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Sociedad

"Las tierras raras son el oro tecnológico y Canarias tiene capacidad para extraerlas"

Jorge Méndez, codirector del proyecto Magec-REEsearch, dedicado a las tierras raras de Canarias, atiende a Atlántico Hoy para dar a conocer el importante valor de la existencia de las mismas en el Archipiélago

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Jose Mangas, Jorge Mendez y su 'proyecto Magec Research' sobre tierras raras en Canarias. / AH

Dos profesores de las universidades canarias llevan diez años investigando sobre las tierras raras en Canarias. Una labor que se ha visto reconocida hasta por National Geographic, que ha publicado en portada los avances de su proyecto Magec-REEsearch.

José Mangas, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, y Jorge Méndez, de la Universidad de La Laguna, son los responsables de este trabajo y de la apuesta de Canarias por las tierras raras, “el oro de la tecnología”, como afirma Méndez en una entrevista concedida a Atlántico Hoy.

Tres tipos de hallazgos

Este profesor de Física Aplicada y Doctor en Física explica que las tierras raras se pueden encontrar en tres tipos de recursos minerales en el fondo marino de todo el mundo y que “en Canarias podemos tener de los tres tipos, lo que pasa que está muy poco investigado”. Se trata de las costras de los montes submarinos, los lodos (fango del fondo) y los nódulos polimetálicos (rocas de entre cinco y diez kilos depositadas en el fondo).

Sin embargo, Méndez hace hincapié en que en su proyecto, Magec-REEsearch., han encontrado indicios de rocas con altas concentraciones de tierras raras “en superficie, que es muy importante”, no bajo el mar. Principalmente, en la parte sur de Fuerteventura, cerca de la costa de Pájara y algo en la parte norte, por el barranco de los Esquinzos.  

Investigación en Canarias

“Es importante invertir en investigación”, deja claro como clave el docente. “Nosotros, en la superficie de Fuerteventura, hemos avanzado mucho en la investigación básica de las carbonatitas, que son un tipo de rocas muy especiales, magmáticas, que en Canarias están solo en Fuerteventura, porque esta isla es geológicamente muy diferente a otras”, expone. Además, el proyecto ahora mismo estudia la presencia de estas rocas especiales en Tenerife, La Palma, La Gomera y Gran Canaria” porque hay otro tipo, que son las traquitas, aunque las carbonatitas son las de más concentración”.

Para poder dar el siguiente paso en la investigación habría que trabajar con la minería, pero Jorge Méndez aclara “en superficie está muy avanzada y es importante decir que no es la minería denostada, de contaminación, que la gente tiene en la cabeza. Son minerías muy modernas, precisamente para conseguir minerales necesarios para las energías renovables”. Por ello, insiste el profesor de la ULL, “a las tierras raras se les llama el oro tecnológico o las vitaminas de la industria, porque sin ella no tendríamos coches eléctricos, molinos eólicos o las telecomunicaciones”.

Buena calidad de las rocas

No obstante, puntualiza que “no se va a abrir una mina a corto plazo en Fuerteventura. Probablemente ni siquiera en cinco años”. Un proyecto minero es más a largo plazo, pero para que sea posible es necesaria la investigación básica que lleva el estudio. “Nosotros solo hemos cogido unas roquitas, unas muestras, y hemos encontrado mucha calidad, lo que no sabemos es la cantidad. Eso no podemos averiguarlo profesores de universidad, eso va a escala de empresas mineras, gubernamentales…”, amplía.

Normalmente en la superficie terrestre la concentración de tierras raras en roca es de 100 gramos por tonelada y en Canarias hay diez kilos por tonelada. “Como dice Pepe Mangas [su compañero de proyecto], es como si en una tonelada de rocas que cabe en una camioneta, hay una lata de sardina, que son 100 gramos. Nosotros tenemos 10 kilos, un saco de papas. Ya es mucho más rentable. El recurso existe, lo que hay que saber es la cantidad, si se puede convertir en reserva”. China tiene 60 kilos por tonelada “y por eso domina el mundo”. Aquí no son 60, “pero ya estamos en el orden de magnitud de yacimientos explotables”.

Tierras raras. / Peggy Greb (Wikimedia)

Montes submarinos

Aparcando la trascendencia de las investigaciones en superficie, Jorge Méndez recuerda la popularidad que en 2017 tuvo en Canarias el monte submarino Tropic, donde se encontró teluro (no es una tierra rara, pero sí un metal estratégico de alto valor), como si fuese el único, pero es al revés, además, está justo en la mediana y en disputa con Marruecos y las aguas internacionales-. “Canarias tiene 120 montes submarinos y nosotros en el proyect Magec hemos encontrado indicios de la existencia de tierras raras en tres muy concretos, que se llaman Amanay, El Banquete y Banco de la Concepción. Están pegados a la costa de Lanzarote y Fuerteventura”.

Los montes submarinos son como islas sumergidas muy antiguas. Por ejemplo, el de la Concepción es redondo y tiene el tamaño de Gran Canaria. En la superficie de esos montes, lo que los científicos llaman la costra, durante millones de años se han ido destilando las tierras raras y se van depositando en esas costras. “Esas las hemos analizado y tienen potencialmente mucha concentración de tierras raras”, comparte Méndez.

Extracción

El codirector del proyecto esgrime que la tercera pata del proceso, tras la exploración (punto actual en Canarias) y la cata, es la de explotación, “pero no se construye sin la primera, que es en la que estamos ahora, por eso es importante la investigación”.

“Pienso que Canarias sí tiene capacidad técnica para extraer. Hay empresas mineras en España que se pueden interesar muchísimo y soy el primero en defender que esto se gestione desde aquí para que el beneficio se quede aquí. Habrá impacto, pero no es el impacto catastrófico que se tiene de la minería”, argumenta.

Beneficios para Canarias

Respecto a competencias de explotación y de pertenencia de los hallazgos, Méndez comenta que hasta donde él sabe, “lo que sea en superficie pertenece a Canarias, aunque el fondo submarino son aguas españolas, pero al final es España, lo que supone un beneficio para todos”. Sin embargo, “¿interesa explotarlo?”, cuestiona el profesor de Física Aplicada de la ULL. “Igual lo que interesa es reservarlo”, se responde, antes de afirmar que “por supuesto que Canarias puede beneficiarse”.

El primer beneficio, el científico: “fomentar la investigación que puede atraer una diversificación económica enorme”. Otro beneficio, la información estratégica, que es poder. “Cualquier territorio necesita saber lo que hay y ya después veremos lo que hacemos. Necesitas saber lo que tienes en la cuenta corriente, que no quiere decir que te lo vayas a gastar”, expone.

Algunas de las fotografías del proyecto Magec-REEsearch Materiales para una Avanzada Generación de Energía y Exploración de "tierras raras" en Canarias. / Cedida

Información estratégica

Para entenderlo, pone el ejemplo entre dos mastodontes asiáticos como China y Japón. “Hace diez años, China amenazó a Japón con cortar el suministro de tierras raras, porque controla más del 90% de las tierras raras en el mundo. Entonces, Japón se puso a investigar y descubrió lodos submarinos que no los están explotando, pero los han estudiado y cuantificado y dicen que tienen recursos para no sé cuántos millones de toneladas. Eso es una información estratégica, que China ya sabe. Ahora seguro que no se les vuelve a ocurrir amenazar a Japón”. Además, -continúa Méndez-  “los japoneses se hicieron expertos en los lodos y tienen muchos recursos potenciales, pero nadie los está explotando”.

Por eso, Jorge Méndez reitera la importancia de invertir en investigación. “Nosotros empezamos modestamente hace diez años. Que el Gobierno de Canarias haya hecho un esfuerzo para sacar, hace un mes, una partida extra de dinero, aunque sea relativamente poco, para reforzar la investigación de nuestro proyecto es importante, es un avance, es un esfuerzo y hay una voluntad política”, señala.

El turismo tiene más impacto

Al final, como comparte Jorge Méndez, “todo tiene impacto”, pero subraya que la industria turística “ha tenido mucho mas impacto en Canarias en los últimos 40 años y se han hecho las cosas muy mal. Ahora tenemos la oportunidad de hacerlo bien desde el principio, porque ahora hay mucha voluntad política y económica desde Europa”.

Por ello, el Doctor en Física cierra con la reflexión de que en Canarias se puede tener minería terrestre, sacar lodos del fondo del mar, costras del monte submarino, pero: “¿eso quiere decir que vamos a arrasar con todo el fondo submarino? Por supuesto que no. Hay que ser muy radical para pensar que si haces una excavación controlada vaya a afectar todo el ecosistema submarino. ¿Que no queremos tocar 500 metros de monte submarino? De acuerdo, pero luego no pidamos los teléfonos móviles o los coches eléctricos. Yo creo que la sociedad quiere que se investigue, porque es un recurso que sirve para las energías verdes. Y si algo ha destrozado el paisaje canario es el turismo”.