El Correillo de La Palma es un barco único en nuestro país, “no existe ningún otro de estas características”, comenta Juan Pedro Morales, presidente de la Fundación Canaria Correillo de La Palma, a Atlántico Hoy.

En el año 1986, cuando fue trasladado al puerto de Santa Cruz de Tenerife, se consensuó un proyecto para la restauración y conservación de este buque, de la misma época que el Titanic y de las mismas características, algo que, como indicó el responsable de la Fundación, “no ha resultado fácil”.

La Fundación se hace cargo del Correillo

La Fundación se ha encargado de poner en marcha todas las acciones necesarias para lograr que la restauración del buque sea finalmente una realidad. Comenta Morales que durante 15 años el barco estuvo en situación de abandono hasta que en el 2003 la Fundación retomó las obras, arreglando los fondos y parte de la cubierta, “logrando sacar el barco a flote y traerlo al muelle”.

Pero las embestidas de diferentes crisis paralizaron nuevamente las actuaciones que se estaban realizando. “En 2008, la crisis económica y en 2020 la crisis sanitaria detuvieron los planes” apunta, añadiendo que “ahora estamos muy ilusionados y trabajando para que el Correillo vuelva a la navegación”.

Trabajos urgentes

Actualmente se están realizando bastantes obras de restauración en el interior del buque, una vez que han finalizado las actuaciones  en el puente de navegación y en la estructura exterior, unas obras prioritarias porque “cuando llovía se estropeaba todo aún más”, especifica el presidente de la organización. “Desde siempre estábamos pendientes de culminar la obra grande del cierre del puente, en la cubierta, y que finalizó en diciembre del pasado año", explicó, añadiendo que la restauración avanza ahora en otros partes de la embarcación..

“A partir de ahí estamos realizando actuaciones interiores, concretamente estamos terminando de acondicionar el salón de primera clase, apoyados en las subvenciones concedidas por la Dirección General de Patrimonio Cultural, por el Ayuntamiento de Santa Cruz y por el Cabildo de Tenerife, principalmente”.

Arreglos interiores

Comenta nuestro entrevistado que ya se ha rehabilitado por completo todo el piso original del barco, de madera noble. También se están revistiendo laterales y techo, o sea, "volviendo a cómo era al principio”, destaca, enfatizando en que también se trabaja en la colocación de la escalera de caoba de primera clase. “Ahora el barco parece otra cosa”, expone con agrado.

Además, añade que los pasos que han ido culminando permiten que ya se puedan colocar otras piezas de gran valor que han permanecido guardadas en un almacén esperando para ser devueltas a donde corresponde, una vez van finalizando los arreglos pertinentes

Piezas originales

Algunas de estas piezas, “muy pocas”, son originales. Otras corresponden a fieles reproducciones que se han realizado tomando como modelo la pieza original. El barco sufrió un expolio en la última década del siglo XX y la Fundación ha tenido que poner en marcha diferentes actividades para recaudar dinero suficiente para reproducir las piezas que faltan.

La idea final de la Fundación es que el barco vuelva a navegar. “Toda la obra que se está haciendo cumple con los requisitos de seguridad exigidos por la Administración Marítima y la Sociedad de clasificación de buques para que navegue porque ese es el objetivo”, manifiesta.

Expertos ingleses en restauración de barcos, implicados en la restauración del Cutty Sark, de 1869 -uno de los últimos veleros tipo clipper que se construyó y que se encuentra en Londres-, indicaron a los miembros de la Fundación que la mejor condición para la conservación del barco era el “sea boarding”, o sea, barco navegando. “Y eso es lo que queremos”, concluye.