Hay deseos que no caducan, que sobreviven al paso del tiempo con la misma intensidad del primer día. Juan ha llevado uno de esos en el corazón durante toda una vida: conocer Canarias. Y aunque ha tenido que esperar un siglo para cumplirlo, la emoción del viaje ha compensado cada año de espera.
No fue un regalo cualquiera. Fue el resultado de una cadena de solidaridad, impulsada por una organización que cree en la importancia de acompañar y escuchar a nuestros mayores. Juan lo tenía claro: quería caminar por playas volcánicas, sentir la brisa del Atlántico y saborear la comida canaria.
Una iniciativa solidaria
La asociación Adopta Un Abuelo lanzó una campaña tras conocer el sueño de Juan, y la respuesta fue abrumadora. Cientos de personas aportaron su granito de arena para hacerlo realidad. Porque, como reza su lema, los sueños no tienen edad, y nunca es tarde para cumplirlos.
Con cada donación, se tejió una historia de ilusión compartida. El resultado fue un viaje inolvidable a Gran Canaria, donde Juan no solo cumplió su anhelo, sino que vivió una experiencia mucho más rica y emocionante de lo que jamás imaginó.
@adoptaunabuelo Juan, a sus 100 años, cumple su sueño de conocer las Islas Canarias 🇮🇨 Gracias @udlaspalmasoficial por vuestra hospitalidad y ponerle el broche final 🥹💛 #AdoptaUnAbuelo #LosMayoresMolan #ConectamosGeneraciones #voluntariado #VoluntariadoCorporativo #Sueños #Abuelos ♬ original sound - Adopta Un Abuelo
Primera vez en el Atlántico
En Maspalomas, Juan contempló por primera vez el océano Atlántico. La emoción lo desbordó al ver el mar infinito, el sol canario y las dunas doradas. También probó la gastronomía local, dejándose conquistar por los sabores tradicionales de la tierra: gofio, papas arrugadas, mojo picón…
Pero la sorpresa más inesperada llegó desde el ámbito deportivo. La UD Las Palmas lo invitó a uno de sus partidos, donde Juan no solo animó desde la grada, sino que fue recibido como un invitado de honor.
Una camiseta muy especial
Durante el encuentro, tuvo la oportunidad de conocer a exjugadores del club y de recibir, de manos del presidente, una camiseta oficial con su nombre. Un gesto que lo conmovió profundamente y que convirtió ese día en otro recuerdo imborrable. “Para mí esto es lo máximo”, repetía Juan con una sonrisa. Su agradecimiento, sencillo pero lleno de emoción, es el mejor testimonio de que cumplir un sueño puede dar sentido a toda una vida. “Os quiero mucho”, se despidió, dejando huella en quienes lo acompañaron.
Gracias a quienes lo hicieron posible, Juan no solo ha visto Canarias, la tierra que tanto deseaba pisar, sino que se ha sentido querido, acompañado y celebrado. Porque cuando los sueños se comparten, no solo se cumplen: se multiplican.