Si en algo ha destacado el profesorado de Canarias con un alto aprobado es en su compromiso con la innovación tecnológica y la digitalización del aula, según el informe TALIS 2024, elaborado por la OCDE y el Instituto Nacional de Evaluación Educativa. No obstante, no todo es de color de rosa.
El estudio también revela que los docentes canarios tienen altos niveles de estrés, debido al ruido y al alboroto en las aulas, que quita parte del tiempo de enseñanza al tratar de mantener la disciplina en clase. A esto se suma la carga burocrática, falta de incentivos o las dificultades para participar en actividades formativas para el sector.
Uso de IA y digitalización
Canarias destaca como la comunidad más avanzada en el uso de herramientas digitales dentro de las aulas. En educación primaria, el 60 % del profesorado se ha pasado a lo digital para dar sus clases, sustituyendo, por ejemplo, los materiales impresos por digitales, y utiliza recursos tecnológicos también para la gestión organizativa. Es el porcentaje más alto del país. Además, un 40 % emplea estas herramientas para personalizar el aprendizaje y realizar evaluaciones digitales.
Dentro de estos avances tecnológicos, no podía faltar la inteligencia artificial (IA), que se ha consolidado como una herramienta de apoyo al alumnado. Uno de cada dos docentes (50%) considera que la IA facilita el seguimiento individualizado y un poco más de la mitad del profesorado (54%) valora su potencial para atender necesidades educativas específicas.
Profesores estresados
Pero todas estas luces y avances no ocultan las problemáticas que afectan al sector educativo en las Islas. El informe TALIS revela que más de la mitad del profesorado de secundaria (54 %) se siente estresado por mantener la disciplina en clase, un porcentaje superior al promedio nacional (50 %).
Y es que Canarias es una de las comunidades donde los docentes tienen que dedicar más tiempo a controlar el aula: un 20 % en secundaria y 21 % en primaria, lo que supone una carga emocional para el personal educativo al lastrar su jornada y tiempo de enseñanza.
Aunque destacan en su preparación en competencias digitales (61 %) y en desarrollo socioemocional del alumnado (49 %), el profesorado se siente menos capacitado para enseñar en entornos multiculturales y multilingües (34 %), un reto significativo dada la diversidad cultural del archipiélago.
Sin tiempo ni incentivos
Otro de los puntos débiles del sistema canario es la baja participación en programas de mentoría para el profesorado novel, enfocados a retener el talento y facilitar su adaptación en las aulas. Solo un 32 % de los docentes de secundaria y un 45 % de primaria ha tenido acceso a este tipo de acompañamiento profesional, muy por debajo de la media nacional.
Además, apenas un 2 % en secundaria y un 6 % en primaria ejerce como mentor, lo que evidencia una falta de estructuras formales de apoyo entre docentes. Esta situación limita el intercambio de buenas prácticas y la consolidación de una cultura colaborativa dentro de los centros, lo que se refleja en la baja docencia compartida (53 %) y escasa observación entre compañeros (20 %).
A esto se suman los obstáculos que enfrenta a su vez la formación profesional docente. El 66 % del profesorado canario en primaria menciona la falta de tiempo como la principal barrera para participar en actividades formativas, mientras que un 63 % en secundaria y un 57 % en primaria señalan la ausencia de incentivos como otro impedimento relevante.
Satisfacción profesional
Canarias encabeza el uso de resultados externos —como pruebas diagnósticas o evaluaciones estandarizadas— en la valoración del desempeño docente. En educación primaria, el 94 % del profesorado afirma que estos resultados influyen en su evaluación profesional, el porcentaje más alto de toda España. Es decir, el rendimiento del alumnado se convierte en un indicador directo del trabajo del profesorado.
Pese a las dificultades, la mayoría del profesorado en Canarias afirma sentirse satisfecho con su trabajo. En educación primaria, el 98 % declara estar satisfecho con su profesión, una de las cifras más altas de España, mientras que en secundaria la satisfacción alcanza el 95 %. Estos datos sitúan al Archipiélago entre las regiones donde los docentes muestran mayor compromiso vocacional y sentido de pertenencia a la comunidad educativa.