Esta es la planta que sólo puedes ver en Canarias (y ahora es el mejor momento)

Cada primavera este endemismo macaronésico con 24 especies distintas presentes en el archipiélago llena de color los paisajes de Canarias

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El tajinaste rojo es uno de los rasgos característicos del paisaje de altura en Las Cañadas de El Teide durante la primavera./ AH.
El tajinaste rojo es uno de los rasgos característicos del paisaje de altura en Las Cañadas de El Teide durante la primavera./ AH.

Cerca de 4.000 especies -3.000 de animales y 680 plantas- conforman el inventario de endemismos de Canarias, la región que concentra más de la mitad de especies únicas del país. Clima, insularidad y orografía se alían en este rincón de Atlántico donde proliferan organismos inexistentes en otros ámbitos geográficos. Muchos apenas tienen protagonismo pero otros se han convertido en emblema de las islas, como es el caso del tajinaste.

Esta peculiaridad de la flora canaria cuenta con 24 especies distribuidas por las Islas. Con un ciclo de floración bienal, la variedad tajinaste rojo florece en primavera en las zonas altas de El Teide, entre Las Cañadas y el Valle de Ucanca. En algunos casos los ejemplares pueden alcanzar casi los tres metros de altura, conformando una paleta única de colores que dibuja un singular paisaje en contraste con la cumbre volcánica. 

Su pariente cercano, el tajinaste rosado de La Palma, ya ha comenzado a florecer en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente aunque será durante el mes de mayo cuando se produzca la mayor explosión de color de estas plantas tan representativas de los paisajes de cumbre de las islas.

Sangre del Teide 

Por su color y distribución geográfica, el tajinaste rojo es también conocido como sangre del Teide. Es una planta bienal, que dedica el primera año a crecer y el segundo a florecer, después de lo cual muere. En este proceso forma una roseta basal, de donde surgen radialmente las hojas de color verde, pelosas y también, en la época de floración, con multitud de flores rojas.

Además de sangre del Teide, el tajinaste rojo recibe el nombre científico de Echium wildpretti en reconocimiento a Hermann Wildpret -bisabuelo del botánico Wolfredo Wilpret- quien lo etiquetó a mediados del siglo XIX, cuando fue contratado por otro suizo como horticultor del Jardín Botánico de La Orotava. De hecho, además de este espacio creado para cultivar especies de los trópicos y preservar los endemismos macaronésicos, fue propulsor de otros parques y jardines de la isla.

Asimismo la denominación echium deriva del término girego ekios, que significa 'víbora'Por este motivo algunas especies emparentadas con el tajinaste son conocidas como viboreras o viborinas, en referencia a sus semillas triangulares con forma de cabeza de serpiente o, según otras fuente, por el parecido de sus hojas alargadas y pintiaguadas con la lengua de una víbora.

Dulce néctar de alta montaña

Además de su colorida belleza, a partir de esta planta se produce uno de los manjares más exclusivos de la gastronomía local. la miel de tajinaste. Este néctar de flores de tajinaste se caracteriza por ser una miel muy clara con sabor especialmente suave, que puede utilizarse como edulcorante natural.

Gracias a que el polen de la flor tajinaste rojo es uno de las preferidas de las abejas de la isla de Tenerife, en la zona alta del Teide se puede observar una de las mayores extensiones de colmenas de las islas. En total existen 18 asentamientos apícolas que están autorizados para esta actividad dentro del Parque Nacional del Teide regulados para la conservación de todas las especies de este territorio y para mantener en alto la producción de la miel de tajinaste.

Un tajinaste para cada isla 

Generalmente tienen un tallo central, que en muchos casos puede ramificarse, con hojas alargadas y puntiagudas alrededor de él y en su base. A partir de ellas, se levanta un ramillete cónico de flores en forma de campana, constituyendo una llamativa espiga. Dichas flores pueden ser blancas, azules o rojas, muy vistosas y ricas en néctar.

Así como el tajinaste rojo es el más emblemático, al menos en Tenerife, también podemos encontrar en esta isla el arrebol tajinaste. Mientras, en Gran Canaria la especie endémica por excelencia es el tajinaste azul, que cuenta con una variedad propia en Jandía, Fuerteventura, y otra propia de La Gomera que crece en zonas de moteverde y fayal-brezal. 

Por último en La Palma, ademas del mencionado tajinaste rosado, también encontramos el tajinaste azul de cumbre, que puede observarse entre los 1.800 y 2.400 metros. Por su paete en la Isla del Meridiano pueden presumir de una especie exclusiva a la que por este motivo se le otorgó la denominación de echium hierrense.