A partir de este 11 de noviembre, los tinerfeños van a tener un impuesto más a la hora de repostar gasolina o gasóleo en la isla. Este martes comenzará a cobrarse el conocido como céntimo forestal, un nuevo gravamen de 0,01 euros por litro de combustible cuya recaudación irá exclusivamente destinada a “financiar exclusivamente medidas de prevención de incendios forestales, restauración de ecosistemas degradados y conservación de suelos”.
El Boletín Oficial de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife ha publicado este lunes la Modificación de la ordenanza fiscal reguladora de la exacción sobre el consumo de combustibles de automoción en la isla de Tenerife, tras ser sometida a información pública y aprobada en el último pleno insular. Una modificación que es posible después de que el Gobierno regional recogiera en sus presupuestos de 2025 esta figura, que solo implantarán Tenerife y Gran Canaria, de momento.
Este nuevo impuesto se prevé que tenga un impacto económico para los conductores de “entre 2 y 3 euros al mes”, un importe que la orden del cabildo insular califica de recargo “muy pequeño”. La aplicación de la tarifa, si bien es aplaudida por el sector dedicado a la gestión forestal en la isla, ha recibido varias alegaciones en su primer proceso de información pública.
El rechazo
Según recoge la orden, se presentaron 12 alegaciones contra esta tasa (dos ayuntamientos, una asociación y particulares), más cinco alegaciones fuera de plazo de los ayuntamientos de La Matanza de Acentejo, Santiago del Teide, Los Silos, Vilaflor de Chasna y El Tanque. En esencia las alegaciones se centran en el encarecimiento de “la vida cotidiana” y en la penalización a “quienes más dificultades tienen”, calificando la medida de “injusta y regresiva”.
También señalan que no hay “alternativas reales y suficientes de transporte público que permita a la ciudadanía prescindir del vehículo privado, considerando injusto y desproporcionado penalizar a quienes no tienen otra opción”. Ante ello, quienes presentaron las alegaciones apuntan a otras alternativas fiscales más justas, como la ecotasa turística.
“Se está optando por cobrar a quienes viven, trabajan y sostienen la isla, rechazando opciones fiscales más justas y sostenibles como la ecotasa turística”, señalaban algunas aleaciones que incidían especialmente en que “el Cabildo no tiene una necesidad estructural de recaudación” debido al dinero no ejecutado en el anterior presupuesto.
La defensa
Desde el Grupo de Gobierno del Cabildo de Tenerife, liderado por Coalición Canaria y Partido Popular, hacen una defensa de la medida, primero destacando la gratuidad del transporte público: “Desde que el transporte público es gratuito su uso se ha incrementado en un 39%”. También destacan el desarrollo del transporte a la demanda, sin embargo, la licitación de este servicio ha quedado paralizada tras la presentación de tres recursos a los pliegos.
Respecto al uso del vehículo privado, argumentan que “según las matrices origen destino de telefonía móvil, la mayor parte de los desplazamientos que se realizan en vehículo privado podrían ser realizados a pie, en vehículos de movilidad personal o en transporte público”.
Recaudación estable
Ante las críticas por la ejecución del presupuesto, la orden señala que esta tasa “garantiza una recaudación estable que no puede desviarse a otros fines. Así, se asegura que exista una partida fija y sostenida en el tiempo para la gestión forestal, independientemente de los vaivenes presupuestarios”. Además, sobre la tasa turística señalan que “no tendría este carácter específico y podría destinarse a cualquier política del Gobierno, dejando nuevamente el patrimonio forestal sin recursos suficientes”.
Coalición Canaria y Partido Popular desestimaron en el último pleno todas las alegaciones y, al ser mayoría, consiguieron la aprobación de la tasa, con el voto en contra de Vox y PSOE. Esta tasa estará exenta para las empresas del sector del transporte, mercancías y transporte público no se ven afectados.
