Canarias es una de las regiones españolas más expuestas a las consecuencias del cambio climático. El aumento del nivel del mar o el incremento de las temperaturas puede impactar negativamente en determinadas regiones, que deberán preparase para sus consecuencias.
Para ello existen los proyectos de acción climática, que todavía no abundan en las islas, de hecho el Cabildo de Tenerife está trabajando para que el núcleo de Las Galletas albergue el primero de estos proyectos.
Un protocolo
Este miércoles el Gobierno insular ha aprobado el protocolo de actuación entre el Ayuntamiento de Arona, el Gobierno de Canarias y la corporación insular para la puesta en marcha de este proyecto. El núcleo de Las Galletas es uno de los 47 tramos de costa de alto riesgo acumulado en Canarias identificados por el proyecto PIMA (Plan de Impulso al Medio Ambiente) Adapta Costas, aunque en total hay 147 playas que se verán afectadas por el aumento del nivel del mar.
Estos 47 tramos son los que requieren de una actuación inmediata para mitigar los efectos del cambio climático, aunque de momento ninguno de ellos ha puesto en marcha su proyecto. En el caso de Las Galletas, con la aprobación de este protocolo, las tres administraciones comenzarán a trabajar para aprobar el primer proyecto de acción climática.

Las actuaciones
Este será en el frente marítimo de Las Galletas. De momento, a falta de conocer el proyecto concreto, desde el Cabildo de Tenerife han informado que se prevé la reubicación de la avenida del Atlántico con el diseño de un nuevo trazado interior.
También se va a proceder a la renaturalización del frente marítimo y la playa, aparentemente enfocado en la construcción de un nuevo paseo peatonal que reserve los charcos intermareales de alto valor ecológico existentes. Asimismo, han señalado que se impulsará el desarrollo de medidas de protección que mitiguen los riesgos de inundación y aumenten la resistencia de la zona urbana.

La erosión de las playas es uno de los factores más destacados que pueden afectar a las islas a raíz del cambio climático. Se estima que las 147 playas detectadas por el PIMA podrían perder hasta el 10,6% de su superficie para 2050 en el peor escenario climático.