Muchos creen que la riqueza de Canarias se concentra en sus dos capitales insulares, donde la actividad económica es constante y la población crece cada año. Sin embargo, los datos revelan una realidad sorprendente que cambia el mapa de la prosperidad en Canarias: ni Tenerife ni Gran Canaria lideran el ranking del Producto Interior Bruto (PIB) por habitante.
Según los últimos cálculos de la consultora Corporación 5, las islas de Lanzarote y Fuerteventura —más turísticas y orientales— son actualmente las más ricas del Archipiélago si se mide su renta per cápita. En 2024, Lanzarote alcanzó los 29.926 euros por habitante, mientras que Fuerteventura llegó a 28.369 euros, superando ambas la media regional, situada en 26.038 euros.
Capitalinas en la media
Tenerife y Gran Canaria, a pesar de representar más del 80% del PIB canario en volumen, no ocupan los primeros puestos en renta por habitante. Con 25.816 euros en Tenerife y 25.784 euros en Gran Canaria, ambas se sitúan ligeramente por debajo de la media del archipiélago. Su elevado peso demográfico y empresarial, sin embargo, equilibra las cifras regionales.
El PIB canario alcanzó este año los 58.531 millones de euros, de los que más del 81% provienen del sector servicios. El resto se reparte entre industria (5,8%), construcción (5,6%) y sector primario (1,7%).
Las más rezagadas
En el otro extremo del ranking aparecen las llamadas islas verdes: La Palma, La Gomera y El Hierro. Esta última se sitúa como la más pobre del archipiélago, con una renta per cápita de 20.053 euros, lo que supone un 23% menos que la media autonómica y un 33% por debajo de Lanzarote. En La Palma el ingreso medio es de 21.917 euros y en La Gomera de 22.373.
Estas cifras reflejan una desigualdad económica que va más allá del tamaño de cada isla. La dependencia del turismo, la concentración empresarial y las oportunidades laborales son factores que, en conjunto, dibujan un mapa de contrastes entre unas islas y otras.