La huella portuguesa en Canarias, un rasgo identitario soslayado

Aunque sea infravalorada en el relato histórico, la influencia galaico-portuguesa nos ayuda a comprender numerosas manifestaciones culturales del Archipiélago

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Mapa de Canarias elaborado por Francisco Coello de Portugal y Quesada en colaboración con el cartógrafo Pascual Madoz./ INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL.
Mapa de Canarias elaborado por Francisco Coello de Portugal y Quesada en colaboración con el cartógrafo Pascual Madoz./ INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL.

Canarias es el único archipiélago de la Macaronesia donde no se habla portugués. Tanto en Cabo Verde, ex colonia lusa, como en las regiones de AzoresMadeira y las islas Salvajes falam la lengua de Fernando Pessoa. Otra particularidad de Canarias respecto a sus vecinos atlánticos más cercanos radica en que era "el único archipiélago habitado antes de llegar los conquistadores", afirma el geólogo y paleontólogo Francisco García-Talavera, autor del libro Macaronesia. Naturaleza, historias y leyendas

A lo largo de sus años de estudio, García-Talavera ha constatado la presencia de innumerables "rasgos históricos, culturales, lingüísticos e incluso genéticos" que encuentran su origen en la "impresionante influencia portuguesa o, más precisamente, galaico-portuguesa" tras la conquista del Archipiélago. 

"La mayor parte de los colonos que vinieron fueron portugueses, más que castellanos. Castilla tenía todos los altos cargos de la administración y ostentaba el poder pero, a nivel de la gente de a pie, eran casi todos portugueses", defiende el paleontólogo. En primera instancia la llegada masiva se produjo "desde Madeira, donde los portugueses llevaban más de 40 años produciendo azúcar, que se convirtió en el principal motor económico de Canarias". Además de los especialistas en ingenios azucareros, otros muchos oficios fueron desempeñados por migrantes procedentes del país bañado por el Atlántico, entre ellos "artesanos, pescadores, agricultores, herreros, zapateros, curtidores de pieles y comerciantes".

En definitiva, resume García-Talavera, "el aporte fue enorme y por eso en Canarias tenemos tantas palabras y apellidos de origen portugués". Es más, García-Talavera menciona análisis genéticos recientes en los que se concluye que "la herencia genética principal de los canarios es más galaico-portuguesa que española", señala antes de concluir sentenciando que "los estudios demuestran que tenemos más de portugueses que de castellanos, así de claro hay que decirlo"

FGT EFE
Francisco García-Talavera Casañas defiende la relevancia de la huella portuguesa en Canarias./ EFE

Más de 140 apellidos

Allá por el siglo XVI arribó a Canarias desde Azores un tal Bartolomé de Horta, llamado así por ser originario de la ciudad de Horta, capital de la isla de Fayal. "Dos generaciones después de su llegada, ya apareció en Canarias el apellido Dorta", comenta García-Talavera, explicando su origen en la contracción de la preposición 'de' y  el topónimo Horta, de la misma manera que ocurrió con "Dávila o Darias". Incluso va más allá al afirmar que "es un apellido netamente canario" dado que en Portugal, así como en el resto del territorio peninsular "hay muy pocos, mientras que en Canarias hay miles". A esta categoría también pertenece Barbuzano, un apellido fundado en Canarias, "quizá para referirse a un campesino que vivía en una zona con presencia de este árbol".

En su libro Apellidos portugueses en Canarias, García-Talavera identifica "cerca de 140 apellidos portugueses en el Archipiélago, más que castellanos". En este amplio listado figuran tan solo aquéllos con origen inequívocamente portugués como Perera, Ramallo, Moreira o Mederos. Pero García-Talavera defiende que en total son muchos más apellidos debido a que algunos, que también son muy frecuentes en español, fueron castellanizados. Entre ellos encontramos Gonzalez como adaptación de Gonçalves, así como Hernández o Rodríguez, que mutaron cambiando la 'S' final, característica del portugués, por una 'Z'.

Más nunca, más nada

En sus estudios linguísticos, la filóloga tinerfeña y académica de la RAE Dolores Corbella ha detectado cerca de 1.500 portuguesismos en el habla canaria como, por ejemplo, "jeito, petudo en lugar de jorobado, margullar para sumergirse, entullar, gaveta, fonil...son interminables", repasa García-Talavera. Aparte de muchas palabras, también existen construcciones propias del Archipiélago, como las frases "más nunca" o "más nada", que obedecen a fórmulas muy frecuentes en lengua portuguesa, como son "mais nunca" y "mais nada". 

Para entender la influencia portuguesa en Canarias, García-Talavera recurre al censo de Canarias de 1680, que cifraba en 103.000 habitantes la población del Archipiélago. De ellos, en torno a 51.000 personas vivían en Tenerife, una isla donde las comunidades portuguesas se instalaron principalmente en las tierras fértiles del norte, desde Garachico hasta La Laguna. De hecho, el paleontólogo rastrea el origen de la popular romería de San Benito y lo encuentra en una de las figuras religiosas más veneradas en la cultura lusa: São Bento

Laurisilva y fajana

Por su condición de archipiélago macaronésico, Canarias comparte con sus vecinos particularidades como el origen volcánico o similitudes en fauna y flora. Al estudiar los nombres de las especies arbóreas de la laurisilva también se encuentran muchos vocablos de procedencia portuguesa, como puede ser viñátigo, acebiño, palo blanco (castellanización de pau branco) o barbusano. Pese a que la aportación del portugués al habla canaria vaya en retroceso, aún hoy en día seguimos incorporando voces derivadas de esta lenga a nuestro vocabulario.

La más reciente, sin duda, se popularizó a partir de la erupción de Cumbre Vieja en La Palma y en parte gracias al esfuerzo de García-Talavera. "Insistí bastante en programas de televisión en la utilización de la palabra fajana, de origen portugués, en lugar del concepto científico delta lávico". A este respecto, el estudioso recuerda un reciente viaje a Azores en el que tuvo la oportunidad de visitar la isla de São Jorge, que se presenta como destino turístico bajo el lema A ilha das fajãs (la isla de las fajanas). Asimismo, encontramos topónimos compartidos entre canarios y azorianos. Prueba de ello es que en el archipiélago portugués también existe una isla llamada La Graciosa, cuya capital es Santa Cruz, o el municipio de Candelária, ubicado en la isla de São Miguel.