Los trabajadores del Comité de Seguridad y Salud de la empresa pública Transportes Interurbanos de Tenerife SA (Titsa) han presentado un informe en el que alertan de los “problemas de seguridad” vial y laboral derivados del cambio de ubicación de seis líneas de guaguas por las obras en el Intercambiador de La Laguna. Los empleados aseguran que la modificación se realizó sin la información necesaria.
La queja, que ha sido remitida al presidente del Comité de Empresa, surge tras la translocación de las paradas de las líneas 026, 217, 219, 270, 271 y 273, que fueron desplazadas debido a las obras para conectar el intercambiador con la pasarela peatonal Padre Anchieta. Estas líneas se han movido fuera del recinto, a “unos 100 metros” de su ubicación original, situándose ahora en la calle Ángel Guimerá, en La Laguna.
Falta de información
Desde el Comité de Seguridad y Salud aseguran que este cambio afecta directamente a su seguridad. Denuncian además que no tuvieron acceso previo a la información sobre las obras y que, “por tanto, tampoco hemos podido proponer medidas correctoras antes de su ejecución”.
El escrito recoge una serie de “incidencias” surgidas desde que las nuevas paradas comenzaron a operar. Una de las principales está relacionada con la ausencia de vigilantes de seguridad en la zona, a diferencia de lo que ocurre en el interior del Intercambiador.
Sensación de abandono
La sensación de inseguridad entre los conductores aumenta al haber únicamente una cámara, situada en la parada del tranvía, lo que impide registrar adecuadamente cualquier incidencia en la nueva ubicación. “Esto ha generado en algunos conductores una sensación de abandono total por parte de la empresa Titsa”, señalan.
Por ello, reclaman que, si no es posible aumentar el personal de seguridad, se acuerde con el Ayuntamiento de La Laguna “la colocación de cámaras que graben y sean accesibles por la Policía Local en directo”, con el fin de garantizar un mínimo de seguridad para trabajadores y usuarios. Incluso advierten de que las guaguas en las nuevas paradas “están expuestas a ser sustraídas para cometer un acto vandálico o terrorista” debido a su mayor accesibilidad.
Otros riesgos
Además de los problemas de seguridad, apuntan otros riesgos como la ausencia de un jefe de tráfico en la zona, la “insalubridad por realización de necesidades fisiológicas” al tener que desplazarse más para acceder a un baño, el riesgo de atropello por la reducida visibilidad o la falta de adaptación del protocolo de emergencias.
El comunicado también menciona un riesgo de caídas, la falta de visibilidad de los discos de velocidad cuando hay guaguas estacionadas, la ausencia de iluminación y la carencia de información para los usuarios, entre otros aspectos.
Solicitud de medidas urgentes
Ante esta situación, los trabajadores piden que se “tomen las medidas correctoras lo antes posible” para eliminar riesgos y garantizar la seguridad y salud laboral. Asimismo, señalan que el informe exime al comité de “cualquier accidente que pueda ocurrir, incluyendo las consecuencias legales tanto administrativas como penales que se pudiesen ocasionar por incumplimiento de la Empresa TITSA”.
También instan a que, “en caso de no tomar medidas correctoras, que la Inspección de Trabajo actúe en el ámbito en que la ley le da derecho”, exigiendo dichas medidas o sancionando a la empresa si fuera necesario.
Dudas sobre el carácter provisional del traslado
Más allá de las peticiones inmediatas, el comité expresa dudas sobre el carácter provisional del cambio de ubicación. “Este Comité entiende que detrás de este traslado al exterior de las líneas anteriormente mencionadas, puede haber una causa diferente como que el interior del Intercambiador no admite la cantidad de usuarios que se está moviendo...”, indica el texto, sugiriendo que el traslado podría no ser algo temporal sino definitivo.