En el año 2003 la Fundación Canaria Correillo de La Palma se hizo cargo del barco de vapor que navegaba entre las Islas desde 1912 y hasta 1986, año en el que fue retirado del transporte de carga y pasajeros debido a una avería que sufrió en la caldera.
Conscientes del valor patrimonial e histórico del buque -coetáneo del Titanic y único que existe en nuestro país con estas características-, responsables de la Fundación decidieron hacerse cargo de restaurar y “volver a echar a la mar al Correillo”.
Desmantelado y expoliado
“Cuando nos hicimos cargo del proyecto del barco encontramos que estaba desmantelado por completo. Se llevaron todas las piezas y no se ha recuperado nada”, comenta a Atlántico Hoy el presidente de la Fundación, Juan Pedro Morales.
“Queremos hacer hincapié en esto, apelar a ver si, quien tenga piezas originales del barco que las devuelva, por favor”, indica Morales, señalando que contar con estos objetos daría más prestigio a la propia nave.
Crisis y huelga en el astillero
Explica el presidente que las numerosas piezas desvalijadas desaparecieron en el periodo entre 1988 y 2003, estando ya el barco en Santa Cruz de Tenerife. “Hubo varias crisis en el astillero capitalino y eso afectó, aunque el barco contara inicialmente con seguridad, pero luego, al desentenderse el Cabildo, la seguridad también desapareció”.
“Coincidió este periodo con crisis y huelgas en los varaderos por parte de los trabajadores del astillero porque no estaban cobrando. Ahí fue cuando sacaron del barco todos los portillos antiguos y todo lo que tuviera algo de valor para venderlo”, explica, añadiendo que esto provocó que “las piezas originales del Correillo estén regadas por toda la isla”
Que devuelvan las piezas
Morales relata que en su día hicieron un llamamiento “y lo único que conseguimos es que nos trajeran una llave, pero a cambio de 300 euros. Es lo único que conseguimos rescatar”, lamenta, exponiendo que un hecho similar ocurrió en Inglaterra y la respuesta fue totalmente diferente.
“En Inglaterra hay un barco a vapor de los años 45, el Waverley, que está navegando, pero estuvo abandonado en la rivera del río durante años y cuando solicitaron restaurarlo, todas las piezas que se habían llevado fueron devueltas. Nosotros no hemos conseguido nada”.
Apadrina un portillo
“Afortunadamente quedaron algunas y las estamos reproduciendo fiel al original, con lo difícil y costoso que resulta”,comenta, asegurando que los fondos económicos no son muchos y han tenido que acudir a algunas iniciativas para recaudar y seguir avanzando con los trabajos..
Señala el presidente que una de las iniciativas puesta en marcha con resultados positivos ha sido el Programa de Apadrinamiento del Correillo que tuvo como protagonista a los portillos (ojos de buey o ventana, generalmente redonda, que se encuentra en el casco del buque para dar luz y ventilación al interior).
Donaciones privadas
La iniciativa que se planteó llevaba por nombre Apadrina un portillo. “En la Fundación reprodujimos desde el original, en bronce y homologados, los portillos del salón de primera clase. Ya hemos colocado 30. La iniciativa y buscaba que, “con una donación de 1.500 euros era la iniciativa que se planteó”,
“En un acto oficial, los donantes recibieron un certificado y al lado de cada portillo se colocó una pequeña placa con el nombre de la persona que lo había apadrinado”, explica Morales, mostrando gran sensibilidad al recordar que algunos de los donantes fueron antiguos tripulantes del Correillo, ya fallecidos. También han sido donantes familias, empresas y otras personas con carácter particular.
Colaboración de los puertos
También se trabaja en otra fase que tiene que ver con la reforma de los camarotes de la primera y segunda clase, para lo que también se está buscando financiación a partir de los apadrinamientos. “Una parte está en la línea de conseguir financiación de empresas y demás. Otra está dedicada a los cabildos y ayuntamientos que fueron escala del Correillo”.
“Tratamos de lograr que en uno de los costados del barco aparezcan reseñados los más de treinta puertos que tocaban los barcos en sus líneas interinsulares durante sus rutas”, apunta. Detalla el presidente que, al respecto, ya cuentan con “unos cuantos en marcha”, entre los que figuran municipios de diferentes islas, destacando Valle Gran Rey, Puerto del Rosario, San Nicolás, La Aldea, distintos puertos de La Palma, “aunque estamos empezando y sé que serán muchísimos más”, matiza esperanzado.