Imagen de un grupo de cabras / PEXELS
Imagen de un grupo de cabras / PEXELS

Ni agua ni tierra: así previenen los incendios forestales en Canarias (y usan estos animales)

Frente al fuego, la resiliencia puede tener nombre de animal, sobre todo en Canarias, que se enfrenta cada año al riesgo de incendios forestales

Irene Cartaya

Hay métodos de prevención que no suenan en los telediarios, que no levantan polvo en redes ni llegan cargados de tecnología. Métodos que nacen del pasado y caminan sobre pezuñas. En un territorio donde el fuego acecha cada verano con mayor virulencia, la solución no siempre está en las mangueras ni en los helicópteros. A veces, la respuesta más eficaz es también la más silenciosa.

El monte canario, castigado por olas de calor, descuido y abandono rural, necesita algo más que vigilancia: necesita una alianza con quienes, durante siglos, lo habitaron sin dañar su equilibrio. La prevención de incendios comienza mucho antes del primer humo, y en este nuevo enfoque, el Cabildo de Tenerife ha apostado por algo insólito.

Cabras como cortafuegos

Se trata de un proyecto piloto de pastoreo controlado. La iniciativa —presentada por la presidenta insular Rosa Dávila— propone utilizar rebaños de cabras y ovejas como agentes naturales de limpieza en fincas agrícolas abandonadas, especialmente en zonas de medianías y en la interfaz entre lo urbano y lo forestal. Con una inversión de 90.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses, este plan parte como ensayo para lo que podría convertirse en una estrategia estructural de protección medioambiental.

Los animales pastarán en terrenos públicos forestales, eliminando maleza seca y vegetación inflamable que, en verano, actúa como combustible para el fuego. De esta manera, se revitaliza una práctica ganadera tradicional, al tiempo que se reduce el riesgo de incendios. La empresa pública Gesplan será la encargada de coordinar el despliegue junto a las asociaciones ganaderas locales.

Imagen de un grupo de cabras / PEXELS
Imagen de un grupo de cabras / PEXELS

Contra el abandono rural

El proyecto también responde a un problema estructural: el abandono del sector ganadero, que ha propiciado la expansión incontrolada de la maleza en los montes. Aunque los bomberos forestales crean franjas cortafuegos año tras año, la presión vegetal sigue creciendo. Aquí es donde los rebaños actúan como una herramienta viva de desbroce, facilitando un mantenimiento más sostenible de los entornos rurales.

“El gran incendio de 2023 demostró lo peligrosa que puede ser la suma de fincas olvidadas, maleza seca y olas de calor”, subrayó Dávila. De ahí nace esta apuesta incluida en el Plan de Medianías de Tenerife para la prevención de incendios y la mejora de la biodiversidad, dotado con 2,9 millones de euros y con una duración prevista de tres años.

Ciencia y tradición unidas

El despliegue de los animales comenzará previsiblemente en el último trimestre del año, una vez se identifiquen los terrenos óptimos. Además de prevenir incendios, el plan busca evaluar científicamente la eficacia del pastoreo como técnica de gestión forestal y reintegrar al sector ganadero en la economía circular de la isla.

Frente al fuego, la resiliencia puede tener nombre de cabra. Y en un archipiélago donde la amenaza de las llamas crece con cada año, recuperar el saber rural podría ser la estrategia más audaz y sensata.