Los fondos marinos de Canarias han sido testigos en los últimos días de dos avistamientos poco comunes que han despertado tanto la emoción de los expertos como la curiosidad de buceadores y bañistas. Se trata del tiburón liso (Odontaspis ferox), conocido popularmente como “el monstruo de Malpelo”, y del tiburón mako, ambos incluidos en listados de especies en peligro o vulnerables.
El primero de estos encuentros se produjo en aguas de La Restinga, en El Hierro, donde el Centro de Buceo El Bajón confirmó la presencia del tiburón liso, una especie que no se avistaba desde 2019 en la zona. Su aparición es un evento extraordinario dentro de la biodiversidad marina del archipiélago.
Hembras gestantes
Según explican los investigadores, el ejemplar avistado sería una hembra en gestación. Durante el verano, estos tiburones ascienden desde sus hábitats habituales —entre 400 y 800 metros de profundidad— hacia zonas más someras, para dar a luz.
Este comportamiento, aunque natural, es raro de documentar. Por eso, su observación es especialmente valiosa para la comunidad científica, que sigue de cerca los patrones reproductivos de esta especie catalogada como “en peligro” por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).
El mako
El segundo avistamiento tuvo lugar en la costa sur de Tenerife, donde varios bañistas y buceadores grabaron la presencia de un tiburón mako cerca de la playa de Los Cristianos, una zona turística muy concurrida. La aparición de esta especie en zonas tan próximas a la costa es muy poco habitual.
El mako, conocido por su velocidad y potencia, suele desplazarse en aguas profundas y abiertas. Su presencia en aguas costeras genera interés, pero también recuerda la necesidad de mantener el respeto y los protocolos de observación.
Especies en peligro o vulnerables
Ambas especies enfrentan serias amenazas. El tiburón liso presenta una combinación letal para su conservación: crecimiento lento, baja tasa reproductiva y longevidad extrema (puede vivir más de 40 años), lo que lo hace especialmente vulnerable a cualquier alteración en su entorno.
Por su parte, el tiburón mako ha sido incluido como especie vulnerable debido a la sobreexplotación pesquera y la pérdida de hábitat. Aunque no están en peligro inmediato de extinción, las poblaciones han disminuido considerablemente en las últimas décadas.
Llamado al respeto y la protección
El primer registro del tiburón liso en Canarias data de 2006, y desde entonces su avistamiento se repite de forma muy puntual en verano, en lugares como Punta Restinga o El Salto. Investigadores y centros de buceo piden prudencia y respeto en estas situaciones.
Los avistamientos de estos grandes depredadores marinos, más allá del asombro, son una oportunidad para poner en valor la riqueza de los océanos canarios, pero también para subrayar la fragilidad de sus ecosistemas y la urgencia de conservarlos.