El profesorado público canario es uno de los que más sufre la falta de estabilización, llegando al 40% de tasa de interinidad, según el informe El estado de la profesión docente en España, publicado por EsadeEcPol en marzo de 2025, y esto tiene consecuencias en la educación del alumnado, tanto de Primaria como de Secundaria.
Así lo expresan Gerardo Rodríguez, portavoz del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza de Canarias (STEC), y Pedro Crespo, presidente de ANPE Canarias, que han manifestado que los datos reflejados en el informe confirman las denuncias que vienen realizando desde hace tiempo para una mayor estabilidad de los docentes.
Procesos de estabilización
Ambos sindicatos recalcan que en el Archipiélago la tasa de interinidad es históricamente alta y que las medidas que se han tomado para reducirla no han surtido efecto, como “el proceso de estabilización por mérito no ha resuelto absolutamente nada”, señala Rodríguez.
Crespo resalta que “desde ANPE apostamos por que se estabilizaran personas y no solo plazas, pero no se habilitaron fórmulas para ello. Además, por la propia estructura de edad del profesorado, cada año hay un número muy elevado de jubilaciones, que a corto plazo hay que cubrir con interinidades”.
Docentes de fuera
Asimismo, Rodríguez recuerda que casi el 50% de las plazas estabilizadas han sido ocupadas por docentes de otras comunidades, dejando fuera a quienes llevan años encadenando contratos temporales en Canarias
Es por ello que STEC critica que este sistema de estabilización no haya priorizado a los docentes que llevan más de tres años en situación de abuso de temporalidad, lo que según el sindicato, no solo afecta a los profesionales, sino también a la comunidad educativa.
Efectos en el alumnado
"Queremos la estabilidad de los docentes, de las personas y de los claustros. Esto tiene un impacto directo en los resultados académicos de los alumnos, porque la permanencia de un maestro o profesor es beneficiosa para la comunidad educativa y, sobre todo, para el alumnado", explica Rodríguez.
Es la estabilidad del profesorado la que asegura que se consoliden los proyectos en los centros, indica Crespo, así como “tener un mayor conocimiento del alumnado y de su entorno, para mejorar la comunicación con las familias y para que exista continuidad en los procesos de enseñanza y aprendizaje”.
Desigualdad educativa
Asimismo, el presidente de ANPE añade que “todos estos factores son muy importantes para garantizar la inclusión y el éxito educativo del alumnado y propiciar un mejor clima escolar. Además, se deben tomar medidas para incentivar que los docentes trabajen en centros de zonas desfavorecidas, donde hay más inestabilidad. Consolidar proyectos educativos en esos centros es clave para que la educación cumpla su papel reductor de la desigualdad”.
Coincide de esta manera con lo que destaca el informe de EsadeEcPol, la elevada rotación del profesorado dificulta la planificación educativa y la continuidad de los proyectos en los centros, afectando especialmente a los estudiantes de contextos socioeconómicos más vulnerables.
Reducir la interinidad
Desde el STEC instan a las administraciones a aplicar la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que obliga a estabilizar a aquellos docentes en abuso de temporalidad.
"Llevamos años denunciando que el sistema de estabilización aplicado no es el adecuado para el ámbito educativo. No ha reducido la tasa de interinidad al 8% como exigió Bruselas, ni ha garantizado estabilidad al profesorado canario", afirma Rodríguez.
Crespo, por su parte, propone que “para reducir la temporalidad, hay que combinar dos líneas de actuación. Por un lado, convocatorias amplias de oposiciones. Por otro, nuevos procesos de estabilización que, respetando la legalidad, favorezcan la conversión en personal funcionario de carrera del profesorado interino que ya está impartiendo clases en Canarias”.
Precariedad laboral
Los sindicatos recalcan que la precariedad laboral del profesorado no solo perjudica a los docentes, sino que también tiene consecuencias en la calidad educativa, ya que afecta al clima de aprendizaje en las aulas y a la motivación del personal.
Ambos exigen una reforma profunda que garantice estabilidad y continuidad para los profesionales de la educación en Canarias, evitando que la precariedad siga lastrando el sistema educativo y aumentando la desigualdad en las aulas.