimentos ricos en vitamina A, B, C y E, minerales como el yodo, el calcio, el hierro, el fósforo, ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 y Omega 6 y proteína. Su aporte concreto de calorías dependerá de la cantidad de arroz empleada y no contiene gluten.
Se prepara envolviendo el arroz y el pescado con el alga en forma de rollo que después se corta en raciones muy pequeñas, generalmente de bocado. Si se preparan en forma de albóndiga de arroz y pescado se llama niguiri. Esta preparación suele acompañarse de salsa de soja, muy rica en sal, por lo que hay que moderar su consumo, tal y como afirma la nutricionista.