Las vías ferratas se han convertido con el paso de los años en una parte fundamental del turismo activo en entornos de montaña. En la Península se practica de forma habitual, y en zonas como Cataluña o Cantabria son un referente para ello. Lo mismo se busca conseguir en Canarias.
La cuestión se llevó el pasado miércoles hasta el Parlamento de Canarias. La diputada del Grupo Socialista, Lucía Fuentes, preguntaba a la consejera de Turismo y Empleo, Jessica de León, si existía alguna estrategia para su implementación en las Islas y que sea una vía de impulso para el desarrollo del medio rural en el Archipiélago.
Se trata de rutas equipadas que recorren las paredes de acantilados y desfiladeros adaptados con pasarelas, puentes o peldaños de hierro, donde varía la dificultad según el color de la vía. Es una práctica que ha ganado popularidad en los últimos años. Además de Cataluña y Cantabria también es muy común en la Comunidad Valenciana o Andalucía, donde hay vías de todos los niveles. Por ahora, en el Archipiélago no hay ninguna destacable.
Diversificar el turismo
Fuentes insistió en que siempre “se habla de zonas masificadas por el turismo mientras que hay otras, como las áreas rurales, que están despobladas”. Para ella las vías ferratas son una posible salida para fomentar el desarrollo de zonas más apartadas, poniendo de ejemplo el caso de la vía ferrata de La Hermida en Cantabria –donde está el desfiladero más grande de España—.
La diputada subrayó que en Canarias las vías ferratas “tienen muy poco recorrido", las que existen "no son demasiado conocidas fuera”, o que la mayoría de ellas “no tienen autorización”. Por ello consideró conveniente que “se definan quienes son sus responsables” sobre todo de cara al mantenimiento.
“Las montañas de Canarias son el escenario perfecto, pero las Islas no aparecen en ningún lugar de referencia si se busca información sobre esta práctica”, apuntó.
Ejes
En respuesta, la consejera recordó que hace hace una semana y media presentaron la Primera Estrategia Turística canaria sobre las infraestructuras pensando en ello como un elemento que genera producto, economía y empleo. Dicha estrategia, explicó, cuenta con cinco ejes encaminados "a mejorar espacios como senderos o el impulso de las vías ferratas".