Los secretos del grado de Bellas Artes, la mejor carrera para cursar en Canarias

Según un ranking elaborado por el diario El Mundo es la única titulación pública de las que se imparten en el Archipiélago entre las mejores de España

Guardar

Alumnos asisten a una clase de la facultad, el edificio que la alberga y el profesor Alfonso Ruiz Rallo, decano hasta hace pocas semanas./ ULL
Alumnos asisten a una clase de la facultad, el edificio que la alberga y el profesor Alfonso Ruiz Rallo, decano hasta hace pocas semanas./ ULL

No es una novedad que la Universidad de La Laguna (ULL), al igual que la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, se encuentran en un escenario complejo. Esta misma semana los equipos de ambas instituciones se reunieron para diseñar un plan de trabajo común con el objetivo urgente de consensuar con el nuevo Ejecutivo regional el plan de financiación plurianual.

La ULL se enfrenta además a la pérdida de alumnado, que en el último lustro llega al 5%, en favor de la enseñanza superior privada, que gana terreno en el Archipiélago. Tampoco es habitual encontrar a ninguna de las universidades de las Islas entre los diferentes rankings que elaboran diferentes entidades públicas y privadas.

Por ello ha sido motivo de orgullo y de cierta sorpresa la inclusión del Grado de Bellas Artes de la ULL entre las mejores de España en su ámbito según el estudio que realiza el diario El Mundo en base a cuestionarios anónimos a docentes, datos aportados por la universidad y otras fuentes como rankings internacionales e informes de la Aneca y otras entidades.

Sorpresa e ilusión

“Estamos muy contentos, pero no tenemos ni idea de cómo lo hemos conseguido”, bromea Alfonso Ruiz Rallo, decano de la facultad hasta hace pocas semanas, cuando dejó el cargo para ser el nuevo vicerrector de Personal Docente e Investigador de la ULL. “No te lo explican, la verdad, así que no sabemos bien lo que se ha premiado”, dice entre risas.

Cuenta el exdecano que llevan muchos años enviando la información y rellenando los cuestionarios, por lo que la inclusión este año fue “una sorpresa y una ilusión”. Asegura, no obstante, que si han pasado años haciéndolo es porque estaban convencidos de que realmente son una de las mejores del país por varias cuestiones.

Por un lado destaca que solo hay tres facultades de Bellas Artes que ofrecen las tres titulaciones que se establecieron cuando se hizo la transición al plan Bolonia, que son la propiamente dicha de Bellas Artes, la de Diseño y la de Restauración. En cualquier caso, el estudio se ciñe solo a la primera de ellas, algo que Ruiz Rallo opina que podría ser porque solo se incluyen los grados que tienen un mínimo de alumnos.

Inclusión de menciones

Otra razón que arguye el vicerrector es el respaldo de las instalaciones, un edificio singular, “de los más grandes que hay en España” que alberga unos talleres moderno y más espaciosos que conformar una oferta “muy potente”. Es consciente de que la ULL siempre “ha mimado” esta carrera porque han sido conscientes de lo importante que era tener un grado de Bellas Artes potente.

El tercer motivo sobre el que hipotetiza es la inclusión en este curso de las menciones, especialidades reconocidas en la titulación, “que es posible que nos hayan dado un valor que no nos daban antes”. Estas menciones serían cuatro: la de Dibujo, Ilustración y Animación, la de Escultura, la de Pintura la de Arte Transdisciplinar.

Puntualiza Alfonso Ruiz que antes se hacían pero no como menciones sino como itinerarios de especialización que no se reflejaban en el título, y este año por primera vez sí será así, algo que reconoce a los alumnos a nivel europeo, la especialización en un campo concreto.

Atraer talento

Este tipo de reconocimientos siempre funcionan como un efecto llamada para los futuros alumnos. Para el exdecano es muy probable que esto ayude a atraer gente del programa Erasmus y, sobre todo, del Séneca, si bien las tres titulaciones que ofertan llenan el cupo cada año, con unas notas de corte cada vez más alta.

Esa subida de mínimos, cree el docente, ayudará a que aumente la calidad del alumnado. “Lo comprobaremos dentro de muy poco, siempre teniendo claro que esto es una carrera muy vocacional, o te gusta o la abandonas. El que se queda a partir del segundo año es muy difícil que abandone la carrera”, argumenta.

Relata el entrevistado que la de Bellas Artes siempre ha sido una carrera singular, porque se dice que “no tiene salida, pero las tiene y muchas”, sobre todos con el auge de la animación y de las producciones audiovisuales en Canarias.

Afirma también que hay una gran cantidad de alumnos que antes de terminar la carrera están trabajando o que se emplean inmediatamente después. “Éstos son invisibles en las estadísticas porque al no pasar por el Instituto Nacional de Empleo, no aparecen en los datos de fiabilidad, por eso digo que siempre hemos sido una carrera un poco extraña”.

Nuevos artistas

La facultad es una cuna inagotable de talento. Según Ruiz Rallo, “si le echas un vistazo a las exposiciones de arte que se han hecho en Canarias en las últimas décadas te darás cuenta de que la presencia de alumnos, ex alumnos y profesores es masiva. Ahora mismo prácticamente llevamos la producción artística del Archipiélago”.

A principios de siglo se acuñó el término de la escuela de La Laguna para referirse a un grupo de nuevos artistas como Francisco Castro, Ubay Murillo, Alby Àlamo o Moneiba Lemes, exalumna  que ingresó hace poco como profesora. También destaca Sabotaje al Montaje, nombre artístico de Matías Mata, o Paula Calavera, artistas que son conocidos internacionalmente y han salido de La Laguna, lo que demuestra la calidad del alumnado y, por supuesto, del profesorado.

Asegura el vicerrector que “Canarias tiene históricamente un talento notable porque esto es tierra de artistas”, en épocas pasadas y presentes, donde muchos lo están canalizando hacia las industrias culturales. “Hay muchísima gente de aquí trabajando por todo el mundo en producciones de animación, diseño de videojuegos o dirección artística de películas.

Entiende que no es casualidad que siendo una región pequeña alejada del territorio peninsular tenga una de las 17 facultades públicas de Bellas Artes que hay en toda España, siendo ademas de las pioneras cuando se fundaron en 1979, cuando se pasó de las academias a las facultades. “Ahí estábamos desde el principio y no es casualidad, es porque hay cantera”.

Vicerrectorado

Hace poco más de mes y medio Ruiz se convirtió en nuevo vicerrector de Personal Docente e Investigador, tras la victoria de la plancha liderada por Francisco García para dirigir la universidad durante los próximos cuatro años.

Por ello dejó el decanato que pasó de manera provisional a Alfredo Rivero hasta la convocatoria de elecciones en septiembre. Puso fin a 15 años en la dirección de la facultad, liderando el cambio a Bolonia en 2010 y el traslado al nuevo edificio en 2014.

Respecto al cambio a Bolonia considera el nuevo vicerrector que “todo ha sido positivo” porque a transformado la universidad, la cual “necesitaba una modernización”, elevando la calidad al nivel europeo “y ya nadie habla de la universidad en los términos en los que se hablaba en los 90 o principios de 2000, porque se ha profesionalizado la universidad”.

La nueva ULL

Para el exdecano de Bellas Artes son múltiples los retos de cara a los próximos años. Un proyecto que considera “ilusionante” pese a que afrontarán “retos complejos” como la transición a la nueva Ley de Universidades. A su vez avanza que es necesario profesionalizar el sistema de gobernanza y acabar con la precariedad de la plantilla del profesorado, destinó más recursos a ello.

Otra idea principal es instalar decididamente nuevas titulaciones que permitan al alumnado optar a títulos dobles o microtitulaciones. “Hay un escenario que se abre y que para nosotros es totalmente nuevo, lo que nos exige ponernos al día”, argumenta. “Las nuevas profesiones exigen nuevos retos formativos y la universidad debe responder a eso con una oferta moderna, nueva e interesante”.

Concluye el entrevistado reflexionando sobre la inteligencia artificial, “la herramienta del futuro que plantea los retos más fascinantes” a su entender. Tras las sucesivas revoluciones tecnológicas que se han experimentado en las últimas décadas (Internet, los teléfonos móviles o las redes sociales), este traerá también consigo un “nuevo cambio paradigma".

“Sus aplicaciones son tan inmensas que yo creo que esta es la más importante de la revoluciones que vamos a vivir los que hemos tenido la suerte de vivir esta época”, concluye. “Estoy deseoso de ver la cantidad de cosas en las que vamos a aplicar esta tecnología en el futuro en Bellas Artes y en todos los campos”.