Las rocas de Lanzarote son casi idénticas a las de la Luna

Los astronautas hacen entrenamientos en la isla desde 2017

EFE

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Paisajes lunares de Lanzarote que sirven para la investigación. / EFE
Paisajes lunares de Lanzarote que sirven para la investigación. / EFE

Es cuestión de tiempo que la humanidad establezca una base en la Luna y para ello es fundamental conocer los beneficios del terreno. Es importante saber si sirven para construir un refugio o una carretera, si sus suelos son fértiles o si es posible extraer de ellos oxígeno y agua.

La isla de Lanzarote es desde el 2017 un campo de entrenamiento para los astronautas de la NASA y la ESA, porque su “paisaje lunar” se convirtió ese año en una promesa científica por su parecido con el Astro. Hasta el punto de que sus rocas son idénticas a las que recogió el Apolo 14.

Publicación científica

En el último número de Scientific reports, cuatro investigadores del Instituto de Geociencias del CSIC (IGEO), la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) publican un nuevo análogo de la Luna que hubiera sorprendido a Alan Shepard y Edgar Mitchell porque sus rocas son idénticas al regolito que ellos pisaron al contar con la característica "alfombra" mineral de la superficie lunar.

En realidad, el hombre ya tiene a su disposición rocas traídas directamente desde la Luna, gracias, sobre todo, al programa Apolo de la NASA de los años setenta, pero son tan escasas y valiosas que resulta inconcebible experimentar con ellas a gran escala.

Investigación

Fernando Alberquilla (IGEO-UCM), Jesús Martínez Frías (IGEO-Involcan), Valentín García Baonza (IGEO-UCM) y Rosario Lunar (IGEO) han comparado las propiedades conocidas de esas rocas de Fra Mauro con las muestras de basaltos que ellos han recolectado en las Peñas de Tao, en Lanzarote.

Su conclusión es que son prácticamente idénticas, o dicho en palabras técnicas: se aprecia "una fuerte correlación (entre las Peñas de Tao y Fra Mauro), no solo en términos mineralógicos y géoquímicos, sino también en sus propiedades físicas".

Dicen los investigadores que esto abre un nuevo campo de investigación en el que cabrán, por ejemplo, pruebas para extraer oxígeno de los óxidos de basalto, ensayos sobre el potencial de esos suelos volcánicos de las Peñas de Tao como material de construcción o experimentos con ellos dirigidos a saber cómo se podrá sembrar y cultivar en la Luna.

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