Morcilla dulce canaria / MARCA CANARIA
Morcilla dulce canaria / MARCA CANARIA

Ni chorizo ni fuet: descubre la morcilla dulce de Canarias que sorprende a todos

La morcilla dulce canaria nació de la necesidad de conservar cada parte del cochino y su popularidad ha resistido el paso del tiempo en Canarias

Irene Cartaya

España es tierra de embutidos. Desde el jamón ibérico hasta el salchichón, la tradición charcutera recorre el país de punta a punta. Pero entre esa sinfonía de sabores intensos y salados, Canarias esconde una creación que rompe con todas las normas y conquista por lo inesperado.

Lejos del carácter robusto del chorizo o la contundencia del fuet, este embutido canario destaca por una combinación insólita: dulzura, suavidad y aroma especiado. Su sabor sorprende tanto a locales como a foráneos, convirtiéndose en uno de esos descubrimientos que se recuerdan.

Un embutido muy singular

Se trata de la morcilla dulce canaria, una versión autóctona del popular embutido elaborada con sangre de cerdo, pero que incorpora ingredientes inusuales como almendras, pasas, azúcar, batata y canela. El resultado es una pasta suave, cremosa y equilibrada, que mezcla lo dulce con un leve toque salado.

Cada isla tiene su propia versión, pero en Gran Canaria, especialmente en el municipio de Teror, la elaboración de esta morcilla es una tradición ancestral que ha pasado de generación en generación. Es habitual encontrarla en mercados, guachinches y chuletadas o asaderos, acompañada de queso canario y pan artesano.

Origen y tradición popular

La historia de esta receta se remonta a las antiguas matanza de cochinos, que tenían lugar en noviembre. En ausencia de frigoríficos, las familias canarias ideaban formas de conservar cada parte del cochino. Una de ellas fue esta mezcla dulce y especiada, que con el tiempo se convirtió en un icono gastronómico del Archipiélago.

Durante décadas, la morcilla dulce fue vista casi como un postre, y aún hoy es habitual encontrarla como parte de las celebraciones tradicionales y menús familiares. Su popularidad ha resistido el paso del tiempo, adaptándose a nuevas formas de presentación.

Alta cocina e innovación

El salto de la morcilla dulce a la alta cocina era cuestión de tiempo. Actualmente, algunos chefs canarios de renombre han comenzado a reinterpretarla en clave gourmet. Un ejemplo de ello es el turrón de morcilla dulce, creado por el restaurante con estrella Michelin El Rincón de Juan Carlos, en Tenerife.

Esta versión moderna juega con texturas, temperaturas y matices, respetando el sabor original pero llevándolo a un nivel de sofisticación que ha sorprendido a los comensales más exigentes.