Canarias es una potencia en la industria del deporte. No lo digo yo, ahí están los hechos: el Club Baloncesto Gran Canaria, campeón de la Eurocup —y con billete para jugar la Euroliga—; el Lenovo Tenerife, clasificado para la Final Four de la Champions donde defenderá su corona —meses después de jugar su primera final de la Copa del Rey—; el Guaguas Las Palmas, entronizado como invicto ganador de la Superliga masculina de voleibol; el Hidramar Gran Canaria, proclamado como el mejor equipo de la Superliga femenina tras imponerse en la final al CV Haris de La Laguna; el Molina Sport, campeón de Europa en hockey en línea; y la Unión Deportiva Las Palmas, camino de Primera División.
Todo eso ha sucedido en las últimas semanas y demuestra la voracidad competitiva de varios clubes y deportistas de las Islas. No es materia contingente. Canarias cuenta con 16 medallistas olímpicos —pero más preseas, ya que alguno ha subido varias veces al podio— después de las que se colgaron en Tokio 2020 el gimnasta Ray Zapata, el futbolista Pedri y el jugador de balonmano Dani Sarmiento. Hay países con peores registros en el medallero histórico —y ese dato no es un asunto menor—. El Archipiélago, además, tiene en el calendario competiciones como el Rally Islas Canarias, la Transgrancanaria o la Transvulcania, pruebas que venden la marca en el exterior.
Preguntas y dudas
El deporte canario goza de buena salud y la tiene, en buena medida, gracias al dinero público. Gobierno regional, Cabildos y ayuntamientos aportan generosas subvenciones a clubes de diferentes modalidades y muchos proyectos sobreviven gracias a esas aportaciones. Hasta ahí, todo en orden. Pero me gustaría lanzar varias preguntas al aire para ver si alguna administración me ofrece alguna respuesta. ¿Esa apuesta económica en clubes repercute en el aumento de número de licencias en el deporte base de esas modalidades? ¿Hoy hay más niños jugando al voley que hace diez años gracias a la refundación del Guaguas? ¿Cuál es el retorno económico de algunas pruebas? ¿El dinero se distribuye en diferentes sectores o solo se beneficia el organizador?
Pero por encima de todas esas cuestiones, hay una duda que me acompaña desde hace tiempo y que suele aparece cada vez que hay elecciones. ¿Se sabe algo de la ley de mecenazgo canaria para el deporte? La campaña electoral está a la vuelta de la esquina y no estaría mal que algún partido ponga sobre la mesa una propuesta seria para facilitar la entrada de capital privado en los patrocinios deportivos aplicando ventajas en el tramo del IRPF autonómico.