¡Tierra a la vista! Descubre el faro más antiguo de Canarias

Tan abrupta y remota es su ubicación que los materiales para construirlo fueron desembarcados al pie del acantilado donde se asienta desde 1863

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El Faro de Anaga se alza desde 1863 en las cumbres de Roque Bermejo, en Tenerife./ AH.
El Faro de Anaga se alza desde 1863 en las cumbres de Roque Bermejo, en Tenerife./ AH.

Todo navegante busca tierra firme. Desde tiempos inmemoriales el avistamiento de cualquier isla canaria llenó de júbilo a las tripulaciones que pululaban por el Atlántico en su trasiego por los tres continentes vecinos del Archipiélago. La cartografía, las estrellas o la brújula determinan el rumbo a seguir pero hay una señal inequívoco para llegar a destino. Así en el mar como en la tierra, no hay nada mejor que una luz para mostrar el camino.

Por este motivo, desde mediados del siglo XIX, los faros comenzaron a proliferar en el litoral de Canarias y, según reflejan los registros de la época, el primero de ellos terminó de construirse en septiembre de 1863. Un año después, esta célebre linterna asomada al océano comenzó a iluminar desde los escarpados acantilados de Roque Bermejo. Es el Faro de Anaga

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La piedra para construir el Faro de Anaga se extrajo de acantilados cercanos y fue transportada por mar./ AH.

Del muelle a la mula

Tan remota era la ubicación del primer faro de Canarias que para su construcción resultó más sencillo transportar los materiales por mar que por tierra. Aunque la piedra se extrajo de los acantilados cercanos, posteriormente fue trasladada por mar hasta el embarcadero de La Madera, junto al caserío de Las Breñas. Asimismo el pequeño muelle de acceso a la hacienda de Manuel de Ossuna Van den Heede se utilizó para la descarga de útiles necesarios para el funcionamiento del faro.

En tierra el transporte corría a cargo de las mulas que serpenteaban por un estrecho camino durante aproximadamente tres kilómetros hasta llegar a la ubicación donde finalmente se alzaría la torre cilíndrica de 12 metros de altura. Además del faro y la balconada que permite rodearlo se construyeron tres viviendas familiares -para los torreros y el peón- de acuerdo al proyecto de Francisco Clavijo y Plo, primer ingeniero civil de la Junta de Obras del Puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Tiempo de faros

Pese a todo, el Faro de Anaga tan solo es un ejemplo de las numerosas linternas construidas en Canarias en aquellos años del siglo XIX. Sin ir más lejos, tanto el Faro de Punta Cumplida, en La Palma, como el Faro de Punta Jandía, en Fuerteventura, concluyeron su constricción tan solo un año después que el de Anaga, en 1864. De esa época data también el Faro de Alegranza, erigido en 1865.

Algunas décadas después se inauguró una de las linternas más emblemáticas del Archipiélago. Con sus 50 metros de altura, el Faro de Maspalomas terminó su construcción en 1890 y hoy en día es un icono turístico del sur de Gran Canaria. A principios del siglo XX se levantó el Faro de San Cristóbal en La Gomera que, aunque se construyó en 1903, fue sustituido por una infraestructura más moderna y automatizada en los años 70.  

Por último, entre los faros históricos de Canarias, encontramos el más reciente en Punta Orchilla, en el Hierro. Desde que se erigió, en 1927, es la última luz antes de partir hacia América o la primera que se divisa al llegar a Canarias. Este faro se alza a menos de dos kilómetros del que durante siglos sirvió punto de referencia para toda la cartografía de la navegación: el Meridiano 0.