El aeródromo para emergencias de Tenerife podría ser una realidad en Granadilla

Las consecuencias del incendio que asoló Tenerife a mediados de agosto han vuelto a traer la palestra, una vez más tras un incendio de calado, la necesidad de que Canarias cuente por fin con una base fija

Guardar

Aeródromo de El Vallito, en Granadilla (Tenerife)./ CEDIDA
Aeródromo de El Vallito, en Granadilla (Tenerife)./ CEDIDA

Las consecuencias del incendio que asoló Tenerife a mediados de agosto han vuelto a traer la palestra, una vez más tras un incendio de calado, la necesidad de que Canarias cuente por fin con un aeródromo que sirva como base fija para aeronaves de auxilio de cara a posibles emergencias futuras.

La presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, abogó esta misma semana por su implantación, una idea secundada por Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, en su visita de este martes a la isla para conocer de primera mano los efectos del incendio.

Si bien la máxima represente insular opta por una base para hidroaviones, la gran mayoría de los actores implicados reconocen que la opción de los helicópteros es la más factible por la orografía de las islas.

Lo que es un hecho es que, de una manera u otra, la necesidad de un puesto permanente se ha convertido en una obligación para una región dependiente en demasía de las ayudas que puedan llegar del exterior en momentos en los que cada minuto vale oro.

La posibilidad existe

En medio de esta problemática, la Fundación Canaria Aeronáutica Niels Axel y el Club Aeromodelismo Tenerife recuerdan el proyecto que llevan años impulsando en Granadilla de Abona, en la zona de El Vallito, y que en la actualidad se encuentra paralizado a raíz de un parque eólico que está en proceso de construcción y que choca directamente con este aeródromo que podría funcionar como base para futuras emergencias.

Félix Durán, presidente de la fundación, comenta a Atlántico Hoy que las instalaciones donde se plantea el aeródromo fueron compradas hace años con el proyecto en mente, donde se impartirían distintas disciplinas como relacionados con la aeronáutica: aeromodelismo, cursos de piloto, simuladores, … Además de poder funcionar como base para acoger helicópteros que den una rápida respuesta ante incendios y otras inconveniencias.  

“La fundación lleva varios años trabajando en este proyecto”, cuenta Durán, quien cuenta que dicho aeródromo dispone de la autorización sectorial de AESA (Agencia Estatal de Seguridad Aérea), está coordinado con el aeropuerto de Tenerife Sur y ha sido una de las primeras instalaciones en España en recibir el permiso permanente para vuelos RPAS (Remotely Piloted Aircraft System) con drones.

Problemas con Iberdrola

Casi a la par que se proyectaba el futuro aeródromo, con una superficie de 80.000 m2 (“que se podrían ampliar”, según Durán) nació el proyecto de parque eólico de Iberdrola -hace casi un lustro-, que por ser de interés público entraba en conflicto con el planeamiento hecho por la fundación.

“Nos enteramos de que Iberdrola tenía este proyecto cuando salió a información pública, y ambas actividades son incompatibles. Dos de los cinco molinos que tienen proyectados están directamente en los terrenos de la fundación, lo que imposibilita el aeródromo”, argumenta.

Es por ello que hay pendiente una expropiación de terrenos ante la cual la fundación y el club de aeromodelismo han presentado recursos “como también el resto de parcelas que se han visto afectadas”.

Argumenta que con la implantación de estos aerogeneradores queda automáticamente descartado el aeródromo, porque en ese caso no se puede garantizar la seguridad, “y además Aviación Civil no lo permitiría”.

Sin alternativa

Cuenta Durán que en Tenerife no hay ningún campo de aeromodelismo alternativo, ni espacio donde plantear un aeródromo por la orografía de la isla, como demuestra un estudio encargado a   una agencia externa.

“Encontraron dos lugares. Uno que es en el que estamos; otro en Arico, pero que es muy complicado por el espacio”. La cuestión es que un aeródromo necesita un entorno específico, con una servidumbres de espacio a su alrededor, libre de obstáculos y alejado de viviendas.

“Tenerife es muy montañosa, con muchos barrancos y terreno protegido, lo que reduce las posibilidades, aparte de que el precio del metro cuadrado está por las nubes”. Por ello augura que “si no es aquí, el proyecto de aeródromos se pierde, y también el aeromodelismo en Tenerife”.

Conversaciones con Iberdrola

Puntualiza el entrevistado que no están en contra del parque eólico. “Lo único que pedimos es que se nos respete la servidumbre, sobre todo los dos molinos (el dos y el tres) que nos afectan para que podamos tener el aeródromo, porque ambas actividades son incompatibles”.

Reconoce Durán que en las primeras conversaciones con Iberdrola todo fue muy bien, “lo cual nos alegró”. Se les propuso que ofrecieran otras opciones. Desde la fundación propusieron desplazar unos metros (no se especifica cuántos) pero la respuesta fue que “era inviable por el coste económico que suponía modificar ese proyecto, no era asumible”.

Entonces la fundación propuso hacerse con los terrenos propuestos para mover los citados molinos 2 y 3, y luego cedérselos gratuitamente a la empresa de renovables para que no se diese ese sobrecoste, una propuesta que tampoco fue aceptada. “La única vía que nos quedó fue la administrativa, y en eso estamos: presentando recursos, informes, estudios…”.

Agotadas las vías de negociación Félix Durán reconoce que, a estas alturas, “solo se puede poner remedio por la vía política, porque si no tristemente desaparecerá este proyecto”.

¿Hidroaviones?

Cuestionado sobre la disyuntiva entre hidroaviones y helicópteros, el entrevistado piensa que en el proyecto de aeródromo no sería posible que hubiese aviones “por falta de metros de pista de aterrizaje”, pero si sería muy posible para helicópteros, cuya construcción sería muy rápida y facilitaría hangares, dotaciones para personal, avituallamiento, mecánica, etc..

“El tema de los hidroaviones sería más complicado porque no hay espacio, pero estamos a pocos metros en línea recta del puerto de Granadilla, y podría estudiarse la posibilidad de que hubiese una base allí”.

Ya sea para hidroaviones o helicópteros, una de las cuestiones que más relevancia tiene de cara a este proyecto de aeródromo es su ubicación, “prácticamente en el medio de la isla, lo cual  reduce muchísimo los tiempos, y la respuesta es muy rápida”.

Argumenta Duran que la provincia de Santa Cruz de Tenerife debe contar con una base de estas características, habida cuenta de que el la provincia oriental se cuenta con una en Fuerteventura y otra en Gran Canaria, el Berriel, que ya acoge un helicóptero en su base para posibles inconveniencias.

Archivado en: