La magia de las redes: La Corujera propicia dos reencuentros familiares gracias a fotos antiguas

Dos casos independientes de búsqueda de familiares tras años sin verse o sin conocerse han conmovido a este barrio tinerfeño de Santa Úrsula

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Zona del barrio de La Corujera, Santa Úrsula / I LOVE LA CORUJERA
Zona del barrio de La Corujera, Santa Úrsula / I LOVE LA CORUJERA

Recientemente, el grupo de Facebook I Love La Corujera, dedicada a los vecinos del barrio del municipio de Santa Úrsula, promovió una actividad entre sus mayores. Se trataba de la recopilación de fotografías históricas del pueblo, de aquellos que se sacaron hace décadas para poner en valor la vida de sus protagonistas y descubrir así cómo ha evolucionado La Corujera.

Una actividad que no vio venir lo bonito -o no, según la perspectiva- que es la vida a veces. A raíz de esas fotografías en una misma semana dos personas se pusieron en contacto con el grupo de Facebook para buscar a familiares… que han logrado encontrar en poco espacio de tiempo.

La historia de Rubén

“Un hombre de Gran Canaria nos contactó de casualidad. No mandó varias fotos y nos contó una historia familiar sobre su madre (86 años)”, explica una de las responsables del grupo de Facebook. “Le estaba enseñando un álbum de fotos a su madre y buscando algo por Internet le salimos nosotros y se puso contacto y me mandó las fotos”, agrega sobre la primera toma de contacto del primer caso.

Rubén, como se llama el grancanario, les compartió que su madre se crio en La Corujera y que la familia vivía en los años 50 en una casa subiendo la cuesta a mano derecha, pasando un taller de cerrajería regentado por un vecino que se llamaba Jaime. “La casa, que la hizo su padre, todavía existe, pero ya la han vendido”, aclara una de las editoras de I Love La Corujera.

Cambio de isla

Más tarde, la madre y el resto de la familia de Rubén se acabarían yendo a vivir a Gran Canaria, aunque volviendo al barrio durante muchos veranos.

Gracias al contacto con los mayores del barrio por toda una vida viviendo en La Corujera, y por la actividad de recuperar la historia a través de las fotografías, sumado a la explicación que Rubén le trasladó junto con una foto en la que la madre de éste había reconocido a una mujer, los componentes del grupo en las redes no tardaron en encontrar a sus familiares. En tan solo tres días, se había producido el encuentro.

Reencuentro

“Dimos con la familia al día siguiente y lo curioso es que su prima trabaja conmigo”, reconoce la interlocutora de La Corujera que prefiere mantener su anonimato.  “¡Ya es casualidad!”, apostilla.

No obstante, cabe reseñar que, por ser parte de la historia familiar de Rubén, estos dos lados de la familia “sí sabían de la existencia entre ellos, pero habían perdido el contacto porque se fueron para Las Palmas y había mucha diferencia de edad de las familias y de los primos, pero ahora están súper contentos”.

Una de las fotos recopilatorias de la historia de La Corujera / I LOVE LA CORUJERA
Una de las fotos recopilatorias de la historia de La Corujera / I LOVE LA CORUJERA

Segundo caso

La casualidad, o el éxito del primer caso, hizo que apenas 24 horas después del reencuentro de esta familia, se puso en contacto con el grupo otra chica que buscaba a su familia que, en esta ocasión, no conocía con anterioridad.

En esta ocasión, el tema es más sensible, pues esta chica -adoptada en su infancia- se puso en contacto con La Corujera porque se había enterado recientemente del nombre de su madre biológica, vecina del barrio, y que tristemente había fallecido hace pocas fechas.

Así, quiso indagar para conocer a su padre, pero “llegó un poco tarde” porque también había fallecido, pero desconocía quién era.

“Pues con referencias así, preguntándole a mi padre sobre quién era la señora, dimos con su familia”, señaló la responsable del grupo en Facebook. Tal es así, que la propia mujer pudo conocer a su hermano “y ya vino a visitar a su tía y a la familia de su padre”, en la zona del Farrobillo.

Más visitas a La Corujera

En este contexto de cierta felicidad por el reencuentro con unos familiares que no conocía con anterioridad, desde el barrio ya la han invitado a conocer La Corujera el día de la romería. “Está encantada y va a venir ahora a ver a su tío y se va a acercar al otro lado a ver si contactaba con otro tío suyo”, finaliza una de las responsables de I Love La Corujera.

Atlántico Hoy ha intentado ponerse en contacto con los dos protagonistas de estas historias, pero amablemente han declinado esta posibilidad.

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