Hay sabores que evocan infancia, domingos en familia y cocinas donde siempre huele a gloria. En Canarias, uno de esos platos que despiertan recuerdos y abren el apetito con solo mencionarlo son los tacos de pescado fritos. No hay romería ni comida familiar sin esta delicia dorada que, con el tiempo, ha ido adoptando variantes según los secretos de cada casa.

Entre todas esas versiones, hay una en particular que circula entre las cocinas más sabias de las islas: la de una abuela que un día decidió cambiar las reglas del juego y dio con un truco que convierte lo sencillo en sublime. ¿Quieres saber cuál es?

El truco secreto

Nada de huevo ni de harina de trigo. El secreto está en usar harina de arroz, que da lugar a un rebozado fino, ligero y tan crujiente que cada bocado suena. Este tipo de harina no solo mejora la textura, sino que es ideal para personas con intolerancia al gluten o para quienes buscan platos más digestivos.

Después de pasar el pescado por la harina de arroz, es clave retirar el exceso con un colador fino. Este paso asegura que la fritura quede ligera, sin grumos ni pesadez.

¿Qué es la harina de arroz?

Se trata de un polvo fino que se obtiene al moler arroz blanco o integral. Su textura ligera y su ausencia de gluten la hacen ideal para múltiples usos: frituras, repostería, salsas o pan sin gluten.

Puedes encontrarla fácilmente en tiendas o elaborarla tú misma en casa con una picadora potente y arroz crudo. Un ingrediente sencillo que puede cambiar por completo la textura de tus platos.

El acompañamiento ideal

En las islas, esta receta nunca va sola. Para completarla como se hace en casa, hay que añadir papas arrugadas con mojo. Un poco de sal gorda, mojo rojo o verde y ya tienes un plato que huele a mar y a tradición.

El pescado más común para esta receta es el blanco: cherne, sama o merluza, cortado en tacos, salado al gusto y listo para la fritura.