El año 2026 será el definitivo para la implementación de distintas ecotasas en la isla de Tenerife, como anunció la presidenta del cabildo, Rosa Dávila, después del ‘piloto’ que se ha ejecutado con la ecotasa del barranco de Masca y que la institución insular ha calificado de “éxito”.
En este contexto, el debate en las empresas de turismo activo está servido, con voces en distintos sentidos, incluso dentro de los propios negocios.
"Un engaño"
Es el caso de Juan Miguel, guía oficial de turismo, empresario y profesional de Canarias Nature Guides, con más de 40 años de experiencia en el sector. Su posición es clara y contraria a la ecotasa. “Estoy muy decepcionado con el Gobierno de Canarias y el Cabildo. Están cometiendo auténticos disparates en la gestión del turismo natural, y lo peor es que lo hacen bajo un nombre engañoso: ecotasa”, asevera.
No obstante, reconoce que incluso dentro de su negocio, su socio no tiene un pensamiento similar al suyo y que en el sector hay quien está a favor y quiénes comparten su parecer.
Juan Miguel defiende que no se debe cobrar entrada para acceder a espacios naturales públicos. “Llamar ecotasa a pagar por entrar en el Teide o en Masca es una hipocresía. El acceso a la naturaleza debe seguir siendo libre. Lo que sí apoyamos es una tasa de pernoctación, como ya existe en Italia o en otros destinos turísticos europeos”, argumenta.
Una alternativa lógica y eficaz
Así, este profesional del turismo activo recuerda el debate de 1 euro por turista y pernoctación. “Si tenemos 18 millones de visitantes al año, que pasan una media de 7 noches, estaríamos generando millones de euros para invertir directamente en sostenibilidad, vigilancia, mantenimiento y transporte público en los espacios naturales”, apunta.
“Una familia pagaría 7 euros por semana. Es razonable y beneficioso. De hecho, muchos se sorprenden de que aquí no exista esa tasa”, añade.
El verdadero problema: la falta de transporte público
Una de las mayores críticas que Juan Miguel dirige a las administraciones es la falta de transporte público al Parque Nacional del Teide. “Sólo hay dos guaguas. Una desde el sur y una desde el norte, y todas salen temprano. Es inaceptable. Lo hemos pedido muchas veces y no lo ponen por la presión de ciertos lobbies: los taxis, las guaguas privadas…”, critica.
En cambio, resalta el éxito de modelos como el de Punta de Teno. “Funciona perfecto. Es sostenible y eficaz. Se podría aplicar algo así en el Teide”.
“El equilibrio se ha roto”
En esta tesitura, el guía profesional expresa que el Parque Nacional del Teide está saturado, especialmente por el uso masivo de coches de alquiler. “El problema no es la gente, es el modelo. El parque necesita más vigilancia, más control y más transporte público. Y eso se puede financiar con la tasa de pernoctación, no cobrando entradas por ver un volcán”, sentencia.
También insiste en que no está solo en esta opinión. “He mandado escritos a Medioambiente, los he firmado a título personal como guía y técnico en turismo, y he recibido muchísimo apoyo. Es evidente que hay un debate necesario. Y hay que darlo ya”, concluye sobre el Teide.
Críticas al modelo Masca
El caso del Barranco de Masca es, para Juan Miguel, el ejemplo más flagrante de lo que no se debe hacer: “Han desnaturalizado el sendero. Han puesto barandillas, tallado escalones, cadenas… y encima hay que pagar por entrar. Eso no es turismo activo, es un parque temático”, asevera.
Así, considera que esa transformación atenta contra la esencia del senderismo y del acceso libre a la naturaleza. “Mis clientes me dicen que aquello ha perdido toda su autenticidad. Y tienen razón. Un sendero no se convierte en un producto de pago solo porque se masifique”.
Además, recuerda que la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada ya advirtió al Cabildo que ese modelo era “ilegal” según la legislación española de protección de senderos.
Ecoactiva Canarias
Por su parte, desde la asociación Ecoactiva Canarias, que alberga a más de un centenar de empresas de turismo activo de Canarias, han trasladado que a día de hoy no firman ninguna postura ante el fuerte análisis que habría que acometer ante una ecotasa que aún no se ha puesto en práctica en el Teide.
Asimismo, la responsabilidad de representar a tantas empresas, en la que se dividen las opiniones, complica formar una opinión que permita declarar su visión al respecto.
No obstante, comparten el llamado Manifiesto Taburiente, donde abogan por el cuidado de todo el territorio canario. “La fragilidad de los ecosistemas canarios, con especies en ocasiones endémicas y únicas nos compromete a respetar aquellos espacios donde convivimos con dichas especies. Eliminando el uso invasivo, la masificación y velando por el control riguroso para que no exista ninguna afección. Con ello, se prima la conservación ante cualquier otra actividad”, reza el primero de los diez puntos del manifiesto.