Canarias siempre sorprende con su riqueza natural. Más allá de sus playas o sus paisajes espectaculares, las islas esconden secretos que pocos conocen y que fascinan a científicos y exploradores. Uno de ellos se encuentra bajo tierra y figura entre los enclaves más impresionantes del mundo volcánico.
En la isla de Tenerife, se halla un lugar donde la oscuridad y el silencio dibujan un mapa que sigue creciendo. Su nombre evoca misterio, viento y profundidad. Y recorrerlo es una de esas experiencias que solo pueden vivirse en Canarias.
Qué es la Cueva del Viento
La Cueva del Viento es el tubo volcánico más largo de la Unión Europea, con más de 18,5 kilómetros topografiados y un desnivel de casi 500 metros. Se formó hace más de 27.000 años tras una erupción del Pico Viejo, el segundo volcán más alto del Teide.
Es una auténtica joya geológica, única en el mundo por su estructura: presenta tres niveles de galerías superpuestas, algo sin precedentes en ningún otro tubo volcánico conocido. A lo largo de sus pasadizos, los visitantes caminan entre paredes de lava, sin luz artificial, en un entorno dominado por el silencio absoluto.
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Un ecosistema subterráneo
Además de su singularidad geomorfológica, la cueva alberga un ecosistema único. Se han registrado 92 especies animales, de las cuales 32 viven adaptadas al entorno subterráneo. Lo más sorprendente es que 15 de ellas son nuevas para la ciencia, como la cucaracha sin ojos Loboptera subterranea o los escarabajos endémicos del género Wolltinerfia.
La falta de luz y las condiciones extremas del lugar han hecho que estas criaturas evolucionen con características únicas, como la pérdida total de pigmentación y visión.
Conservación y futuro
Desde 1998, la Cueva del Viento cuenta con un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales para proteger su delicado entorno frente a amenazas como las construcciones, vertidos o el turismo descontrolado. En sus 15 años abierta al público, ha recibido a miles de visitantes, pero la mayor parte del tubo permanece sin explorar.
Con cada nueva expedición, la cueva podría ampliar aún más su longitud y seguir revelando secretos del subsuelo volcánico canario. Un viaje a las profundidades de la Tierra sin salir de Tenerife.