Una reliquia de la carrera espacial, lanzada hace más de 50 años por la Unión Soviética, vuelve a ser noticia. La cápsula de descenso de Kosmos 482, que formó parte del programa Venera, está a punto de reentrar en la atmósfera terrestre tras décadas orbitando sin rumbo.
Y sí: Canarias está entre las zonas potencialmente afectadas.
¿Qué es Kosmos 482?
Kosmos 482 fue una misión diseñada para explorar Venus, pero un fallo durante su lanzamiento en 1972 la dejó atrapada en la órbita terrestre. Su módulo de descenso, de unos 495 kilos y apenas 1 metro de diámetro, ha resistido durante más de cinco décadas y está construido para soportar condiciones extremas.
Este artefacto soviético está compuesto de materiales altamente resistentes, lo que aumenta las posibilidades de que no se desintegre por completo al atravesar la atmósfera.

Rango de impacto
El investigador Marco Langbroek, de la Universidad Técnica de Delft, ha indicado que el rango potencial de caída se extiende entre los 52 grados de latitud norte y sur, lo que incluye países como España, Estados Unidos, India, Brasil y Australia. En Canarias, por tanto, existe la posibilidad –aunque muy remota– de que los restos puedan llegar a la región.
Los expertos aclaran que el riesgo real para la población es muy bajo, dado que el 71 % del planeta está cubierto por océanos. Jonathan McDowell, astrofísico del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, ha explicado que lo más probable es que el objeto acabe en el mar.
Historia de la cápsula
Este módulo de Kosmos 482 es el único fragmento que sigue en órbita, mientras que el cuerpo principal de la nave se desintegró en 1981. Su "hermana gemela", Venera 8, sí logró llegar a Venus, mientras que esta cápsula quedó abandonada en el espacio, convirtiéndose en un símbolo de la basura espacial que rodea la Tierra.
La Agencia Espacial Europea estima que existen más de 50.000 fragmentos de satélites o restos de más de 10 cm orbitando nuestro planeta, y este caso sirve para recordar la importancia de implementar sistemas de retirada activa en futuras misiones.
Vigilancia activa
Aunque por ahora no hay alertas oficiales en España ni en Canarias, las agencias internacionales continúan monitorizando la trayectoria del artefacto. La caída está prevista para el 10 de mayo, pero la precisión del impacto solo se conocerá unas horas antes de la reentrada.
Si bien es improbable que este insólito objeto llegue a tocar tierra en las islas, la expectación está servida: un trozo de la historia espacial podría despedirse con una última (y espectacular) aparición.