Pepe Benavente en una de sus actuaciones / AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Pepe Benavente en una de sus actuaciones / AYUNTAMIENTO DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

Pepe Benavente planea su retirada de los escenarios: "Quiero salir por la puerta grande"

Pepe Benavente quiere seguir compartiendo música, pero a un ritmo más humano, lejos de la vorágine de giras y compromisos que marcaron su vida durante más de medio siglo

Irene Cartaya

El nombre de Pepe Benavente está ligado a la música popular en Canarias. Desde hace más de cinco décadas, su voz ha acompañado fiestas, verbenas y celebraciones en todos los rincones del archipiélago. Su presencia en los escenarios ha sido una constante que forma parte de la memoria colectiva de varias generaciones.

Con 71 años a sus espaldas, el cantante se mantiene en activo y con la energía de siempre, aunque reconoce que los tiempos cambian y que el cuerpo pide descanso. En una reciente entrevista en Atlántico Televisión, habló con la sinceridad que lo caracteriza sobre su futuro inmediato, dejando entrever un paso importante en su carrera.

Un anuncio triste

Durante su visita al programa Minuto 33, Benavente confesó que planea reducir drásticamente el número de actuaciones a partir del próximo año. “Quería contarlo aquí, para toda mi gente. Tengo que dosificarme. En agosto actué 22 días y en septiembre, 24. Ese ritmo no lo puedo mantener”, señaló.

El intérprete recordó que en enero cumplirá 72 años y que su principal deseo es “disfrutar de la familia y de la vida”. La decisión, según explicó, no llega de manera improvisada, sino como parte de una reflexión personal sobre la salud y el desgaste de tantos años de giras.

La salud, un motivo

En su intervención, Benavente fue claro: “Mucha gente está sufriendo ictus o infartos. Tengo miedo a eso”. Con esa declaración, dejó ver que su preocupación por la salud ha sido determinante para tomar distancia de los escenarios. Reconoció que, aunque ama cantar, el exceso de compromisos lo obliga a pasar demasiado tiempo fuera de casa, algo que también empieza a pesar en lo personal.

Su idea es clara: reducir la agenda, pero sin renunciar del todo a lo que más le apasiona. Por ello planea limitarse a unas cinco actuaciones al mes. “Subiré el caché y, si no hago diez, haré cinco, pero esas cinco estarán mejor pagadas”, aseguró, convencido de que una retirada progresiva es la mejor salida.

Una larga trayectoria

Con más de 55 años sobre los escenarios, Pepe Benavente ha construido un repertorio inconfundible. Desde orquestas populares hasta sus presentaciones en solitario, ha llevado su música a pueblos, barrios y fiestas patronales. No obstante, también recordó la desigualdad que existe entre los artistas locales y los de fuera: “He actuado con gente que cobraba veinte veces más que yo”.

Esa reivindicación no empaña el cariño del público, que lo sigue viendo como uno de los grandes referentes de la música isleña. Y es ese reconocimiento el que le da fuerzas para pensar en una retirada “por la puerta grande”, como él mismo expresó.

Un accidente revelador

En la entrevista también relató un episodio que lo marcó. Tras una verbena en Tacoronte, fue a recoger unas cebollas a casa de un amigo, tropezó con el cordón del zapato y cayó al suelo. El accidente acabó con una prótesis en el hombro derecho, una experiencia que le hizo replantearse la fragilidad del cuerpo y la necesidad de cuidar más su salud.

Ese momento fue uno de los detonantes para tomar la decisión de reducir compromisos, entendiendo que el esfuerzo físico y los viajes constantes ya no podían ser los mismos que en el pasado.

Un adiós a su ritmo

A pesar de todo, Benavente no habla aún de una despedida definitiva. Su intención es seguir cantando lo suficiente para mantenerse conectado con su público sin someterse a un calendario agotador. “Una retirada a tiempo es un triunfo”, insistió, dejando claro que quiere marcar el final de su carrera a su manera.

De momento no tiene elegida la canción con la que dirá este pequeño adiós a los escenarios. Prefiere tomarse ese tiempo con calma, disfrutando del presente y de cada actuación como si fuera única. Lo que sí sabe es que quiere seguir compartiendo música, pero a un ritmo más humano, lejos de la vorágine de giras y compromisos que marcaron su vida durante más de medio siglo.